Catastro de Sofofa indica que la inversión mantiene el deterioro iniciado en 2014, completando a junio de este año su quinto semestre a la baja. La diferencia, sin embargo, es que esta vez la minería ya no lidera el descenso. También el hecho de que fueron los proyectos públicos los que evitaron un declive mayor, al sumar US$ 36.905 millones, cifra récord desde 2011 y alentada por los planes de pavimentación de caminos rurales.
El vasto plan de inversiones en caminos que desarrolla el Ministerio de Obras Públicas (MOP) fue lo que evitó una caída mayor en la inversión al primer semestre de este año. Según el último catastro elaborado por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), mientras los proyectos destinados a la producción de nuevos bienes de consumo y capital retrocedieron 4,1% al primer semestre de 2016, las iniciativas de infraestructura pública anotaron una cifra récord desde 2011, con US$ 36.905 millones.
Primordialmente sostenida por desembolsos del Estado, esta inversión creció 6,3% en la primera mitad de este año respecto de diciembre de 2015. “Este positivo escenario se explica, en gran medida, por la fuerte ejecución presupuestaria que el gobierno ha ido presentando gradualmente a través de sus distintos estamentos y en variadas iniciativas, tales como el ‘Programa de Pavimentos y Caminos Básicos’ y el ‘Plan de Mejoramiento de Carreteras’, que en conjunto suman más de US$ 3.100 millones en inversión”, dice el documento.
El plan de pavimentación que impulsa el MOP implica recursos por US$ 1.700 millones. El objetivo es llegar a 2018 con el 40% de las rutas del país pavimentadas: 15 mil kilómetros.
El empuje estatal en infraestructura es tal, que equivale al 48,2% del total de inversiones registradas por el catastro y a un crecimiento de 44,1% respecto de lo informado en diciembre de 2015: 85 obras y una inversión récord de US$ 17.778 millones. Por ello, asegura el catastro, “Infraestructura se ve como uno de los principales ejes impulsores de la actividad en los próximos años, al registrar inversiones por US$ 22.522 millones durante el quinquenio 2016-2020”.
En la otra vereda, en tanto, las iniciativas de origen privado sumaron 43 proyectos, valorados en US$ 12.736 millones. Esto representa un 34,5% del total del sector y un crecimiento de apenas 1,8%, respecto de diciembre de 2015.
En los proyectos restantes, clasificados como mixtos en el catastro, se registraron 31 iniciativas, por US$ 6.390 millones en inversión.
El 44,9% de la inversión en infraestructura, es decir US$ 16.500 millones, se concentra en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de Arica y Parinacota. Y si eso se lleva a empleos generados, la dotación total requerida para levantar todas las obras será de 53.212 personas. El 58,2% de los puestos de trabajo será provisto por el Plan de Mejoramiento de Carreteras anunciado en marzo pasado por el gobierno. Las fases de construcción y operación generarán 31.000 vacantes.
“Las iniciativas de origen público al primer semestre de 2016 sumaron 85, con una inversión récord de US$ 17.778 millones, cifra equivalente al 48,2% del total en infraestructura y a un crecimiento de 44,1% respecto de lo informado en diciembre de 2015. Cabe destacar que para el quinquenio 2016-2020, se espera un valor de US$ 10.717 millones en proyectos de inversión asociados al sector público”, cita.
El Observatorio de la Inversión que elabora la Sofofa cifra la caída de la inversión en US$ 7.045 millones sólo en el primer semestre de este año, advirtiendo que el mal tiempo afecta a todos los sectores de la economía, pero con diferencias entre ellos.
A junio pasado existían 711 iniciativas, por un total de US$ 166.165 millones: el 54,6% de ellas está en construcción o por ejecutar y el resto es potencial o más bien corresponde a anuncios.
En su edición número 15, el Observatorio detectó que la inversión mantiene el deterioro iniciado en 2014, cuando cayó 9,3%, con lo cual a junio pasado completa el quinto semestre a la baja.
La diferencia es que esta vez la minería no lidera las caídas, sino que exhibe un repliegue más discreto (6,6%) y es el sector de energía el que más “sufre”: perdió 8,5% respecto de diciembre de 2015, debido a la entrada en operaciones de proyectos de energías renovables no convencionales en las regiones de Antofagasta y Atacama.
El Observatorio de la Inversión considera y consolida todos los proyectos que han sido anunciados o ingresados al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), de manera que cuando éstos ya comienzan a estar operativos, salen del catastro. Esto permite llevar un pulso mayor de la actividad, sobre todo hoy, que la economía continúa sin repuntar, el gasto público está acotado por los menores ingresos fiscales y se asoman varios ruidos externos.
Esta semana, en su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central recortó su previsión de crecimiento interno de este año a 1,5% (desde el rango de 1,5%-2% cifrado en septiembre) y para 2017 fijó un nuevo rango de 1,5%-2,5% (desde uno de 1,75%-2,75%), ajuste que también hizo en materia de formación bruta de capital fijo: mientras para 2016 estimó una caída de 0,6% (en septiembre esperaba una de 1,5%), para el año próximo mantuvo la estimación de 0,7%.
El documento de la Sofofa detalla que la inversión en el sector minería disminuyó en US$ 2.435 millones, mientras que en energía retrocedió en US$ 7.021 millones. Servicios también mostró un desplome, cayendo 21,2%, US$ 1.168 millones menos, en tanto la de industria bajó 9,4%.
Eso sí, algunos sectores mostraron cifras positivas. Comercio, cuya inversión aumentó US$ 867 millones, un 22,3% más respecto de diciembre 2015. Le siguieron telecomunicaciones, con US$ 637 millones y un alza de 28,8%, además de turismo, que subió US$ 404 millones, con un repunte de 18,5%.
Salvo contadas excepciones, las grandes mineras privadas anotaron a septiembre sus resultados más bajos en al menos cinco años, reflejando un ajuste pocas veces visto.
De acuerdo con los balances al tercer trimestre de una docena de las mayores faenas privadas -Anglo American Sur, Collahuasi y Escondida, entre otras- las utilidades del grupo suman US$ 567 millones, cifra que está determinada por las pérdidas de dos de ellas: Sierra Gorda y Anglo American Sur. La cifra representa un descenso del 61% respecto de lo que el mismo grupo obtuvo para los primeros meses de 2015 (US$ 1.445,6 millones, un 61% menos) y suma su tercera caída consecutiva desde 2013.
La que más ganó fue Minera Escondida. La faena obtuvo utilidades por US$ 670,9 millones, casi la mitad que los US$ 1.175,6 millones de 2015 (43% menos).
Pese al resultado, la mayoría de las mineras privadas logró mejores números que Codelco, cuyo resultado neto comparable arrojó una pérdida de US$ 57 millones.