La reactivación de la obra es inminente. Funcionarios y empresa coinciden que será en febrero cuando se retomen los trabajos.
Mientras tanto, tres técnicos de la empresa constructora Represas Patagonia, que integran la china Gezhouba Group Corporation y las argentinas Electroingeniería e Hidrocuyo se presentaron ante unas 70 personas en el Centro Cultural de El Calafate.
El director de ingeniería Gustavo Vater, el gerente de Ambiente Bernardo Parisek y el gerente de Relaciones Institucionales Mariano Mosso fueron los encargados de explicar los cambios que tuvo el proyecto original de las dos represas, y contestar algunas de las preguntas de los asistentes.
Los representantes de la empresa fueron la cara visible y mensajeros para detallar que los cambios realizados al proyecto son superadores y que cubren errores de la idea original. Así mismo dejaron el mensaje que está todo controlado y que no habrá daño ambiental, y que la empresa tendrá buena relación con las comunidades, que dará trabajo a los santacruceños y que brindará una buena calidad de vida a los empleados que vivan en sus dos villas que se ubicarán cerca de las obras.
Los técnicos explicaron los cambios mas importantes que tiene el proyecto, tanto para la represa “Néstor Kirchner” (cercana a El Calafate) como para la “Jorge Cepernic” (cercana a Comandante Luis Piedra Buena).
El cambio que causa una mayor repercusión es el del nivel máximo con el que operará la represa NK (Néstor Kirchner). El ingeniero Vater explicó que las antiguas ideas de represas en esa zona tenían niveles muy elevados, a tal punto que el agua aumentaba en el lago Argentino y afectaba a la misma localidad.
Dijo que el proyecto sobre el que se llamó a licitación, y que fue adjudicado a la UTE Represas Patagonia, buscó un nivel mínimo, pero que en el Estudio de Impacto Ambiental del año pasado igual se encontró que podía afectar al lago, y por ende a los glaciares y a la misma ciudad de El Calafate.
“Se determinó que podía haber una afectación, eso nos llevó a un nuevo diseño y que redujo la altura de la presa NK en 6 metros, y llevó el nuevo nivel de operación a la cota 176,50 mts. De esa forma podemos asegurar que ante cualquier condición de operación el embalse no va afectar el lago Argentino”, explicó.
Aunque el cambio fue presentado formalmente por la empresa en la charla del viernes, el dato no es nuevo.
En la audiencia pública donde se presentó el Estudio de Impacto Ambiental, en diciembre del 2015, la modificación ya había tenido un adelanto por parte de funcionarios de Recursos Hídricos.
En la presentación que la empresa hiciera antes, en el mes de octubre, también se mencionó el cambio de cota.
La modificación no es solo un tema para la construcción y operación de la empresa. Si la cota máxima de operación de la represa NK se bajó, entonces también debería disminuir el riesgo de inundaciones que el estado provincial argumento para expropiar tierras a estancieros ribereños, por ende, ahora la tierra expropiada debería ser en menor cantidad. Los estancieros que estaban presentes en la charla tomaron nota de ello.
Otro cambio es sobre la capacidad de la represas para liberar el agua en un caudal que evite daños ambientales en la zona de la desembocadura del río Santa Cruz, donde se presenta un particular hábitat.
El descargador de Fondo tenía una capacidad que era muy reducida, por la que se aumentó en 4 veces, a 700m3 /segundo, según explicó el jefe de ingeniería.
La modificación permite regular el agua que sale hacia río abajo, lo que es fundamental para evitar alteraciones en el ecosistema del río.
También se cambió el lugar para abrir un camino de acceso a la represa NK. El proyectado originalmente atravesaba una zona de nidos de cóndores.
Se varió la estructura de Carga de Peces. Se aumentó el caudal de agua y se reubicó la estructura a construir. Es el sitio por donde los peces sortean las turbinas de las represas y luego retoman el cauce normal del río.
El ingeniero Vater dijo que todos los cambios han sido propuestos y aceptados por el comitente (dueño de la obra), el gobierno nacional.
Otro cambio notorio es que la represa JC (Jorge Cepernic) estaba proyectada con cinco turbinas que generaban electricidad. El gobierno nacional hizo bajar su capacidad de generación a tres turbinas y el costo económico de diferencia lo sumó a la construcción de un tendido de transmisión de energía que en el proyecto original estaba fuera del presupuesto.
Según la presentación, también se modificó el concepto de operación del complejo hidroeléctrico. Las dos represas no funcionaran igual. Es un sistema de dos centrales. La NK se va a ocupar de acumular agua durante el día y turbinar en la noche que es el momento de mayor consumo. Al mismo tiempo la JC va a dejar salir su agua acumulada durante el día para asegurar el mismo caudal de agua abajo. “Es un concepto frecuente normal en los aprovechamientos hidroeléctricos pero no estaba considerado en el proyecto original”, dijo el ingeniero Gustavo Váter de la empresa Represas Patagonia.
Para las idas y vueltas del proyecto, con un año de paralización de trabajos con mano de obra suspendida, varios millones de pesos de deuda con proveedores santacruceños, importantes modificaciones en el proyecto de construcción, ribereños demandando al Estado provincial por la expropiación de tierras, y ahora la admisión que el proyecto original tenía errores, la charla de buena intención brindada por la empresa Represas Patagonia, no es suficiente.
Represas Patagonia es la empresa contratada para la construcción de las represas, pero no es la dueña. El dueño de la obra (2 represas) es el Estado Nacional porque es en definitiva quien contrae los compromisos con el financiamiento chino, es quien paga, y quien explotará los servicios de la generación de energía. Por lo que debería ser el gobierno nacional quien explique a las comunidades cuál es proyecto que se ejecutará.
El gobierno santacruceño debería explicar lo suyo, ya que es quien expropia tierras, y por ser el dueño de los recursos que se afectan, tanto naturales como históricos y culturales.
También los municipios cercanos, porque integran una comisión de seguimiento.
Los mas cercanos al Estado, que estuvieron presentes, fueron integrantes del equipo de inspección de obra de la universidad contratada para tal fin, a los que no se les vio la cara ni se le escuchó su voz. Solo fue mencionada su presencia en el lugar.
Hubo presencia de concejales, una diputada nacional y una diputada provincial, pero fueron por interés propio y como parte del público.
Varias preguntas que se hicieron en el recinto no tuvieron respuestas porque no son tema de la empresa, sino del Estado.
La empresa ya brindó una charla igual el año pasado, cuando presentó el proyecto que empezaba a construir. En esa oportunidad también se explicaron los detalles de cómo serían construidas y operarían las dos presas. También se aseguraba que todo estaba bien planificado.
Un año después, la misma empresa admite hacer modificaciones como resultado de observaciones que surgieron con el pasar de los meses. Puntos no contemplados o mal planificados.
Quienes deben brindar respuesta a las dudas de las poblaciones y la seguridad que se cumplirán los parámetros y que no habrá daños ni imprevistos, no son los técnicos de la empresa.
La empresa tiene contrato económico con quien le encarga la obra. Los funcionarios de los gobiernos tienen otro contrato con los ciudadanos, quienes le dejan en sus manos no solo la administración de los recursos económicos sino también el bienestar de esta y de las futuras generaciones, incluyendo el hábitat en el que se desarrollarán.
