Luis Díaz Olivero, que se desempeñaba como gerente corporativo de operaciones, será el nuevo gerente general adjunto. Además, se crearon otras seis áreas dedicadas a atender el GSP e impactos reputacionales.
El directorio de Graña y Montero acordó reorganizar su plana gerencial con gerencias dedicadas a tiempo completo a las acciones contractuales y financieras derivadas del término del contrato del Gasoducto Sur Peruano (GSP), así como para afrontar el daño reputacional por haberse asociado con la constructora brasileña Odebrecht.
Mediante la designación de gerencias dedicadas a afrontar el ‘efecto Odebrecht‘, la constructora peruana busca que dicha situación no “distraiga” a la firma de sus operaciones ordinarias.
Así, el directorio aprobó nombrar a Luis Díaz Olivero, quien venía ejerciendo el cargo de gerente corporativo de operaciones, como gerente general adjunto. Él estará encargado, a tiempo completo, de dirigir las acciones relacionadas a la revocación de la concesión del GSP y al impacto reputacional ocasionado por Odebrecht.
Venta de Activos. El 26 de enero, Graña y Montero hizo su primer cambio gerencial. Juan Antonio Rodríguez, actual gerente comercial corporativo, fue designado como gerente de negocios corporativos. Esta nueva gerencia será responsable de ejecutar el plan de ventas de activos no estratégicos por US$300 millones, a fin de obtener caja para asumir las obligaciones financieras, US$423 millones, que ha ocasionado la caducidad del GSP.
En los primeros dos semestres de este año, según la empresa, se apunta a vender activos por US$51 millones, y en el tercer y cuatro trimestres, US$107 millones y US$99 millones, respectivamente.
Compromisos por la terminación del contrato del GSP. A fin de estructurar las deudas que Graña y Montero ha asumido por la anulación del GSP, se ha elegido a Dennis Gray Febres y María del Pilar Sabogal. Ellos trabajarán con el apoyo de la gerente corporativa de finanzas, Mónica Miloslavich.
Aspectos contractuales. Para atender los aspectos legales relacionados a la participación de Graña y Montero en el GSP, así como lograr la recuperación de su inversión (valor neto contable) en el proyecto, se ha nombrado a Tania López-Guerra como gerente legal societaria. Ella se desempeñaba como gerente legal de Viva GyM, subsidiaria del grupo del rubro inmobiliario.
Terminación del contrato de construcción del GSP. Javier Castro estará a cargo de concluir las operaciones de Graña y Montero vinculadas al contrato de construcción.
Manejo reputacional. El manejo de la reputación y las comunicaciones estará a cargo de Claudia Drago, quien trabajará con el apoyo de Mariana Velarde y Ana Ferrucci, así como con un equipo externo de comunicaciones.
Auditoría y control. Arturo Isenrich, actual oficial de cumplimiento del grupo Graña y Montero será responsable de reforzar los procedimientos y controles del sistema de cumplimiento de la firma, en particular con sus socios y proveedores. De la mano de dos equipo ad hoc, interno y externo, Isenrich también dará soporte a la investigación forense que hará la empresa de los proyectos en los que han estado asociados con Odebrecht (IIRSA Sur, IIRSA Norte, construcción de la línea 1 del Tren Eléctrico, Chavimochic II y GSP).