En una entrevista al 'Financial Times' recogida por Europa Press, Galán señala que como "no hay suficiente capacidad para satisfacer la demanda prevista" se están manteniendo plantas eléctricas que "son obsoletas y que estarían cerradas si no fuese por los subsidios". "Al mismo tiempo, no estamos creando nuevas plantas de gas", indicó.
El directivo muestra así su preocupación ante posibles déficit de electricidad durante los picos de demanda o en momentos en los que hay poco sol o viento, lo que hace que los gobiernos, para hacer frente a ese riesgo, ofrezcan subsidios para mantener operativas las viejas centrales eléctricas, incluidas las de carbón y las de diésel, altamente contaminantes.
De esta manera, denuncia un sistema "kafkiano" que, por una parte, dice a las empresas del sector que los precios "no pueden aumentar y, por otra, los reguladores exigen más y más, lo que se debe trasladar a las tarifas".
Respecto a su presencia en Reino Unido, donde el grupo prevé inversiones por 2.000 millones de libras (unos 1.883 millones de euros) de 2016 a 2020, Galán subrayó que Iberdrola está protegida de cualquier impacto derivado de la devaluación de la libra en 2016 y 2017 tras el Brexit. "No creemos que el Brexit vaya a tener un impacto negativo en nuestro negocio", recalcó.
Asimismo, el presidente de Iberdrola también se mostró cauto respecto a un posible cambio de rumbo en la política energética en Estados Unidos, donde la compañía es el segundo mayor productor de energía eólica, tras la victoria electoral de Donald Trump.
"El presidente Trump lleva pocas semanas en el cargo. Veamos cómo evolucionan las cosas. Hay que darle tiempo. No veo ninguna señal concreta que sugiera que Estados Unidos no va a disminuir sus emisiones", dijo.