Informe respaldado por la NM critica contrato con Rockwood, y también la actuación del titular de la Comisión Chilena de Energía Nuclear. Asimismo, pide explicaciones por cambiar de parecer en menos de 6 meses al autorizar esta explotación.
A una severa conclusión llegó la Comisión investigadora de la Cámara de Diputados sobre la explotación del litio y el contrato entre Corfo y SQM, cuyo informe se entregó en la cuenta de la sesión de sala de ayer.
Con los votos de la Nueva Mayoría, la Comisión hizo una fuerte crítica a la Corfo y a la Comisión Chilena de Energía Nuclear (Cchen) por el nuevo contrato con Rockwood suscrito el 9 de noviembre del año pasado para la explotación de este mineral.
“Esta Comisión concluye que la reciente celebración del convenio y la autorización de nuevas cuotas de producción y venta de litio y la ampliación de plazos otorgados por la Cchen, constituyen actos claramente inoportunos y precipitados que han burlado la utilidad práctica del ejercicio fiscalizador de esta Comisión”, señala el informe aprobado por los diputados Yasna Provoste (DC), Alberto Robles (PR), Luis Lemus (PS), Daniel Farcas (PPD), Hugo Gutiérrez (PC). Votaron en contra los diputados RN Cristián Monckeberg y Diego Paulsen.
Por esa misma razón le solicitan a la Cámara de Diputados “que formule un enérgico reproche a la Corfo por la inoportuna y precipitada celebración del Convenio con Rockwood Litio Ltda., con el que se ha burlado la utilidad práctica del ejercicio fiscalizador de esta Comisión y las conclusiones y proposiciones que en este informe se expresan”.
De hecho se recalcó que la decisión de noviembre es “absolutamente contraria a lo declarado enfáticamente por el Sr. Vicepresidente Ejecutivo de Corfo ante esta Comisión”, Eduardo Bitran meses antes. Al dar cuenta de la posición institucional de la entidad sobre el convenio que estaba negociando indicó: “creemos que no se debe permitir la exportación de salmuera. Por lo tanto, hemos planteado que en el futuro contrato de Rockwood, no se permita ni la exportación ni la producción para exportar salmuera”.
Entonces, sostiene el informe, que bajo la hipótesis de que el Convenio suscrito consulte la eventual exportación de Salmueras, “esta Comisión concluye que el Sr. Vicepresidente de Corfo se ha apartado seria y gravemente de la posición institucional, cuestión de la mayor gravedad”.
Asimismo proponen a la sala que se requiera del presidente del Cchen, Jaime Tohá, “las razones que expliquen el cambio tan radical” por el cual el 21 de noviembre de 2016, autorizó aumentos de cuota y plazos para la extracción de salmueras y litio en el Salar de Atacama por Rockwood.
Ello porque ante la Comisión en junio de 2016 Bitran había afirmado: “Por lo tanto, la apuesta que haríamos en esta materia, sería insistir en que ojalá no hayan nuevas autorizaciones hasta que no completemos, en dos, en tres o en cuatro años, los estudios que faltan”. Los diputados calificaron este cambio “de una inexcusable responsabilidad política al afectar los intereses del Estado Chileno en relación a la explotación del Litio”.
La constitución de esta Comisión se aprobó en marzo del año pasado y desde esa fecha los parlamentarios revisaron los contratos y recibieron a las autoridades encargadas directamente o indirectamente de la explotación del litio. Las razones para iniciar esta investigación estuvieron ligadas con la presunta ausencia de controles respecto del contrato que Corfo mantenía con SQM desde 1986 para la extracción de este mineral del Salar de Atacama, uno de los yacimientos más importante de litio en el mundo.
Según sus cálculos la falta de fiscalización ha significado pérdidas de recursos para el erario fiscal de US$17 millones, mientras que la empresa creada por Julio Ponce Lerou, denominada SQM SALAR, percibió US$171 millones en 2014.
El vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, aterrizó en la mañana de ayer varios detalles relativos al reciente acuerdo con la compañía norteamericana Rockwood, a través del cual esta última explotará un cuarto del Salar de Atacama para la producción y exportación de litio, un tema respecto del que resultaba imposible no hablar del otro actor que opera en dicho salar: SQM.
Bitran enfatizó –en el programa Economía Global de Radio Infinita– que el contrato con los norteamericanos es muy favorable por el país, pues por un cuarto del Salar de Atacama, Chile está obteniendo ingresos fiscales del orden de los US$2.700 millones, entre varios otros beneficios, cifra que, si se extrapola para el resto de ese territorio, significa que las rentas para el fisco superan los US$10 mil millones. Sin embargo, ante ello nuestro país estaría “bloqueado”, en palabras de Bitran.
“¿Es posible seguir introduciendo actores?”, fue consultado en pos de ese objetivo, tras lo cual Bitran afirmó que “la verdad es que el país está bloqueado porque el resto del Salar es lejos la mejor oportunidad que tiene Chile, pero para explotarlo es necesario un socio confiable y SQM no lo es hoy día”. Ante ello, vino el contrapunto de que dicha compañía tiene dos socios principales, PCS y las cascadas, pero el vicepresidente ejecutivo de Corfo aclaró que, más allá de ese matiz, “SQM tiene un controlador que se llama Julio Ponce Lerou, quien acaba de tratar de hacer una venta del control pasándose la Ley de OPA que tanto nos costó poner en Chile. Eso acaba de ocurrir, no estoy hablando de las boletas ni de las cascadas, sino de algo de hace pocos meses, donde yo tuve que salir a parar esa operación porque iba a poner en daño el activo principal que tiene la Corfo, no porque nos arroguemos la autoridad de velar por el mercado de capitales, sino porque tenemos la responsabilidad fiduciaria de cuidar un activo”.
“Si el socio nuestro que tiene tres cuartos del activo (Salar de Atacama) hace y deshace pasándose las leyes, creando nuevos conflictos internacionales que iban estar en las cortes internacionales, porque se iba a expropiar a los accionistas minoritarios, habríamos quedado con este tema complicados por años. Era nuestra obligación parar esa operación. El ideal para Corfo es tener una sociedad normal, que se comporte de acuerdo a las reglas, a las normas y a la ética y que, por tanto, sea un socio confiable”, reiteró.
“¿Qué tiene que ocurrir?”, fue la siguiente pregunta. “(Julio Ponce) Tiene que perder el control, y no puede hacerlo saltándose la legislación vigente”, respondió Bitran. “La situación efectivamente hoy está bloqueada. Corfo solo se puede asociar, modificar contratos o abandonar su litigio si es que hay un cambio del gobierno corporativo significativo de SQM”, agregó.
Luego ahondó en los dos litigios que enfrenta a la Corfo con la compañía, abordando en particular el segundo de ellos: “Hemos demandado (a SQM) por un comportamiento realmente hostil. Lo que han hecho es que todos los derechos de agua, fundamentales para explotar el litio del Salar, los inscribieron en nombre de SQM y no de Corfo. Lo mismo han hecho en términos de demandas o solicitudes de concesiones mineras, las han superpuesto a nuestras propias concesiones. Es un comportamiento realmente de un ‘antisocio’, los tenemos demandados y estamos en un litigio que esperamos se resuelva. Sabemos que es un tema largo, mientras pasa el tiempo los inversionistas que pasan por Chile también están buscando en Argentina, Bolivia o Australia, entonces estamos perdiendo oportunidades. Lo mejor es que este señor, Julio Ponce Lerou, pierda el control de esta compañía y sea una compañía normal”.
Tras ello, Roberto Sapag, uno de los conductores del programa y director de Diario Financiero, le hizo el punto de que difícilmente podrían vender con la intervención que tuvo la Corfo en el fallido proceso de venta de Oro Blanco. “¿Cuáles fueron nuestras intervenciones? Solo que nuestro activo tenía que ser explotado por una empresa que cumpliera la ley y la legitimidad. Una empresa que pretende vender el control, saltándose la ley de OPA, es una barbaridad. Lo que hicimos fue decir un ‘téngase presente, ¡ojo, que esto requiere OPA!', lo cual fue ratificado por el superintendente”.
“Ni Corfo ni yo tengo nada personal con el señor Julio Ponce Lerou. Lo que nosotros queremos es que efectivamente, dado el comportamiento que ha tenido como controlador de esta sociedad, no es un buen socio para la Corfo. Seriamente. Por tanto, la precondición para cualquier avance en esta materia es que deje el control, pero de verdad, sin pactos de accionistas con Kowa ni cosas por el estilo”.