México se ubicó como el único de los 10 principales proveedores foráneos que incrementó sus exportaciones a Estados Unidos de enero a octubre del 2016, medidas en volumen, informó el Departamento de Comercio estadounidense.
Las exportaciones de acero de México a su vecino del norte presentaron un alza interanual de 1% en los primeros 10 meses del año; en contraste, las de China se desplomaron 65.7%, seguidas por los descensos de los envíos de Corea del Sur (24%), Alemania (23.1%) y Taiwán (22.3 por ciento).
Estados Unidos es el mayor importador mundial de acero. De enero a octubre del 2016, compró del exterior 24 millones 963,454 toneladas de acero, una disminución interanual de 18.9 por ciento.
Por más de una década Canadá se ha mantenido como el primer proveedor del mercado estadounidense de acero. Su participación en el acumulado a octubre fue de 17.1%, seguido por Brasil (13.2%), Corea del Sur (11.9%), México (8.9%) y Turquía (7.5 por ciento).
Las compras foráneas estadounidenses de acero representaron alrededor de 9% de todas las importaciones de ese metal a nivel mundial en el 2015. El volumen de importaciones de acero de Estados Unidos en el 2015 fue más de 40% mayor frente al de Alemania y el de Corea del Sur, ubicados como el segundo y tercer importadores mundiales, respectivamente. En términos de valor, el acero representó sólo 1.4% del total de bienes importados por Estados Unidos en el 2015.
Estados Unidos importa acero de más de 90 países y territorios. Los 10 principales proveedores, Canadá, Brasil, Corea del Sur, Turquía, México, Japón, China, Rusia, Alemania y Taiwán, exportaron más de 1 millón de toneladas de acero cada uno al mercado estadounidense en todo el año pasado. En el 2015 esta decena de abastecedores representó 81% de las importaciones de acero de Estados Unidos. El Departamento de Comercio destacó que en los últimos años los cambios en el mercado, los ajustes en los niveles de importación y exportación y la debilidad de la demanda mundial de acero han afectado negativamente a las acerías globales.
Junto con los patrones cambiantes del comercio, los precios mundiales del acero han estado tendiendo hacia abajo desde principios del 2011 y las perspectivas financieras para muchas compañías siderúrgicas han disminuido.