El petróleo subió levemente este viernes en Nueva York, con un rebote al fin de una sesión más breve por la cercanía de la Navidad y transcurrió mayormente en rojo.
El precio del barril de light sweet crude (WTI) para entrega en febrero ganó 7 centavos a 53.02 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex). Ese precio de cierre es el mayor en más de un año.
En Londres, el barril de Brent para entrega en febrero subió 11 centavos, a 55.16 dólares.
Las operaciones transcurrieron en calma a falta de grandes novedades sobre el sector de la energía y el alza fue atribuida por analistas a que los operadores hicieron ajustes en sus carteras.
“Los mercados petroleros se consolidaron tranquilamente antes del fin de semana de fiestas con volúmenes de ajustes de cartera”, explicó Tim Evans, de Citi.
En el acumulado de la semana, el crudo subió 2.2% en Nueva York.
Rosneft, principal productor del energético en la nación rusa, destacó que será más flexible en los volúmenes de producción. Rosneft, controlada por el Estado, que representa más de 40% de la producción de petróleo rusa, dijo que su consejo ha estudiado los planes para 2017-2018.
“El plan se configura sobre la base del desarrollo a largo plazo y tiene en cuenta los cambios en la legislación fiscal de Rusia y la posibilidad de realizar una maniobra con volúmenes de producción con el fin de aumentar la eficiencia de ventas en el primer semestre del 2017”, manifestó la compañía en un comunicado. No mencionó el acuerdo de la OPEP y un portavoz declinó elaborar comentarios sobre la declaración.
Los productores de la OPEP y de países no miembros del grupo, incluida Rusia, alcanzaron el 10 de diciembre su primer acuerdo desde el 2001 para reducir la producción de petróleo, después de más de dos años de precios bajos.
Rusia, en línea con el acuerdo de la OPEP, reducirá su producción de petróleo en 200,000 barriles por día a finales del primer trimestre. El descenso será de 300,000 bpd a partir de entonces, desde el nivel de 11,247 millones de bpd alcanzado en octubre pasado.
El presidente ejecutivo de Rosneft, Igor Sechin, un poderoso aliado del presidente Vladimir Putin, ha sido un firme opositor de la OPEP, diciendo que el grupo perdió su influencia sobre los mercados mundiales de petróleo, después de que la producción de esquisto en Estados Unidos aumentó dramáticamente en los últimos años.
En octubre, Sechin dijo que Rosneft no limitaría la producción de petróleo como parte de un posible acuerdo con la OPEP. Pero tras la cumbre de Viena, el ministro de Energía de Rusia dijo el 14 de diciembre que había llegado a un acuerdo marco con las compañías petroleras sobre cómo implementar un recorte de la producción, pero los productores afirmaron que todavía había detalles que debían ser elaborados.
Hay dudas de que las firmas petroleras rusas, con sus propios intereses, sean capaces de desarrollar una estrategia conjunta para reducir la producción del país, que ha alcanzado máximos.
La mezcla mexicana cerró esta semana en un precio de 44.69 dólares por barril, esto es 0.51% menos a la cotización del jueves; durante diciembre lleva un alza de 9.16% y en el año de 63.3 por ciento.
Banco Base expuso que las principales mezclas de petróleo cerraron la semana con pocos cambios, ante una menor liquidez en el mercado de materias primas y a la ausencia de indicadores económicos relevantes. Agregó que la ligera depreciación de los precios del petróleo durante la semana se materializó el miércoles pasado con la publicación de los inventarios de petróleo en EU, por parte de la Administración de Información Energética.
EE.UU. continuará siendo un importador neto de petróleo hasta 2035 en consideración con su consumo de 16 a 20 millones de barriles diarios, informó la Administración de Información de Energía (AIE).
La AIE indicó que EE.UU. ya es el principal exportador de combustibles refinados en el mundo, en referencia a la gasolina y el diésel.
La producción de petróleo de forma convencional en EE.UU. alcanzó su máximo nivel en 1970 y después comenzó a declinar, detalló la AIE.
En el 2005, ese país importó casi el doble del total de crudo que extraía, pero con la aparición del fracking (fracturación hidráulica) se dio un incremento notable de la producción. Esta tecnología es aplicada mayormente en Texas, Oklahoma, Dakota del Norte, California, Colorado y Montana.
El fracking es condenado por expertos debido a los riegos ambientales: puede ocasionar terremotos y contamina el agua.