Sandvik muestra las instalaciones de producción de clase mundial de inserción de la Sandvik Coromant en Gimo, Suecia para presenciar cómo se hace una inserción

Casi todo de metal se mecaniza con un inserto. El inserto tiene que soportar el calor extremo y la fuerza, por lo que está hecho de algo del material más duro del mundo. 

Uno típico está hecho de carburo de tungsteno 80% y una matriz de metal que une los granos de carburo duro, donde el cobalto es el más común. Se tarda más de dos días para producir un inserto, por lo que es un proceso complicado. 

Los insertos son suelo, uno por uno, en diferentes tipos de máquinas de molienda para conseguir el tamaño exacto, la geometría y tolerancias. A medida que el inserto de carburo cementado se pone duro, un disco con 150 millones de pequeños diamantes industriales, se utiliza para moler. El exceso de carburo se recicla, así como el aceite que se utiliza como fluido de corte. 

Aunque el inserto ha sido inspeccionado en el laboratorio con regularidad durante todo el proceso, se examina nuevamente manualmente antes de que sea marcado y embalado láser.  Después del marcaje, las cajas grises están listos para ser enviados a los fabricantes de todo el mundo.