Hoy el precio del cobre registró un incremento de 1,1% respecto al viernes de la semana pasada, situándose en ¢US$ 269,4 la libra.
El aumento se debe a la fuerte alza del precio registrada el lunes de esta semana, la cual fue impulsada por la huelga en minera Escondida.
Además, Freeport McMoRan detuvo la producción de concentrado de cobre en la mina Grasberg en Indonesia como consecuencia de las regulaciones, aplicadas el 12 de enero pasado, las cuales restringen las exportaciones de concentrado del país con el objetivo de impulsar las fundiciones locales. Sin embargo, en el transcurso de la semana, Indonesia permitió a la empresa exportar 1,1 millones de toneladas de concentrado de cobre hasta febrero de 2018. A lo anterior, se suma la huelga en una de las operaciones que abastece de concentrados a la fundición.
El viernes, el yacimiento de cobre El Soldado de Anglo American se sumó a la racha de paralizaciones mineras que empezó hace dos semanas. La mina chilena detuvo su producción dado que el gobierno rechazó su proyecto de rediseño del plan de operaciones.
La minera no reanudará la operación hasta que defina los siguientes pasos: apelar a la resolución y/o presentar un nuevo plan, señaló el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile. Anglo American aseguró que el plan que había presentado es confiable.
Sin embargo, en el contexto actual, El Soldado es solo un pequeño factor en el mercado. Los trabajadores de la mina chilena Escondida controlada por controlado por BHP Billiton, principal productora de cobre a nivel mundial, mantienen una huelga desde hace 10 días y se estima que podría demorar 10 días más en resolverse el conflicto. El yacimiento responsable de la producción del 5% del cobre en el mundo aun no logra llegar a un acuerdo con los 2.500 trabajadores en para.
Actualmente, la mina ha declarado en fuerza mayor sus exportaciones. Se estima que con las 21.000 toneladas de cobre que no se produjeron en la primera semana de la huelga, se podrían haber cableado un millón de carros.
El escenario se complica aun más cuando se suma que la segunda productora de cobre en el mundo, la mina Grassberg de Freeport-McMoRan Inc ha suspendido su producción dado que el gobierno de Indonesia ha prohibido la exportación de concentrados de cobre del país para impulsar la industria de fundición. Al quedarse sin almacenamiento, la empresa se ha visto obligada a detener la producción y declarar, también, fuerza mayor a sus exportaciones.
El gobierno de Indonesia les ha ofrecido exportar 1,1 millones de toneladas de concentrado de cobre hasta el 16 de febrero del 2018, pero Freeport no accederá a condiciones distintas a su contrato original.
Así, hoy por hoy, el mercado ha perdido 9% de la producción de cobre del mundo sin saber a ciencia cierta cuándo se solucionará el panorama.
En este contexto, los analistas llaman a este momento la “tormenta perfecta” para el precio del cobre. El metal ha tenido su mejor inicio de año desde el 2012, en el que ha incrementado en 11% su precio en lo que va del año y se encuentra en US$2,70 la libra.
Esto se ha visto impulsado también por los anuncios del presidente de EE.UU., Donald Trump, de aumentar el gasto en infraestructura. El mercado aun no se pone de acuerdo sobre si el efecto será de corto o largo plazo.
Para el Perú, segundo productor de cobre en el mundo, el alza en el precio es una buena noticia, siempre que aproveche su capacidad de producción. En ese contexto, hay expectativa por el plan de desarrollo presentado por el Ejecutivo para Cotabambas, donde se sitúa Las Bambas. El yacimiento operado por MMG debería meterse este año con fuerza entre los mayores productores del mundo. La continuidad de su operación puede ser una oportunidad de aprovechar los buenos precios para el país o, de interrumpirse, una fuente adicional de disrupción para la oferta global