El ambicioso plan de Argentina de incorporar por lo menos 2,4 gigavatios de energía verde para 2019 atrae a desarrolladores del vecino Uruguay, el mayor usuario de energía eólica de Sudamérica.
"El futuro de nuestra compañía durante los próximos dos años está en Argentina", dijo Francis Raquet, director de desarrollo de negocios de la firma de energía solar y eólica Ventus Ingeniería, en una entrevista realizada en Montevideo.
Ventus estima que las ventas totales prácticamente se duplicarán y llegarán a alrededor de u$s21 millones este año, y que las dos terceras partes procederán de Argentina, en comparación con menos de 10% en 2016, dijo Raquet. Si la compañía obtiene algunos contratos grandes, podría volver a evaluar los planes de una salida a bolsa en Buenos Aires o en Montevideo en 2018, idea que había postergado el año pasado.
Luego de generar más de 1,1 gigavatios de energía eólica desde 2013, Uruguay se jacta de contar con abundante personal local con experiencia en energía verde. Se estima que el viento proporcionará más del 35% de la energía uruguaya este año, la mayor cantidad en Sudamérica, en tanto la capacidad crece a casi 1,5 gigavatios. Brasil, el mayor mercado eólico por capacidad instalada, obtuvo sólo el 4% de su energía de las turbinas en 2015, según Bloomberg New Energy Finance.
En momentos en que la ola de creación de granjas eólicas ya llega a su fin en el país, las firmas desarrolladoras uruguayas se concentran en el presidente argentino Mauricio Macri, que planea aumentar la capacidad instalada de energía renovable del país y multiplicarla por más de 12, a 10 gigavatios para 2025.
Para SEG Ingeniería, Argentina podría resultar un mercado tan grande como México y Brasil, según Fernando Schaich, director de la compañía desarrolladora de energía limpia con sede en la capital uruguaya.
Los inversores que respaldan la firma buscan entre u$s3 millones y u$s5 millones para capitalizar una nueva empresa, Ultralíder, que usará la experiencia de SEG para desarrollar 1,5 gigavatios de proyectos solares y eólicos en Latinoamérica, dijo.
El mercado argentino de energía limpia se rige en la actualidad por acuerdos de compra de energía que ofrece el gobierno, pero eso va a cambiar. Es probable que alrededor del 70% de la capacidad de energía renovable de Argentina en los próximos diez años se financie por medio de asociaciones público-privadas entre grandes usuarios de energía y generadores privados, dijo el director de Ventus, Oscar Ferreño.
Las compañías fabricantes de equipamiento consideran que esos contratos privados son menos arriesgados y más baratos de financiar que las APP gubernamentales, informó el directivo.
Hay algunas cosas que limitan el crecimiento, según Schaich, de SEG. En primer lugar, los inversores no tendrán una idea clara sobre la magnitud del mercado privado de APP hasta que el gobierno publique las nuevas regulaciones, algo que se estima hará pronto.
La red de transmisión del país también emerge como cuello de botella para la distribución de energía y podría afectar los planes de los desarrolladores, aseguró el ejecutivo.