China es el país con más habitantes del planeta y ahora se convirtió en uno de los mayores productores de energía solar. El Gobierno tomó la decisión de dar un giro en el empleo de energías renovables y limpias. Una de las metas es alcanzar 110 gigavatios en los próximos tres años.
Actualmente, China produce 77,42 gigavatios de energía solar. La energía sostenible, en los últimos años, es la alternativa más ecológica para dotar de electricidad verde. Las Naciones Unidas informan que una de cada cinco personas todavía no tiene acceso a la electricidad. Es por ello que la producción de energía asequible y no contaminante se convirtió en uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Banco Mundial, en esta semana, publicó el informe sobre ‘Indicadores Reguladores de la Energía Sostenible’ (RISE, por sus siglas en inglés).
El documento revisa la situación de las políticas y acciones sostenibles en el marco de planes energéticos ecoamigables. En el mundo, varios países están utilizando estas energías. México, China, Turquía, India, Vietnam, Brasil y Sudáfrica encabezan la lista de las naciones líderes en energía sostenible. Además, cuentan con sólidas políticas para promover el acceso a estas, según el último informe del Banco Mundial.
El estudio tiene como finalidad ayudar a los gobiernos a determinar si cuentan con un marco regulador y políticas para propiciar avances en materia de energía sostenible. La directora de la iniciativa y representante especial del secretario General de las Naciones Unidas, Rachel Kyte, aseguró que al mundo le urge lograr la transición a la energía limpia, proceso que permitirá suministrar estos servicios a todos. Un elemento clave para que esto se genere es el aumento del uso de energía de fuentes renovables.
En el documento de RISE se destacó que la reducción en el precio de los paneles solares ha incidido directamente en la producción de energía verde. Muestra de ello es la política que adoptó recientemente Google, que desde este año funcionará con energías renovables (solar y eólica), según lo anunció el Foro Económico Mundial en diciembre del año pasado. Los beneficios que poseen estas iniciativas son múltiples. Entre los más importantes están: el mejoramiento de las prácticas ambientales, y el acceso inagotable a la fuente (sol, agua y otras) en comparación con otro tipo de energías (carbón, petróleo y gas).
Para que se genere concienciación en los mandatarios, existe un seguimiento mundial de los proyectos de energías renovables que lo realiza el RISE. China, por ejemplo, tiene una puntuación de 81, mientras que el Ecuador tiene 68 (el puntaje máximo es 100). Estos porcentajes se los califica con base en temas como: legislaciones, proyectos, eficiencia energética e incentivos, mecanismos de financiamiento.
De acuerdo con el informe ‘Tendencias globales en la inversión en energía renovable’ (2016), gracias a la generación de energía verde se previno la descarga de 1,5 gigatones de CO2 en la atmósfera en el 2015, reduciendo los índices de contaminación global. El estudio se desarrolló por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en conjunto con la Frankfurt School
Frente a un promocionado renacimiento del petróleo, impulsado desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, las energías renovables, incluyendo la hidroeléctrica, han estado produciendo electricidad a niveles récord en Estados Unidos desde principios de 2006, según los datos publicados por el Departamento de Energía de EEUU. Y es la hidroeléctrica la que ha ido dando paso poco a poco a esta nuevas energías.
Durante este año, la generación de electricidad por parte de fuentes renovables superó los niveles de años anteriores durante todos los meses, lo que se debe, en parte, a la mayor sequía en años que ha sufrido la Costa Oeste, que redujo la producción de energía hidroeléctrica en favor de otras tecnologías como la eólica, la geotérmica, la biomasa o la solar. El año pasado, las energías renovables representaron más del 10 por ciento de la generación eléctrica del país por primera vez.
Y en el mes de julio, la producción alcanzó los 844,88 billones de BTU (British Termal Unit), según los datos de Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
El aumento de las energías renovables no hidráulicas, especialmente eólica y solar, ha sido responsable de la mayor parte de la nueva capacidad de generación que se ha añadido a la red eléctrica de Estados Unidos. De hecho, según los datos del American Council On Renewable Energy (Acore), desde el año 2008, más de la mitad de la nueva capacidad de generación ha provenido de las energías renovables.
Esta cifra seguirá creciendo, entre otras razones porque, además de haber ratificado los compromisos de la Cumbre de París del año pasado, Estados Unidos, junto a Canadá y México, quiere que el 50 por ciento de la energía de Norteamérica se genere de manera limpia.
Los tres países acordaron un plan de acción con ese objetivo, lo que implica que la inversión en renovables seguirá aumentando. Según los datos de Bloomberg, el sector privado invirtió más de 380.000 millones de dólares en energías renovables desde el 2004. Sólo en el año 2015, la inversión alcanzó los 44.000 millones de dólares.
Y las perspectivas de inversión son optimistas. Estados Unidos ya es, por delante de China, el primer productor de energía eólica del mundo, pero no es el único aspecto en el que adelanta al país asiático en materia de renovables. Según un estudio de E&Y, EEUU es el país más interesante para invertir en renovables, por delante del gigante asiático.
Aunque “China sigue superando a Estados Unidos en términos de nuevas inversiones y despliegue de las energías renovables, su actual desaceleración económica, la escasa participación extranjera y las limitaciones de la red han contribuido a su caída al segundo puesto”, recalcan desde la consultora.
El Plan de Energía Limpia (CEIP, por sus siglas en inglés) lanzado por Barack Obama para limitar las emisiones resultantes de la generación de energía (que pretende que las plantas generadoras de energía recorten un 32 por ciento sus emisiones de dióxido de carbono para 2030 con respecto a los niveles de 2005) dará principalmente un impulso a las energías limpias. Pero, además de las medidas que se tomen para promover las renovables, la evolución que está teniendo el coste de las distintas tecnologías también tendrá mucho que decir en su evolución.
Según los datos de Lazard, entre 2009 y 2015 el coste de la energía eólica se ha reducido un 61 por ciento; porcentaje que alcanza el 82 por ciento en el caso de la energía solar.
El aumento de la competitividad de las tecnologías hará que su desarrollo mantenga la tendencia creciente, pero también hay un aspecto relacionado con la seguridad nacional. Según destacan desde Acore, “el esfuerzo por aprovechar los recursos nacionales en renovables promueve la independencia energética y la seguridad al reducir nuestra dependencia de los mercados mundiales de recursos fósiles”.
Medioambiente, seguridad y competitividad frente a otras tecnologías serán las claves que marcarán el futuro de las renovables en EEUU.