Lo que menos le falta al Perú es potencial exploratorio, recursos descubiertos o reservas con mercado para su gas natural. Las reservas del MINEM a 2015 reportan al Lote 88 con reservas de 10.10 Trillones de Pies Cúbicos (TPC), Lote 56 con 2.30 TPC y 57 con 1.05 TPC. Total de 13.45 TPC, sin contar las del norte. Esto bajo un consumo actual promedio de 0.4 TPC por año. Una relación reservas producción de 32 a 33 años.
El Lote 58 tiene recursos descubiertos (no son reservas porque aún no hay una declaratoria de comercialidad) en las 4 estructuras perforadas. Algún momento, durante el primer trimestre de 2017, este Lote debe declarar comercialidad y un plan indicando como se monetizaran estos recursos de gas natural descubiertos, que por las declaraciones de las autoridades están cerca a los 3.9 TPC.
Donde colocar este gas natural y como recuperar las inversiones realizadas en pozos sísmica y pozos exploratorios y otras inversiones aun necesarias para perforar pozos de desarrollo, plantas de separación, vías de evacuación y todo lo necesario para llegar al mercado?
Una opción que tiene el Lote 58 es sin duda entrar de llano a competir con producción y reservas actuales de los otros lotes y tomar contratos de empresas eléctricas, de empresas distribuidoras, de clientes iniciales independientes y del contrato actual de exportación de gas que tengan contratos por vencer de suministro. Es decir quitar mercado a los otros Lotes. Necesidades adicionales y de crecimiento a futuro de estos usuarios también se pueden contratar por supuesto.
Pero el Lote 58 debe monetizar aproximadamente 4 TPC de gas natural que es bastante para una demanda interna muy pequeña (0.22 TPC por año) y se debe competir. Por lo tanto el Lote 58 debe buscar otros mercados como por ejemplo petroquímica de metano (urea, nitrato de amonio, metanol, etc.) o exportación de GNL.
Pero saben dónde buscaría el Lote 58 anclar esta demanda por los menores costos de evacuación? Pues nada menos que siguiendo la ruta del TGP actual (con loops y compresión adicional) y haciendo la planta de petroquímica en algún lugar cerca a Lima o la exportación de GNL en el muelle existente de la planta actual, que puede acoger una nueva planta muy rápidamente.
El Perú bajo su normativa actual no puede forzar a que se evacue el producto por otra ruta que sea más costosa en su evacuación o tendría que de alguna manera compensar la diferencia. Así nace la estrategia del Gasoducto Sur Peruano (GSP) que tantos problemas viene confrontando y que son motivo de otro análisis. El Estado peruano decidió que esta obra de infraestructura dotaba de seguridad energética al Perú para desconcentrar generación eléctrica en Chilca y para que los proyectos petroquímicos y nueva demanda pueda gestarse al Sur, llegando con gas natural a industrias, vehículos, comercios y domicilios bajo una verdadera masificación.
Permitiría también exportar energía eléctrica al norte de Chile (cada vez más difícil por la competencia de las renovables y la interconexión). Desde nuestra óptica, el GSP es una obra de infraestructura que tiene una visión de desarrollo. Los peruanos tendrán que debatir aún más como quieren que se desarrolle su industria de gas natural en las próximas décadas. Nuestra opinión solo será consecuente con lo que venimos manifestando hace varios años: A Perú le sobra gas lo que le falta son mercados y vías de evacuación para monetizar y dar valor al energético.
* Socio Director de Gas Energy Latín América
