¿Cuáles son los fundamentos por los cuáles resolvió encabezar la conducción del CAI?
Formo parte de la conducción del CAI como miembro de su comisión directiva desde el 2012 y considero importante poder continuar y profundizar los ejes que hemos venido desarrollando en estos años, ahora desde esta responsabilidad de conducir la Institución. Por otra parte, estoy convencido de que aquellos que tenemos algún grado de responsabilidad a nivel profesional o empresarial tenemos un rol indelegable que trasciende nuestra profesión. De alguna manera podemos ser considerados “dirigentes de la sociedad” y en ese sentido tenemos que ejercer nuestra responsabilidad ciudadana participando en distintos espacios que pueden aportar a la sociedad. Con ese espíritu asumo esta responsabilidad que hoy me toca desempeñar en el CAI.
¿Qué responsabilidades siente que asume al aceptar la presidencia?
La responsabilidad es muy grande. Estoy acostumbrado a participar en distintas instituciones en funciones de conducción, pero el CAI es diferente. Es la institución más representativa de la ingeniería argentina, profesión que elegí en mi vida. El CAI es una institución que el año pasado cumplió 120 años y que de alguna manera acompañó la gestación y la evolución de la ingeniería argentina y por ende tiene una vinculación directa con el desarrollo y la economía de nuestro país. Además el CAI, a lo largo de su rica y prolífica historia, ha sido conducido por grandes profesionales, no solo por los que llegaron a la presidencia, sino también por aquellos que desde distintas funciones nos han dejado su legado y su ejemplo de compromiso y pasión por la profesión. Por todo ello siento que el listón es muy alto y por lo tanto la responsabilidad es grande al aceptar la presidencia de la institución.
¿Cuáles son los principales objetivos que se plantea durante su gestión?
Los objetivos de trabajo forman parte de los ejes estratégicos planteados durante la presidencia del ingeniero Carlos Bacher. Ahora nos toca profundizarlos y en algunos casos poder consolidarlos. Uno de ellos es seguir construyendo y consolidando una institución sustentable en el largo plazo, porque si el CAI no es sustentable ningún programa o actividad puede ser desarrollado con continuidad. Las actividades técnicas forman parte del corazón del CAI. Tanto el trabajo del Departamento Técnico y de las comisiones como las actividades de formación y divulgación son prioritarias y debemos continuar impulsándolas siempre con un criterio de excelencia y de rigurosidad. El Departamento Técnico tiene que continuar siendo un centro de pensamiento y de producción de propuestas y posicionamiento que abarque desde una mirada renovada a todas las ramas de la ingeniería.
Tenemos también que impulsar la difusión de todo lo que se estudia y se analiza, ya que son aportes concretos a las problemáticas y necesidades de nuestro país. La voz de los ingenieros no puede estar ausente de los grandes debates y proyectos que se impulsan desde los distintos niveles de las administraciones públicas. El aporte constructivo y prudente que podemos hacer es significativo, ya que como institución no nos anima ninguna defensa sectorial ni intencionalidad política.
Debemos profundizar la articulación con las universidades para aportar e incidir desde nuestra experiencia en la formación de los próximos ingenieros, así como la relación con los colegios profesionales, cámaras e instituciones a través de proyectos que aporten al bien común.
La participación activa de más ingenieros e ingenieras jóvenes en el CAI sigue siendo un objetivo clave al mismo tiempo que es un desafío permanente. Los jóvenes se incorporarán y participarán en la medida que adviertan que el CAI les brinda un espacio de participación para desarrollar sus inquietudes y a la vez de poder incidir en la política y los objetivos del CAI.
En los últimos años se han incorporado 59 empresas como socias. El objetivo es aumentar este número, a la vez que desde el CAI queremos brindarles servicios y posibilidades de participación para que adviertan que pertenecer al CAI les aporta valor. Como institución técnica de reconocido prestigio, el CAI tiene que continuar e intensificar su oferta de servicios relacionados con la ingeniería sin interferir en las actividades que desarrollan otras instituciones, empresas o asociaciones.
También son objetivos importantes favorecer la inserción laboral de los jóvenes profesionales, promover el acceso y participación de las mujeres y por último un objetivo que por lo general no es menos importante: el CAI debe estar al servicio del socio y en este sentido la relación continua y fluida con cada uno de ellos es fundamental. Este objetivo más allá de lo institucional lo asumo en forma personal.
¿Qué valoración puede hacer de las demás autoridades que lo acompañarán?
Es un equipo de primer nivel, que combina experiencia y juventud; diversidad de género; y desarrollo profesional en distintas actividades, como la función pública, la empresa, la actividad profesional independiente y la académica. Es un equipo que brinda la solidez de la continuidad con las nuevas ideas de aquellos que se incorporan en esta etapa. También quiero reconocer y agradecer especialmente a aquellos que formaron parte de la anterior comisión directiva porque a través de su trabajo y de su compromiso llevaron al CAI a la posición que hoy ostenta.
¿Su gestión buscará darle cierta continuidad a la impronta que viene teniendo el CAI?
Creo que el camino recorrido por el CAI en estos últimos años bajo la presidencia del ingeniero Bacher ha sido muy valioso y la continuidad de los ejes trazados es una condición de sentido común. Obviamente cada gestión impone su impronta y sus características pero las líneas generales se continuarán y se profundizarán.
¿Qué rol entiende que debe tener en un país una institución como el CAI?
El CAI es una institución técnica y profesional y como tal no representa la defensa de ningún sector en particular. Esto le brinda un marco de confiabilidad y de independencia que le permite ser referente en distintas actividades vinculadas con la ingeniería. Desde esta independencia y de la rigurosidad y jerarquización técnica que es indispensable, el rol que debe tener en un país una institución como el CAI es múltiple. Debe ser fuente de consulta para las autoridades en sus distintos niveles, empresas y organismos públicos, entre otras instituciones. También es relevante el aporte del CAI para fortalecer la formación de los futuros ingenieros y en el desarrollo de su vocación, teniendo especialmente en cuenta el fomento del acceso y la participación de las mujeres en la ingeniería.