La tarea fue supervisada en todo momento por personal de Gendarmería Argentina y Carabineros de Chile, quienes contribuyeron a habilitar un paso fronterizo ocasional y custodiaron que el trabajo se efectuara respetando las legislaciones de ambos países.
Tal como lo había comprometido con la Provincia de San Juan de Argentina, Minera Los Pelambres finalizó los trabajos de retiro de los neumáticos mineros que se encontraban acopiados en el botadero Cerro Amarillo, en un sector que un proceso de señalización realizado por ambas naciones a principios del año 2012, evidenció que era territorio argentino. En total se removieron del lugar más de 500 neumáticos, los que fueron reubicados en un patio de acopio temporal dentro de las instalaciones de la minera en Chile.
De esta forma, se logró un avance para la búsqueda de una solución al problema generado a partir de la cartografía chilena utilizada para diseñar y autorizar el botadero en 2004, la que indicaba que Cerro Amarillo estaba íntegramente en territorio chileno. Pese a que lo ocurrido no fue de su responsabilidad, Los Pelambres dejó inmediatamente de operar en esta zona y comenzó a colaborar en la búsqueda de una solución.
Los trabajos de retiro comenzaron el 3 de noviembre pasado, con la llegada al sector de personal de Gendarmería Argentina y Carabineros de Chile, quienes habilitaron un paso fronterizo ocasional. Gracias a ello, se pudo custodiar y resguardar que el tránsito de personas y vehículos se hiciera de acuerdo a las legislaciones de ambos países.
Junto con agradecer el apoyo de ambas instituciones, Robert Mayne-Nicholls, Gerente General de Los Pelambres, destacó la importancia de esta tarea, ya que “estamos demostrando nuestra férrea intención de contribuir a lograr una solución a este problema, a pesar de que no tenemos responsabilidad en su origen. Nosotros siempre operamos con el convencimiento de que estábamos en territorio chileno, porque es lo que indicaba la cartografía oficial y los permisos otorgados por nuestro país”.
Asimismo, el ejecutivo reconoció la labor desarrollada por los equipos de la compañía, quienes “lograron terminar el retiro de los neumáticos en un menor tiempo de lo presupuestado, sin accidentes ni ningún otro tipo de dificultad. Lo que queda ahora en el lugar es sólo roca inerte”.
Con el retiro de la totalidad de los neumáticos que se encontraban en el sector y el regreso de gendarmes argentinos a su país el domingo 29 de enero, se cierra el paso fronterizo ocasional habilitado en la frontera entre ambos países, muy cerca del hito Pelambres, a más de 4 mil metros de altura.
GUSTAVO MARTÍNEZ PUGA
Este domingo 29 de enero se cierra el paso fronterizo con Chile que habían improvisado para que la compañía limpiara la escombrera ilegal del lado argentino.
"La Policía Minera hizo una inspección y ya no estaban los 600 o 700 neumáticos que la compañía Los Pelambres había arrojado ilegalmente sobre la cordillera de los Andes en el departamento Calingasta”, confirmó a Tiempo de San Juan el secretario de Gestión y Control Ambiental Minero, Eduardo Machuca.
Pero esa es una parte de la contaminación ambiental que generó en suelo argentino la compañía chilena Los Pelambres con el botadero ilegal que creó fuera del límite internacional. El otro gran foco de contaminación son las toneladas de roca residual (serían más de 50 toneladas). Retirar esa montaña de rocas residuales implicaría millones de dólares.
"La cancillería de Argentina, junto a la de Chile, deben decidir cómo harán para sacar esos escombros que están ilegalmente del lado argentino”, precisó Machuca.
El funcionario provincial precisó que "el domingo 29 de enero se cerrará el paso binacional que se había abierto para que Pelambres pudiera retirar los escombros mineros. A partir de ese momento, Gendarmería Nacional del lado argentino y Carabineros del lado chileno, cuidarán de que nadie más entre o salga del país por ese paso”.
Por ahora es un enigma qué pasará con esa montaña de roca residual que Los Pelambres tiró sobre el departamento Calingasta, en San Juan.
Hay dos frentes. Uno es el de las cancillerías. Cabe recordar que la compañía minera siempre sostuvo que el gobierno de Chile les informó a ellos cuál era el límite y que ellos hicieron la escombrera dentro del lado chileno. Dicen que luego les confirmaron desde el gobierno que ese límite estaba mal y que la escombrera estaba del lado argentino.
Por ese motivo, sumado a que Pelambres sostiene que ese botadero no contamina, la compañía chilena se niega a retirar la montaña de roca residual.
El otro frente de la escombrera está en la justicia federal civil. La última acción fue la presentación ante el juez federal Miguel Ángel Gálvez ante la Fiscalía de Estado de San Juan, mediante una ampliación de una medida cautelar que Guillermo De Sanctis hizo en la previa a ser nombrado en la Corte de Justicia.
Dice el pedido: "La medida de nuestro interés se acota a que, intertanto en este proceso se decide el destino final de la escombrera, la que se encuentra emplazada en nuestro territorio, ésta quede absolutamente aséptica respecto de los elementos que la componen, en un confinamiento ya sea geográficamente distinto, o de cualquier otro modo en que aquellos no resulten ser siquiera potencialmente peligrosos”.
Esa presentación se hizo en los últimos días de diciembre, después de que el gobernador Sergio Uñac dio por caído el acuerdo que habían hecho con Los Pelambres porque su director general dijo públicamente que no pensaban retirar la montaña de roca residual.
Como la Fiscalía de Estado de San Juan es parte en ese proceso judicial civil, ahora la justicia está obligada a dar una respuesta a esa medida cautelar, ya sea dándole lugar o negándola. Eso aún no ocurre.
Mientras tanto, en la justicia penal federal la causa contra los gerentes de Los Pelambres sigue viva. Ya declaró el gerente general Robert Mayne-Nicholls, y en marzo lo harán otros dos altos ejecutivos en el Juzgado Federal N°2, a cargo de Leopoldo Rago Gallo, donde están imputados de violar la Ley de Residuos Peligrosos y de la contaminación de aguas.