Un año después de anunciar una de las reducciones corporativas más drásticas de la historia, el conglomerado minero Anglo American PLC anunció que está replanteando la venta de dos tercios de sus minas y el despido de más de la mitad de sus trabajadores, dijo una fuente cercana.
Si bien los planes de recorte de costos de Anglo han estado inmersos en los vericuetos de la política sudafricana, la demora ha ayudado a la empresa a aprovechar el repunte de los precios de los commodities que ha tenido lugar en el segundo semestre, en especial los del carbón y el mineral de hierro. El alza ha convertido algunas minas que generaban pérdidas en gallinas de huevos de oro, lo que hace más difícil justificar su venta.
Aunque Anglo aún puede tratar de vender algunas minas de márgenes bajos, la presión para desprenderse de una gran parte de sus activos mineros ha disminuido.
Tras el derrumbe de los precios de los commodities el año pasado, Anglo anunció lo que calificó como una reestructuración “radical” que contemplaba la venta de hasta 29 activos mineros y el despido de unos 85 mil empleados en los próximos años.
Hasta el momento, solo ha logrado desprenderse de nueve de esas minas y no ha cumplido la meta de recaudar entre US$ 3 mil millones y US$ 4 mil millones por concepto de venta de activos que su presidente ejecutivo, Mark Cutifani, estableció a comienzos de año.
La moderación del plan de desinversión pone de relieve el drástico repunte en los precios de las materias primas este año, que ha modificado el panorama de la minería. Glencore PLC, que el año pasado parecía al borde del colapso, informó hace poco que terminó de recaudar los fondos que necesitaba para estabilizar sus finanzas y luego anunció una inversión importante en el gigante petrolero ruso PAO Rosneft. Los precios de las acciones de otros grandes conglomerados mineros, como Rio Tinto PLC y BHP Billiton Ltd., se han disparado.
Anglo era en 2015 una de las mineras más golpeadas por un derrumbe de los precios que se extendía por casi tres años y una deuda neta que ascendía a US$ 12.900 millones. Ese año, Anglo registró una pérdida de US$ 5.600 millones.
El precio de su acción ha subido casi 300% este año y está recibiendo dinero a manos llenas de sus operaciones de carbón, que planeaba vender. El precio del coque o carbón metalúrgico, que se utiliza en la siderurgia, se ha cuadruplicado este año. Los precios del mineral de hierro han subido 99% debido al estímulo provisto por el gobierno chino y recortes de producción en ese país, que consume cerca de 40% de las materias primas del mundo.
Algunos analistas han hecho un llamado para que Anglo use el dinero del flujo de caja para reducir su deuda en lugar de vender acciones para levantar capital. Los analistas prevén que la empresa registre un flujo de caja positivo en 2016, un giro radical frente a los egresos de caja de US$ 982 millones del año pasado, según FactSet.
Anglo aún negocia con posibles compradores. La empresa vendió varios activos antes del alza de los precios de los commodities , que se produjo principalmente en el segundo semestre de 2016.
La minera acordó en abril la venta de sus negocios de niobio y fosfatos en Brasil a China Molybdenum por US$ 1.500 millones.
A la empresa, sin embargo, le ha costado establecer un precio para sus activos últimamente. Anglo estaba a punto de vender algunos de sus cotizados activos de carbón en Australia cuando el precio del mineral se disparó en cuestión de días, lo que hizo que Cutifani diera marcha atrás, según una fuente cercana.
No todos los compradores están convencidos de que el alza de los precios de los commodities perdurará, dijo la fuente, y eso ha hecho que muchos de los interesados sean renuentes a pagar los precios más altos que pide Anglo.
“Mark me mira y me dice: ‘¿Es ese el precio adecuado para lo que están vendiendo?”, contó Norman Mbazima, vicepresidente de la junta de Anglo American South Africa, en una entrevista.
A pesar de sus reparos, “el precio de los commodities ciertamente no disminuye la presión”, agregó el ejecutivo en alusión a las operaciones de Anglo en Sudáfrica.
Otro factor que complica el panorama para Anglo en ese país es que la empresa contempla la venta de hasta 13 de sus 23 operaciones mineras.
Anglo trata de vender minas de carbón en Sudáfrica, algunas de las cuales tienen escuálidos márgenes de ganancia, además de operaciones de mineral de hierro que están envejeciendo, que son parte de Kuma Iron Ore, una empresa que cotiza por separado y de la cual es socio mayoritario.
A pesar de sus numerosos vínculos, el gobierno sudafricano y la compañía han tenido fuertes tensiones.
El gobierno ha dejado en claro que Anglo debe vender sus activos en el país a empresas o grupos nacionales, pero pocas de ellas cuentan con el dinero para adquirir los activos de la minera.
El gobierno también ha dificultado el despido de trabajadores en las minas que no son productivas. Las autoridades no respondieron a solicitudes de comentario.
“Cuando hay que reducir costos, no es fácil, y cuando hay un gobierno que no ayuda y al cual, al parecer, no le gustas, uno se siente un poco solitario, aislado”, dice Ian Woodley, analista de Old Mutual Equities en Ciudad del Cabo.
Anglo también se ha visto envuelta recientemente en una controversia de precios con la eléctrica estatal sudafricana, que compra una parte de su carbón y lo usa en la generación de energía. Eskom Holdings SOC acusó a Anglo de cobrar más de la cuenta por el carbón. Anglo ha señalado que cobra un precio justo de mercado.
Public Investment Corp., el fondo estatal de pensiones de Sudáfrica, ha exhortado a Cutifani a escindir los activos de Anglo como un paquete que incluya algunas de las minas de platino más codiciadas, una medida que el presidente ejecutivo ha rechazado.
Tras el derrumbe de las materias primas el 2015, Anglo anunció lo que calificó como una reestructuración “radical” que contemplaba la venta de hasta 29 activos mineros y el despido de unos 85 mil empleados en los próximos años.