El Ministerio de Energía y Minas ha propuesto una estrategia integral de promoción y desarrollo minero, cuyos objetivos son fomentar exploraciones, viabilizar proyectos en cartera y garantizar la continuidad de actuales operaciones, sostiene Comex Perú.
El 2016 fue un año de recuperación y crecimiento para los metales, tanto en su producción, que aumentó un 21%, como en sus exportaciones, que crecieron un 15%. Este desempeño positivo del sector minero compensó la caída de la inversión privada y de otros sectores como hidrocarburos y pesca; asimismo, permitió que la actividad económica creciera un 3.9%, sostiene Comex Perú.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la producción del sector minería e hidrocarburos aumentó un 16% el año pasado. Este resultado se debió al crecimiento del 21% de la minería metálica, lo que contrapesó la caída del 5% en el subsector hidrocarburos (principalmente, debido al cierre del Oleoducto Norperuano).
Así, según cifras del Ministerio de Energía y Minas (Minem), en 2016, se alcanzaron niveles de producción históricos en varios de nuestros metales más conocidos, como el cobre (2.4 millones de toneladas métricas finas – TMF), la plata (4,274 TMF), el hierro (7.7 millones TMF) y el molibdeno (25,757 TMF).
“Gracias a ello, dichos metales alcanzaron altos niveles de crecimiento en su producción, siendo los más destacados los casos del cobre (+38.4%) y el molibdeno (+27.8%). Con estos volúmenes extraídos, el Perú ha logrado ubicarse como el segundo productor mundial de cobre y de plata”, sostiene el Semanario de Comex Perú.
Además del aumento en la producción, se aprovechó la buena coyuntura de precios que registraron estos commodities. Por ejemplo, el precio del cobre aumentó un 10% en 2016, según los datos del informe Commodity Markets Outlook del Banco Mundial (BM), publicado en enero último, gracias a los menores inventarios y las expectativas de mayor demanda para los sectores automovilístico y construcción, sobre todo por parte de China.
El BM espera que los precios de los metales continúen creciendo en 2017 a una tasa del 11% (una revisión hacia arriba de 7 puntos porcentuales respecto a las proyecciones de octubre).
Estos factores permitieron que las exportaciones correspondientes al sector minero crecieran un 15% en 2016, al pasar de US$ 18,202 millones en 2015 a US$ 20,872 millones en 2016, y lograran una importante recuperación luego de cuatro años de retroceso.
El metal con mayor crecimiento fue el cobre, cuyos envíos sumaron US$ 8,728 (+32% respecto a 2015). Otros metales que presentaron un crecimiento en sus exportaciones fueron el molibdeno (+25%), el oro (+10%), el plomo (+7%) y la plata (+7%). Todo ello generó que las exportaciones mineras representaran el 58% del total enviado en 2016, 4 puntos porcentuales más que en 2015.
“Se espera que este año continúe el buen desempeño del sector minero gracias a la adjudicación de tres nuevos proyectos que se encuentran en la cartera 2017-2018 de la Agencia para la Promoción de la Inversión Privada (ProInversión)”, sostiene.
El primero se trata del proyecto Michiquillay, un depósito porfirítico de cobre y molibdeno ubicado en el distrito La Encañada, en Cajamarca, cuyos recursos estimados superan los 1,000 millones de toneladas métricas. Su inversión alcanzaría los US$ 2,016 millones y se trata de una iniciativa privada autofinanciada que se adjudicaría este 2017, pues ya se encuentra en etapa de evaluación.
Asimismo, ProInversión también tiene en cartera los proyectos mineros Jalaoca y Colca. El primero ofrece condiciones para ser explorado por cobre, oro y molibdeno; mientras que el segundo contaría con un posible pórfido de cobre y oro. Ambos se ubican en Apurímac y serían convocados próximamente por esta entidad.
En esta línea de mayor impulso al sector minero, el Minem ha propuesto una estrategia integral de promoción y desarrollo minero, cuyos objetivos son fomentar exploraciones, viabilizar proyectos en cartera y garantizar la continuidad de actuales operaciones. Esto de la mano con la simplificación administrativa, que iniciará con la modificación del reglamento de exploración, una mayor coordinación interministerial y una mejor gestión de conflictos sociales.
“No cabe duda de que la minería continúa siendo el motor de la economía peruana y por ello el Estado debe fomentar un marco legal amigable para el inversionista, quien debe presentar los estudios de impacto ambiental correspondientes y desarrollar una adecuada comunicación con las comunidades, para evitar trabas que paralicen los proyectos”, mencionan.