La Administración Nacional de Energía china suspende 104 plantas de carbón, planeadas y en construcción, que suman una capacidad total de 120GW. En total, China quiere reducir 800 millones de toneladas anuales de capacidad de carbón, para cumplir con su Plan para desarrollar el sector energético en China de aquí a 2020.
El gobierno chino está tomando medidas dramáticas para cumplir con la meta de capacidad de carbón establecida en su último Plan Quinquenal, dice Zachary Davies Boren en un post publicado en el blog de Greenpeace, EnergyDesk. Una de ellas es ésta, la suspensión de 104 plantas de carbón en 13 provincias chonas que suman una capacidad de 120GW. Del total, alrededor de 54GW corresponden a proyectos ya en construcción.
Reducir 800 millones de toneladas anuales de carbón
Su estrategia a 2020 es aumentar la proporción de “combustibles no fósiles” en más de un 15% y de gas natural un 10%. Si se cumple, en total, el aumento de combustibles no fósiles y de gas natural representará más del 68 por ciento del incremento total previsto del consumo energético.
También aumentará el uso de carbón más limpio en 500 millones de toneladas. Y hay que recordar que China tiene 35 reactores de energía nuclear en operación y 21 en construcción según señala la Asociación Mundial Nuclear en su web en la que asegura que China prevé “duplicar la capacidad nuclear hasta al menos 58 GWe para 2020-21, luego hasta 150 GWe para 2030 y mucho más para 2050“.
En 2013, China estaba quemando tanto carbón como todo el resto del mundo junto y todo parecía indicar que era una tendencia en alza. De hecho, si han podido cancelar más de un centenar de proyectos es porque, en fin, tenían más de un centenar de proyectos en marcha.
Pero desde 2013, y teniendo en cuenta la calidad de las estadísticas del gigante asiático, el carbón ha caído en China. Esta caída se debe en parte a la desaceleración de la economía, pero también a la modernización de las industrias pesadas y a la tercerización de la economía.
Si ya había expertos que creían que la tendencia parecía un cambio duradero, la cancelación de los proyectos ha supuesto un espaldarazo increíble no solo al fin del carbón, sino también al Acuerdo de Paris.
El gobierno chino se había comprometido a que tener un 20% de energía limpia en el año 2030 y los proyectos eólicos y solares que van a desarrollarse en los próximos 3 años producirán una cantidad de energía equivalente a toda la energía renovable francesa.
Durante estos meses, la llegada de Trump y sus promesas de sacar a EEUU de los protocolos contra el cambio climático ha hecho que muchos especialistas temieran que el resto de potencias le siguieran. Esta decisión del gobierno chino da a entender que haga lo que haga Trump, China permanecerá firme en sus planes.
No obstante, y aun siendo una buena noticia, esto no es suficiente. La situación climática es muy seria y no basta con que las emisiones dejen de crecer, sino que tienen que comenzar a bajar. Y eso, como sigue recordándonos el hielo polar, aún está lejos.
China instaló en el año 2015 tanta potencia eólica como España en toda su historia. Según datos de la WWEA (World Wind Energy Association), China consiguió 30 GW eólicos nuevos solo en el año 2015, una cifra que supera la potencia instalada en España hasta la fecha con creces, 22.988 MW. Y el resto del mundo también es testigo de un nuevo récord, el año pasado 63 GW más.
En cuánto a la solar tampoco se queda atrás: en 2016 fue uno de los mayores generadores solares del mundo. Ahora, con el nuevo plan, se propone multiplicar por cinco la capacidad de energía solar, lo que equivaldría a alrededor de 1.000 grandes plantas de energía solar.
En cuanto a la eólica, recibirá alrededor de 700 mil millones de yuanes, la energía hidroeléctrica y la maremotriz 500 mil millones de dólares y la geotérmica el resto, dijo la CNDR.