Una publicación oficial de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA) al que ha tenido acceso la Plataforma Sí a la Tierra Viva certifica los impactos de esta actividad extractiva sobre aire, agua y suelos y explica cómo y dónde puede afectar tanto a las comunidades como a los trabajadores de este tipo de explotaciones.
El informe "Tierras Raras: Una revisión de la producción, procesado, reciclaje y cuestiones medioambientales asociadas" publicado por la EPA, alerta entre otros factores de la problemática vinculada a este tipo de minería y sus efectos "para los trabajadores del sitio y los residentes cercanos" por la inhalación de polvos finos (partículas), por ingestión o contacto dérmico con polvos contaminados procedentes de pilas de almacenamiento o de transporte del mineral, un polvo que además "puede ser un irritante, un tóxico, o un carcinógeno" dependiendo del tipo de partículas del que se trate.
Por otra parte -indica el texto-, los trabajadores de las minas pueden estar expuestos a aerosoles de numerosos procesos como el de perforación, corte y triturado de la roca madre, pudiendo estos "acumularse potencialmente a lo largo de áreas perimetrales de estanques y lagunas y contaminar los suelos, sedimentos, aguas superficiales y aguas subterráneas poco profundas a través de la deposición y el transporte". De igual manera, el procesado de roca y el polvo minero contaminan el entorno, lo que puede afectar a la fauna y la vegetación, siendo posible que algunos tipos de tierras raras pasen a formar parte de los cultivos procedentes de suelos contaminados, lo que puede contribuir a su incorporación a la cadena trófica.
Tal como señala el informe, "un cierto nivel de materiales radioactivos se encuentra asociado a muchos depósitos de tierras raras", lo que origina que, "como resultado, los residuos de roca y lodos de la extracción de tierras raras también contienen estos radionucleidos", generando un tipo de desechos "que pueden dar lugar a niveles de radiación inaceptables". "Elementos como el torio y el uranio pueden concentrarse en los polvos y sedimentos minerales y el gas radón también puede ser emitido por estas fuentes" -señalan desde la EPA-.
Además de las actividades de extracción y transformación de las tierras raras, y de su potencial impacto como elementos generadores de drenaje ácido de mina (DAM) y aguas ácidas en función del sustrato rocoso, incluso las actividades de exploración pueden afectar a las aguas superficiales y subterráneas y según la EPA "la contaminación y otras masas de agua puede ser potencialmente problemático" dado que "los fluidos de perforación de actividades de exploración pueden tener efectos significativos en ambientes acuáticos superficiales o subterráneos".
Aunque el informe reconoce todavía queda mucho por investigar en el terreno biomédico, la exposición a las tierras raras está asociada a determinados niveles con el aumento del riesgo cardíaco, una enfermedad pulmonar llamada neumoconiosis (en los trabajadores que inhalan el polvo de las minas y los vapores metálicos procedentes de diversas fases del proceso), leucemia, determinados tipos de fibrosis, niveles anormales de algunas proteínas sanguíneas, alteración en la duplicación de los glóbulos rojos e incluso a problemas relacionados con la síntesis y reparación de ADN celular.
A la vista de lo expuesto, el Ejecutivo autonómico del socialista Emiliano García-Page debe actuar con presteza, sin demora y cuanto antes en la paralización de estos proyectos, que a todas luces son perjudiciales tanto para la Comarca del Campo de Montiel como para sus habitantes. La realidad demuestra que este tipo de minería, y más cuando se realiza a cielo abierto, puede ser tanto o más perjudicial que el fracking.
Ya no caben más excusas, demoras ni irresponsabilidades. Ya no es racional emplear el término "cantera" por parte de la Alta Dirección de la Junta, como si de una explotación de piedra ornamental se tratase. Porque la minería de tierras raras perjudica y pone en riesgo la vida de las personas y el futuro de las comarcas.
Por este motivo, Sí a la Tierra Viva anuncia un nuevo ciclo de charlas informativas en 2017 con el objetivo de ofrecer información actualizada a la población sobre la problemática asociada a este tipo de proyectos extractivos y que agotará todas las vías legales a su alcance hasta conseguir la completa paralización del plan previsto por Quantum Minería en la provincia de Ciudad Real.