MARÍA BELEÉN ETCHENIQUE
El compromiso oficial fue devolverles parte del costo de luz, gas y agua. Pero muchos aún no acceden al beneficio y reciben boletas abultadas. Dicen que no pueden aumentar las cuotas.
Están las marcas de la pelota contra una pared. Está el rechinar de las zapatillas en el piso. Está el techo curvo de chapa verde que, atravesado por el sol, genera la fantasía de estar dentro de una botella de vidrio. No están los pasillos repletos de socios. Tampoco están las orquestas; están las fotos de los que tocaron en vivo -Troilo, D’ Arienzo o Sandro- pegadas a la pared. Está el griterío que funciona como música ambiental. Están los chicos que dejan el celular en la grada para concentrarse en el partido. Están los que salen de trabajar y entrenan en su equipo de futsal de noche. No están los que festejan su casamiento en el patio del club. No están los que salen de su casa apurados para no perder su mesa. En las mesas, ahora ociosas, están las facturas de agua, luz y gas y están los mismos clubes haciéndoles frente.
Pese a los anuncios, los clubes de barrio siguen teniendo problemas para pagar los servicios. El año pasado, con el aumento de las tarifas, muchas instituciones quedaron al borde del cierre. Fue porque empezaron a recibir boletas con importes mensuales de hasta 15 mil pesos, voraces para sus presupuestos. En ese momento los clubes de la Ciudad y del Gran Buenos Aires recibieron promesas de subsidios y ayudas económicas. Algunos paliativos llegaron pero la tarifa diferenciada para los clubes sigue en espera, aún cuando está la ley 27098 -promulgada en 2015 y todavía sin reglamentar-, que contempla la entrega de este beneficio.
Glorias. En Mataderos, se recuperó de los destrozos de un temporal y ahora pelea para mantener al día los servicios. Foto: Emmanuel Fernández
“No estamos bien. La cuota no se puede ajustar al nivel que subieron los servicios. Nosotros tenemos una política: el que puede pagar tiene que hacerlo y el que no puede seguirá practicando su deporte. Pero, si la franja de los que no pueden pagar se sigue agrandando, corremos riesgo”, dice Sergio Tur, presidente e hijo de uno de los fundadores del club Glorias Argentinas, una institución histórica de Mataderos.
Está parado junto a una mesa vacía en el buffet del club, el único bar notable porteño que está dentro de una institución deportiva. De fondo hay una tele encendida: transmite el partido del Real Madrid contra Nápoli por octavos de la Champions League. Dos hombres y una mujer miran la pantalla mientras toman café. Afuera, dos equipos de voley femenino entrenan; arriba, practican las jugadoras de la categoría infantiles. “Fui a todas las reuniones con funcionarios -sigue-, estuve en AySA y presenté todos los papeles, pero sólo calificamos para cambiar las luces del club por otras LED”.
Tur hace referencia a un programa que dispuso el Gobierno de la Ciudad el año pasado luego de que varios clubes se quejaran de aumentos del 700% en la electricidad. Según registros oficiales, 67 clubes accedieron al recambio de luces, de ellos alrededor de 30 ya tiene hecha la reconversión. Los subsidios otorgados variaron entre $ 60.000 y $ 125.000. “Nos dijeron que están instalando las luces por tandas. Acá vinieron a hacer un relevamiento, pero todavía la plata para la obra no está depositada”, dice Tur. Mientras tanto, adelantaron las prácticas para ahorrar en el consumo: la actividad empieza a las 15; antes, a las 18. Pero las tarifas siguen altas. En enero pagaron $ 3.500 de agua y $ 9.600 de luz.
En el Club Social y Deportivo Yupanqui, en Villa Lugano, miran las 17 luces nuevas del microestadio con ilusión. Ahí se juega al básquet, fútbol, handball, voley y se practica patín. "Nos dijeron que con las LED vamos a ahorrar entre un 40 y 60%. Como las instalaron en diciembre, todavía la diferencia no se ve en las boletas. Las restantes siguen igual que en marzo de 2016: por mes, pagamos entre $ 12 y 15 mil de luz y alrededor de $ 6.000 de agua", dice Mónica Signore, secretaria de Yupanqui. El club se hizo famoso en 2001 por ser elegido por Coca Cola para una publicidad -"el equipo con menos hinchas del fútbol argentino pero no con menos pasión", fue el slogan-, pero pocos saben que fue el primer espacio público del barrio en tener televisión y que hoy recibe a 600 socios que pagan una cuota social de $ 70, en el caso de los menores, y $ 100, los adultos.
Otro club que pasó a la historia a través de la ficción y que también está en una situación delicada es el Juventud Unida de Llavallol, en Lomas de Zamora. Ahí se filmó la película Luna de Avellaneda y ahí el presidente Mauricio Macri anunció en junio un retroactivo del 40% en las tarifas, que gestionaría la Secretaría de Deportes de la Nación. Desde esa entidad dijeron a Clarín que 302 clubes de Capital y Buenos Aires iniciaron el trámite para tener el retorno y que de ellos el 95% lo percibe.
"Estamos en febrero y seguimos como el 4 de junio. Las facturas son de $10.000 y $6.000. A nosotros nos aplican el retorno del 40%, pero es una lastima que el Estado invierta recursos para esa devolución. Tienen que aplicar una tarifa diferenciada, no somos un contribuyente más", dice Iris Pardal, presidenta del club. "No vamos a cerrar -agrega Pardal-. Vamos a encontrar la manera de seguir, pero sería bueno dirigir ese esfuerzo y esa plata a la comunidad. Esa es la función de los clubes barriales".
Más testimonios:
"Lo más caro para nosotros es el agua. La última boleta tiene un monto de $ 20.000. No tenemos pileta, sólo un vestuario. No hay un uso que justifique semejante gasto. El consumo eléctrico se redujo mucho después que instalamos luces LED a través de un subsidio del Gobierno porteño. No entendemos por qué aplicamos para algunos subsidios y para otros no", Ariana, secretaria del club El Talar de Agronomía.
"No llegaron subsidios. Siempre nos falta algún papel, hay mucha burocracia. Lo que hicimos fue agudizar la imaginación para llegar a fin de mes: empezamos a alquilar el salón y se organizan peñas, charlas y funciones de teatro. Si no llegamos sacamos de nuestros bolsillos", Susana Borda, presidenta de la asociación S.A.B.E.R de Parque Chas.
Cómo y dónde los clubes pueden obtener asesoramiento de la Secretaría de Deportes de la Nación: vía correo electrónico a clubesargentinos@deportes.gov.ar y al (11) 4704 -1652/1680