El truculento proceso de sucesión de ejecutivos en el gigante minero brasileño Vale SA podría hacer que el presidente ejecutivo, Murilo Ferreira, permanezca en el cargo por otros dos años, publicó el diario Valor Económico.
El senador Aécio Neves y el vicegobernador Antônio Andrade, ambos del estado de Minas Gerais, rico en minerales, están presionando al presidente Michel Temer para que influya en la selección de un nuevo presidente ejecutivo, informó Valor, citando a fuentes gubernamentales y empresariales no identificadas.
La situación generada por el puesto en Vale es la más reciente señal de tensión entre los dos partidos más grandes en la coalición de Gobierno de Temer.
El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Neves y el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Andrade han discrepado sobre una serie de puestos ministeriales y podrían presentar candidatos rivales en la elección presidencial de 2018.
Vale fue privatizada en 1997, pero el Gobierno sigue ejerciendo influencia sobre la compañía a través del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y los fondos de pensión de varias empresas estatales, que figuran entre los accionistas controladores de Vale.
Reuters informó en enero que los accionistas podrían proponer que Ferreira, cuyo mandato expira a mitad del segundo trimestre, se quede por al menos otro años, en el contexto de discusiones sobre un nuevo acuerdo entre accionistas.
Valor Económico publicó que las presiones por la elección de un nuevo presidente ejecutivo hacen más probable que Ferreira se quede más tiempo a cargo de la minera, adonde llegó en mayo de 2011.
La decisión podría surgir al renovarse un acuerdo entre accionistas controladores que expira en abril, según el diario.
La oficina de prensa de Vale declinó formular comentarios y representantes de Neves, Andrade y Temer no respondieron de inmediato a solicitudes para hablar sobre el tema.