Existen cinco megatendencias que están redefiniendo el futuro de las industrias, incluyendo la minera. En primer lugar, se encuentran los cambios demográficos.
Un descenso de 53% registraría la inversión minera en el 2016, comparado con el 2015, y la tendencia seguiría a la baja en el 2017, señala el director de Advisory Services de PricewaterhouseCoopers (PwC), Alfredo Remy.
Explica que la inversión minera en el Perú podría cerrar en 4000 millones de dólares en el 2016. En el 2015 esta inversión alcanzó un monto cercano a los 7500 millones de dólares.
Esta tendencia, que se inició en 2013, podría continuar en el 2017 si no se ejecutan los proyectos en cartera, advierte.
Indica que la cartera de inversión en minería está compuesta por 45 proyectos, que sumados totalizan más de 46 000 millones de dólares, en su mayoría representados por el cobre y seguidos por los polimetálicos, el hierro, los fosfatos, el oro, el zinc, la plata, el uranio y el estaño.
Durante su participación en el panel “Perspectivas de la economía y minería peruanas 2017”, organizado por el Consorcio de Investigación Económica y Social y la Cámara de Comercio Canadá Perú, desarrollado el 24 de noviembre, comentó sobre los retos que enfrenta esta industria.
La inversión es uno de los principales retos. “A la hora de tomar decisiones, los inversionistas valoran la estabilidad económica y política de los países. Además, factores como los cambios regulatorios, la gobernabilidad o la productividad son esenciales en ese análisis”, manifiesta Remy.
Otro reto es el aspecto social. “Es importante la comunicación entre la empresa minera y sus diferentes stakeholders. Se debe informar en forma transparente y adecuada de qué trata la inversión, sus beneficios y el significado para ellos”. Indica que las actividades mineras son intrínsecamente complejas porque requieren de una coordinación, aceptación y comprensión entre los múltiples grupos de interesados con intereses diversos.
Un tercer reto es el ambiental. Explica que “los cambios climáticos nos impulsan a tomar este tema con más cuidado. Todas las industrias, hoy en día, tratan de reducir su huella de carbono y la minería no está exenta a eso. Y se le exige que tenga un cuidado especial con el ambiente”.
El cuarto reto, que enfrenta la minería, es el tecnológico. “Su rápido avance debe ser aprovechado por el sector para mejorar la productividad. En la actualidad ya se utilizan los drones en la exploración y producción. Y otro tema que se investiga es el llamado ‘blockchain’ (una especie de base de datos compartida electrónica para registro de operaciones compraventa u otras transacciones), que cambiará sustancialmente la forma de hacer negocios”, enfatiza.
Sostiene que las compañías mineras buscan maneras de utilizar la tecnología para aumentar la productividad, reducir costos y mejorar los niveles de seguridad.
Señala que las industrias extractivas están en el corazón de las megatendencias. “Proporcionan recursos esenciales para nuestra población y economías mundiales, y también porque estas industrias están fuertemente influenciadas por las tecnologías renovables y la innovación en los modelos de negocios”.
Remy refiere que existen cinco megatendencias que están redefiniendo el futuro de las industrias, incluyendo la minera. En primer lugar, se encuentran los cambios demográficos. “A medida que la población envejece en las economías maduras y la capacidad de usar la deuda es limitada, los gobiernos estarán presionados para aumentar los impuestos para mantener los programas sociales”.
Explica que los cambios en la longevidad afectarán los modelos de negocio, los costos de pensiones, los objetivos de talento y las ambiciones. También los sistemas de salud tendrán que ser rediseñados para manejar más participantes y la mano de obra tendrá que reestructurarse: en las economías envejecidas, los trabajadores de más edad tendrán que aprender nuevas habilidades y trabajar más tiempo.
Una segunda megatendencia son los cambios en las economías políticas. “Los países emergentes, como China, India, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Turquía, que conforman el E7, crecen en forma sostenida y cambian la forma de hacer comercio a escala mundial. Al 2050, estas economías, juntas, serán más grandes que el G7, el bloque de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá, Japón e Italia”, vaticina.
Otra gran tendencia es la urbanización, por la cual China está apostando. “La población está migrando a las grandes ciudades, que luego se convertirán en gobiernos, en algunos casos estas ciudades serán más poderosas que el Gobierno central, porque concentrarán la mayor cantidad de la población”, señala.
La cuarta megatendencia se refiere al cambio climático. El ejecutivo de PwC resalta que en el futuro se generará una concentración de poder alrededor de recursos, como el agua y la energía, y una tendencia será la generación de mayores conflictos.
La quinta está referida a los avances tecnológicos. La capacidad de recopilar y analizar datos en tiempo real se puede convertir en un requisito para hacer negocios, en lugar de una ventaja competitiva.