México se convirtió en el principal suministrador de petróleo de España durante el año pasado, con 9,2 millones de toneladas, el 14,4% de total, desbancando a Nigeria del trono, con 2,7 millones, y el 12,6%. Las importaciones, por otro lado, se redujeron un 0,7 por ciento frente al máximo registrado en 2015, situándose en 64,1 millones de toneladas.
Las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) revelan que España tiene una sólida y diversificada estructura de aprovisionamiento de petróleo, recibiendo oro negro desde numerosos países, sin que ninguno acumule una cuota muy relevante: sólo siete están por encima del 5%: México, Nigeria, Arabia Saudí (10,3%), Irak (8,1%) y Rusia (7,9%).
Incluso la proporción correspondiente a los países de la Opep -el cártel de exportadores liderado por la monarquía saudí-, ha descendido hasta el 48% del total, desde el máximo del 54% que alcanzó en 2015.
En 2016, por otro lado, hubo un fortísimo descenso del 64,9% del crudo suministrado por Venezuela -aportó 1,1 millones de toneladas, el 1,7% del total- porque su empresa de referencia, PDVSA, sufre un grave problema de gestión que ha hundido su capacidad de producción a la mitad de sus posibilidades.
Igualmente perdieron peso Angola -bajó un 49%, pero llegó al 4,7% del total-, Argelia -un 48,9%, quedándose en el 2,4%- y Nigeria, que redujo sus ventas un 25,1%, perdiendo con ello el liderazgo.
En conjunto, España importó 64,1 millones de toneladas de petróleo en 2016, un 0,7% menos que las 64,6 millones de toneladas de 2015, el máximo histórico. El dato es muy relevante, puesto que durante el pasado ejercicio la economía nacional creció al 3,3% y las cotizaciones del hidrocarburo estuvieron históricamente bajas, lo que debiera haber espoleado el consumo.
La diversificación que se aprecia en el crudo no se reproduce en el gas, un mercado donde la geografía es clave. Argelia es el actor dominante -con un 56,8% del suministro- y remite la gran mayoría del gas por los dos gasoductos que nos unen con él. Nigeria es el segundo suministrador, con el 14,5%.
Las importaciones netas de gas crecieron un 4%, hasta los 319.500 GWh. En cuanto a las exportaciones -hace un par de años muy relevantes-, se redujeron un 21,3% y se quedaron 44.827 GWh; Francia y Portugal recibieron el 95%.