Un resultado consolidado de US$ 60.2 millones obtuvo el Grupo CAP al 31 de diciembre de 2016, lo que equivale a 28 veces la cifra obtenida a fines de 2015.
Al término del ejercicio 2016, los ingresos y EBITDA del Grupo CAP alcanzaron US$ 1.635,6 millones y US$ 442,6 millones, representando aumentos de 10,9% y 54,5% en relación con las cifras obtenidas en 2015.
En CAP Minería (Compañía Minera del Pacífico), los ingresos y EBITDA al 31 de Diciembre de 2016 llegaron a US$ 949,3 millones y US$ 342,2 millones, mostrando aumentos de 43,4% y 88,0% al compararlos con los montos del año anterior.
En minería del hierro, la utilidad neta al 31 de diciembre de 2016, de US$ 106 millones, fue un 460,2% mayor que la de US$ 18,9 millones, al 31 de diciembre de 2015, como consecuencia de un incremento de 15,0% en el precio promedio del mineral de hierro despachado en el período y por el mayor tonelaje embarcado de 16,7 MTM en 2016 vs los 14,3 MTM de 2015.
En CAP Acero (Compañía Siderúrgica Huachipato), los ingresos y EBITDA al finalizar 2016 alcanzaron US$ 403,1 millones y US$ 13,5 millones, resultantes en disminuciones de 9,0% y 38,4% en relación con los números de 2015.
En producción siderúrgica, la pérdida neta a diciembre de 2016 alcanzó a US$ (19,2) millones, un 22,8% mayor que la de 2015, por el efecto combinado de la disminución de 11,5% en el precio promedio del acero vendido y un aumento marginal en los despachos físicos a 719.909 TM en 2016 vs los 718.856 TM del año 2015. En cuanto al costo de venta promedio por tonelada, este se redujo en un 8,6%. “Lamentablemente, la menor actividad registrada en el país junto a la persistencia de las distorsiones de precio, solo parcialmente corregidas por las medidas impuestas por las autoridades, han resultado en la caída de los ingresos mostrada por la empresa siderúrgica”, indican en CAP.
En el grupo de procesamiento de acero (GPA), negocio compuesto por Cintac en Chile, Tupemesa en Perú y Tasa en Argentina, los ingresos y EBITDA al 31 de diciembre de 2016 y 2015 llegaron respectivamente a US$ 286,8 millones y US$ 28,5 millones, representando una disminución de 23,2% y un aumento de 43,1% en relación con los montos correspondientes.
En actividades del GPA su utilidad consolidada al término de 2016 de US$ 7,7 millones, que se compara con el resultado de 2015, se obtiene a pesar de la baja de 7,5% en el precio promedio de los productos vendidos junto a una disminución en el tonelaje despachado a 335 mil toneladas en 2016, desde las 403 mil toneladas de 2015. “Se nota así que la meditada estrategia de GPA en concentrarse en la fabricación de productos de mayor valor agregado ha tenido el efecto deseado y anticipado. El costo de venta promedio por tonelada disminuyó 13,4%. En más detalle, al ver los resultados por compañía: Cintac US$ 11,3 millones, Tupemesa US$ 2,3 millones y Tasa US$ (4,2) millones, se observa a esta última afectada fuertemente por los ajustes macroeconómicos en Argentina que actuaron como freno de la actividad durante el período de reporte”, señala la empresa.
En CAP Infraestructura, actividad que comprende a la compañía productora de agua desalinizada Cleanairtech Sudamérica, la de transmisión eléctrica Tecnocap y el Puerto Las Losas, los ingresos y EBITDA al 31 de Diciembre de 2016 alcanzaron US$ 77,1 millones y US$ 52,7 millones, reflejando disminuciones de 6,1% y 5,0% al compararlos con los montos del año 2015. “En relación con las cifras de 2015, estas últimas aparecen puntualmente altas, como resultado del reconocimiento de ingresos extraordinarios por facturación de energía por US$ 3,8 millones en aquel ejercicio”, explican en CAP.
En el negocio de infraestructura, la utilidad neta a diciembre de 2016 alcanzó a US$ 14 millones, un 59,2% mayor que la de US$ 8,8 millones del año anterior, como resultado de que en el presente ejercicio todas las compañías mejoraron su desempeño, “particularmente Puerto Las Losas que registró la primera utilidad de su historia, aún ante de la detención del proyecto Agrosuper para el que fuera construido y como consecuencia de una sostenida gestión de posicionamiento de las instalaciones como puerto multipropósito en la región de Atacama”, expresaron en CAP.
En minería, los clientes principalmente de Asia y Medio Oriente han mantenido la demanda por los concentrados magnéticos que produce CAP Minería, de sinter feed con 62% a 63% de Fe, de pellet feed con 65% a 69% de Fe y de pellets con 65% a 67% de Fe. Las ventajas competitivas de los referidos productos marcan diferencias positivas en la colocación de los mismos y en la obtención de premios por su calidad, bajas impurezas y propiedades magnéticas.
“De hecho, los diferenciales de precio entre productos de baja y mediana ley y aquellos de alta ley de concentración alcanzados a diciembre de 2016, se habían visto por última vez en enero de 2014. Más aun, la alta demanda por los productos de la compañía minera y su acertada estrategia comercial, han resultado en aumentos progresivos de premios adicionales en su colocación”, afirman en el grupo minero siderúrgico.
En producción de acero el escenario mundial no ha mejorado, la industria siderúrgica sigue enfrentando momentos muy difíciles cuyo origen es el exceso de capacidad de producción de acero, particularmente en China, generando deterioro de márgenes y pérdida de rentabilidad en todos los mercados, incluidos el mismo mercado chino.
“El esfuerzo de la administración de la filial CAP Acero ha estado centrado en impulsar un proceso de mejoras continuas, basado en incrementos de eficiencia con mayores volúmenes fabricados por hombre/año, mejoras operacionales y de costo en los contratos de servicios, eficiencia energética, uso de materias primas y materiales de mantenimiento, para optimizar las condiciones de retorno de dicha operación.
Por ejemplo, en 2016 la productividad alcanzó las 403 toneladas por hombre/año, lo que significó un aumento de 12% en relación al año anterior y del 41% en comparación con el año 2014. Aun así, la sobrecapacidad mundial y la persistencia de las distorsiones en el comercio exterior, aun constituyen una seria e inminente amenaza contra la continuidad de la actividad siderúrgica en nuestro país”, señala CAP en su análisis razonado.
Las actividades del negocio de procesamiento de acero, por su parte, se ajustan a los niveles de crecimiento e inversión de las economías en que participa y a sus propios esfuerzos en eficiencia e innovación, que le están permitiendo competir en buena forma en los mercados chileno, peruano y argentino. “Más aun, la estrategia de estas filiales de expandir/migrar desde productos a soluciones y servicios se ve fielmente reflejada en los resultados del 2016, los que validan esta decisión al tiempo que abren una variedad de posibilidades a futuro para estas empresas y el Grupo CAP”, explican en la compañía.
En CAP Infraestructura, al 31 de diciembre de 2016, las filiales Cleanairtech y Tecnocap alcanzaron una producción de 6,78 millones de metros cúbicos de agua desalinizada y una transmisión de 252,5 GWh de energía eléctrica, respectivamente. Así, su contribución a los ingresos del grupo, incluyendo las cifras de Puerto Las Losas, alcanza a US$ 77,1 millones en el ejercicio 2016.
En cuanto al endeudamiento financiero bruto del grupo, este alcanzó a US$ 1.357 millones al 31 de diciembre de 2016, mostrando una disminución respecto de los US$ 1.478,7 millones al 31 de diciembre de 2015, producto principalmente del ajuste en el uso de líneas de crédito en el cuarto trimestre de 2016.
A su vez, al 31 de diciembre de 2016, el Grupo CAP mantiene un saldo de caja de US$ 785,6 millones, cifra superior a los US$ 667,9 millones disponibles al término de 2015, como consecuencia, de la mejor generación de caja en el período.
El referido saldo de caja lleva al Grupo CAP a exhibir un bajo nivel de endeudamiento financiero neto de US$ 571,3 millones, equivalente a 1,29 veces el EBITDA consolidado de 2016.
Medidas adicionales de reducción de costos ha implementado CAP en dos de sus filiales, Huachipato y Tubos Argentinos. Si bien las razones son diferentes -sobre oferta de acero en el primer caso, y el momento económico interno en el segundo-, las medidas apuntan a lo mismo: mejorar la situación financiera de sus filiales.
En concreto, y según revelan los estados financieros de la empresa, durante diciembre el directorio de Huachipato -filial de CAP Acero- aprobó el plan de negocios para el período 2017-2021 de la empresa, el cual incluye un completo plan para “revertir su situación de capital de trabajo negativo y de pérdidas recurrentes”.
Dentro de las medidas, está descartar el reinicio de operaciones de la línea de laminación de planos en caliente; para ello se procedió al castigo de los activos pertenecientes a esta línea de producción por unos US$32 millones. “La gradual implementación de las medidas de reducción de costos y estrategia de operación permitirá a la filial asegurar la continuidad de sus operaciones rentables en el corto plazo. A través de su Matriz CAP S.A. tiene capacidad de acceder al sistema financiero para financiar sus operaciones, lo que a juicio de la administración determina su capacidad de continuar como empresa en marcha”, señaló.
Por su parte, la filial argentina de CAP, Tubos Argentinos -dedicada al corte de bobinas, el planchado de chapa laminada en frío, caliente y galvanizado, entre otros- tuvo que implementar un duro plan de reducción de costos, lo que incluyó la desvinculación de 17% de la plana.
Tubos Argentinos -que cuenta con dos plantas, una ubicada en la localidad de Talar de Pacheco y otra en Justo Daract- se vio duramente afectada por los cambios económicos llevados adelantes por el gobierno de Mauricio Macri, entre las que se encuentra la eliminación de las restricciones cambiarias, la suspensión de las retenciones a las exportaciones y el ajuste de las tarifas de los servicios públicos.
Todo esto, explican desde CAP, se vio reflejado con una retracción en el mercado en general y en particular el del acero. Por ello, a mediados de año se decidió programar la suspensión temporal y parcial de las actividades de producción de sus plantas: una que se realizó durante la primera semana de junio, otra, durante el mes de julio.
“Esta suspensión tuvo como objetivo principal, además de regularizar los niveles de stock de ambas plantas, reacomodar y acelerar los traslados de las maquinarias a fin de concluir con la obra de ampliación denominada ‘Tubos Grandes’, inversión iniciada en 2015 en la planta ubicada en General Pacheco, lo que posibilitará a la filial a insertarse en nuevos mercados comercializando tubos de mayor diámetro”, indican.
Sin embargo, y dado que la situación económica no repuntó en la segunda mitad del año, la administración debió tomar medidas más duras, y elaborar durante el último trimestre del año, un plan de reducción que costos que incluyó una reestructuración de personal y ejecutivos. “Durante los meses de noviembre y diciembre se desvinculó alrededor del 17% del plantel, además de profundizar en los análisis de gastos y potenciales reducciones tendientes a enfrentar el 2017 con una estructura de gastos fijos más acorde a los niveles de actividad que se vislumbran para el próximo semestre”, indicó.