El gerente general de Graña y Montero, Mario Alvarado afirmó que haberse asociado con la brasileña Odebrecht los está "afectando mucho", y agregó que les indigna que la reputación de la empresa peruana conseguida en 84 años a base de esfuerzo hoy está destruida.
"Con la infomación que hoy tenemos, consideramos que ha sido una muy mala decisión habernos asociado con Odebrecht. La asociación con ellos nos está afectando mucho, para mí es muy difícil estar acá representando a los más de 30 mil colaboradores del grupo Graña y Montero, que a su vez tienen familia y son como 200 mil personas que vivían y trabajaban durísimo en base al orgullo que sentían por la compañía, por su prestigio que hoy está mellado", sostuvo en Ampliación de Noticias.
Reputación dañada. "Tenemos 84 años trabajando esa es la parte que es indignante, porque la reputación que tiene Graña y Montero, que se ganó, que se ha conseguido a punta de esfuerzo hoy día está destruida. Cuando yo entré a trabajar me dijeron que es la mejor escuela, y eso es lo que hemos tratado de mantener, eso es lo que estamos perdiendo y eso es lo que más nos duele", dijo.
Alvarado enfatizó que no tenían idea de la corrupción y entrega de coimas en los proyectos en los seis consorcios que mantenían con Odebrecht. "Nosotros no teníamos idea, nunca participamos, no teníamos conocimiento de ningún acto de corrupción en nuestros proyectos".
Dispuestos a investigación. Respecto al pedido de algunos congresistas para que Graña y Montero sea incluida en las investigaciones de la Comisión Lava por el caso Odebrecht, el vocero de la empresa agregó que están dispuestos a que los investiguen, "siempre hemos sido reconocidos como una compañía muy transparente, todas nuestras contabilidades".
Asimismo negó que como socios hubiesen estado enterados de la entrega de coimas a funcionarios peruanos para la adjudicación de proyectos. "Estamos esperando las declaraciones finales para ver como lo hacían (entrega de coimas), ellos tenían una asociación que nadie conocía, que nadie sabía que existía ni siquiera en Brasil, ni acá, que acaban de descubrir en todo el mundo. Como socios no había forma de estar enterados. No teníamos ni una gerencia financiera, ni logística, nuestra labor era básicamente de ejecución de obras".
Teníamos que asociarnos. Comentó que la empresa local decidió asociarse con Odebrecht para seis proyectos de inversión en el país, uno de ellos el Gasoducto Sur Peruano (GSP), porque las bases de los concursos públicos les impedían participar sólos por las condiciones requeridas a los postores. "¿Por qué nos asociamos con Odebrecht?, simplemente por razones muy sencillas, por las bases, no nos permitían participar sólos y teníamos que participar con empresas que calificaban, y no siempre habían empresas dispuestas a todos los proyectos".
Finalmente, al igual que la española Enagás (socia también en el GSP), consideran que es muy difícil que logre concretar el cierre financiero para el proyecto Gasoducto Sur Peruano (GSP) antes del 23 de enero. "No ha sido un proceso fácil, es muy complejo y ha llegado la situación en que estamos al final, es muy difícil hoy día que podamos conseguir un financiamiento, no habiendo podido sacar a Odebrecht del proyecto y quedan pocos días".
Piden más tiempo. Sin embargo anotó que hubiese sido bueno que el Gobierno amplíe el plazo. "El tema a partir del lunes es que ya entramos en una ruta legal que es más difícil controlar, que está todo escrito en el contrato, el gobierno tiene que subastar nuevamente el proyecto sin modificarlo, lo lógico hubiera sido al proyecto darle unos días de ampliación con la condición que se haga un fideocomiso, para salvar el dinero para el Estado, ¿qué es lo que pasa? que como nosotros entramos después pusimos condiciones y estamos adelante en la prelación de la venta".