Debido a una mayor producción interna, Brasil y Argentina cada vez dependen menos del gas boliviano, tendencia que podría incrementarse en el futuro debido al desarrollo de reservas propias, así como cambios políticos y económicos en ambos países, alertaron expertos.
Según el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos, la producción brasileña de gas natural creció en un 62% entre 2010 y 2016, y se aproxima a los 100 millones de metros cúbicos día (MMmcd).
Su demanda varía entre los 80 MMmcd y los 120 MMmcd, dependiendo de la temporada; sin embargo, aclaró que pueden existir otros factores, como un menor desarrollo económico, o la compra de Gas Natural Licuado (GNL), que hacen que el requerimiento en ese mercado se reduzca. "Hay temporadas en las que existe sobreproducción de gas, mientras que en otras la demanda del gas boliviano es más alta”, precisó.
Sin embargo, señaló que desde el año pasado se ha producido una disminución de la demanda de gas boliviano por parte de Brasil. "Mientras que en años anteriores la oferta boliviana ocupaba cerca del 20% de la demanda de gas del vecino país, actualmente oscila entre el 8% y 10%”, precisó.
En el caso de la Argentina en 2013, la producción de gas interna era de 90 MMmcd y hasta finales de 2016, esa producción se encontraba en alrededor de 105 MMmcd, mientras que su demanda llegó a 150 MMmcd.
Hasta el año pasado la oferta de gas boliviano cubría un 16% de los requerimientos de ese mercado; sin embargo, en 2016 se presentó una ligera disminución hasta 13%. Esto debido la entrega de menores volúmenes por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la compra de GNL a Chile, que realizó Argentina en invierno.
"Esto nos está enseñando que algo que era una demanda constante puede caer. Por eso debemos dejar de depender de las materias primas”, opinó Ríos.
Por su parte, el analista del sector Hugo del Granado sostuvo que por el momento, la demanda de Brasil y Argentina se mantendrá constante. Esto porque la oferta de gas de estos países si bien crece, también se incrementará la demanda debido a la "gasificación” de sus matrices energéticas.
"Las reservas de nuestros vecinos están en aumento, pero también su consumo, por lo cual debemos concentrarnos en cubrir los déficits que éstos puedan tener en las zonas cercanas a nuestras fronteras”, explicó.
$us 53,59 el barril
Petróleo El barril de crudo WTI en la bolsa de Nueva York cerró ayer en 53,59 dólares en los contratos para entrega en abril, los cuales comenzaron a negociarse en la jornada de ayer.
Expectativa El pasado mes de enero el ministro del área, Luis Sánchez, dijo que para este año se prevé una cotización promedio de 55 dólares el barril de petróleo, que sirve de base para el cálculo del valor del gas exportado.
Exportación Desde diciembre pasado, Bolivia envía a Brasil volúmenes menores al mínimo estipulados en el contrato que mantienen los países. Según el analista Álvaro Ríos, esto significará un millón de dólares diarios que el Estado boliviano dejará de percibir.
El secretario de Energía, Minas e Hidrocarburos de la Gobernación de Santa Cruz, Herland Soliz, advirtió ayer que la reducción de las exportaciones de gas hacia Brasil presentada los últimos tres meses generará una pérdida de 20 millones de bolivianos por mes para el departamento.
"Esta baja en las ventas de gas hacia Brasil implica para el departamento de Santa Cruz una pérdida de 20 millones de bolivianos por mes, contando con regalías y recursos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH)”, precisó.
Según su análisis, la reducción de los volúmenes exportados representa una disminución del 33% de las regalías de los departamentos productores de gas y el 33% de los ingresos del IDH para cada una de las entidades territoriales autónomas beneficiarias.
Desde principios de febrero hasta el pasado martes, los volúmenes transportados por YPFB Transporte hacia Brasil se mantenían por debajo de los 24 Millones de metros cúbicos por día (MMmcd).
Ese mercado redujo las importaciones de gas boliviano al 45% del volumen máximo contratado, debido a una menor demanda industrial y mayor oferta interna del carburante, según un comunicado de Petrobras reproducido por el diario O Globo.
De acuerdo con la nota, la caída de las importaciones refleja la reducción cíclica de la demanda térmica e industrial del mercado brasileño. Además tiene que ver con el aumento de la oferta de gas doméstico y está en conformidad con las obligaciones y derechos de Petrobras en sus contratos.
El contrato GSA con Brasil establece un volumen mínimo de compra de 24 millones de metros cúbicos día (MMmcd) de gas natural y un máximo de entrega de 30,08 MMmcd. Si se incluye el gas combustible de 1,5 MMmcd, se debe enviar 31,5 MMmcd.
A principios de diciembre de 2016, el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, informó que esta reducción respondía a un mayor uso de sus hidroeléctricas gracias a las lluvias veraniegas.
Ante el aumento de la producción interna de gas en Brasil y Argentina, Bolivia debe concentrarse en los mercados fronterizos de los dos países, ya que éstos se encuentran alejados de las zonas productoras del hidrocarburo, lo cual hace más rentable el gas boliviano.
"Hay que realizar un seguimiento muy detallado de lo que sucede en estos países, porque a pesar de los incrementos en su producción, van a quedar como una alternativa al gas boliviano las zonas fronterizas, en este caso el norte de Argentina y los Estados fronterizos de Brasil, que van a incrementar su demanda”, explicó el experto Hugo del Granado.
Añadió que en las zonas fronterizas con Argentina y Brasil se está presentando un cambio de matriz energética hacia el uso de gas natural.
Por eso es necesario hacer un seguimiento muy estricto de esos mercados y a nivel interno hacer todo lo posible para incrementar las reservas para atender esas necesidades.
Por su parte, el experto Álvaro Ríos sostuvo que la dinámica de los mercados ha cambiado, por lo que Bolivia debe buscar nichos específicos para su gas.
"Tenemos que entender que los mercados de Brasil y Argentina ya no van a ser monopolizados por una sola empresa compradora, como era el caso de Enarsa y Petrobras. Por lo tanto, Bolivia tiene que ir a conquistar mercados con distribuidores de gas”, remarcó. Eso significa vender gas a empresas termoeléctricas, o grandes industrias consumidoras del energético para diversificar sus mercados.