La española Enagás ve con optimismo la evolución que tendrá la demanda de mundial de gas natural licuado, impulsada por los esfuerzos de los países para reducir sus emisiones de carbono.
En este sentido la compañía ve que en los próximos años la infraestructura de almacenamiento y tratamiento de este combustible jugará un rol estratégico, pues en términos logísticos se asemejará al negocio del petróleo en el que grandes volúmenes están en constante movimiento.
Con este dato en mente, la empresa tiene entre sus planes de corto plazo impulsar la última ampliación que puede ejecutarse en el terminal de GNL de Quintero, proyecto que implica reemplazar el estanque de 10 mil metros cúbicos de capacidad, que sirvió como “pulmón” durante la primera fase de la planta, por una nueva estructura capaz de contener 150 mil metros cúbicos de GNL, volumen equivalente al contenido de un buque metanero.
Este proyecto representa una inversión que bordea los US$320 millones, de los cuales Enagás ya tiene considerados casi US$300 millones como parte de su plan a 2020, el que totaliza US$1.530 millones, de los cuales este año espera ejecutar más de US$680 millones.
La estimación de la firma es que esta nueva estructura esté en operación hacia 2021.
Antonio LLardén, presidente ejecutivo de la compañía, que el año pasado se hizo con el 60,4% de la propiedad de la planta de la Quinta Región, explicó el martes durante la entrega de resultados de Enagás, que América Latina es una de las regiones donde ven importantes aumentos en el consumo de GNL, con una proyección de incremento de 1,3%, donde Chile y Perú evidencian las mayores expansiones previstas con 5,4% y 3,3%, respectivamente.
Enagás espera con atención la decisión que tomará la estatal ENAP respecto de hacerse con un 15% adicional de participación en el terminal lo que está acordado suceda este año y que implica un desembolso de unos US$ 142 millones.
Pese a esto, LLardén anunció que en virtud de los acuerdos suscritos con sus socios en este negocio, la estatal chilena y Oman Oil, a partir de enero de este año comenzaron a consolidar los resultados de la planta, que en este momento cuenta con una caja de US$ 271 millones.
Añadió que estos acuerdos también les permiten utilizar estas filiales, como GNL Quintero, como instrumentos de inversión, de manera de no exponer a la matriz a los proyectos que estas unidades concreten en el marco del proceso de internacionalización de la española.
Las proyecciones para el complejo que actualmente puede entregar 15 millones de metros cúbicos del hidrocarburo ya regasificado y completaría 20 millones tras la ampliación, son que este año alcanzaría ingresos por más de US$185 millones al Ebitda de la española, cifra que se incrementaría a más de US$ 220 millones hacia 2020.
En términos de Ebitda, en tanto, mientras este año llegaría a US$152 millones, al cierre del presente plan estratégico de la empresa éste indicador ascendería a US$175 millones.