La administración de la estatal ordenó una mantención mayor -que duró hasta ayer- con el objeto de atacar los problemas estructurales de la mina.
Un dolor de cabeza ha significado para la administración de Codelco la operación de su división Andina este año. A la serie de incidentes ambientales registrados durante la primera mitad del 2016 se sumaron problemas en la operación catalogados como “estructurales” y la desestabilización de la mina, situación que se estima demorará hasta dos años en ser revertida.
Todo lo anterior llevó a la administración del presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, a renovar la plana mayor y ahora, ordenar una mantención mayor, lo que se tradujo en cerrar la operación de manera parcial por ocho días y operar a un 40% de capacidad de la concentradora.
Según indicó Pizarro durante su exposición en la Comisión de Energía y Minería del Senado, Codelco decidió “tomar el toro por el asta” y cerrar por 8 días -entre el martes 13 y ayer miércoles 21 de diciembre- parte de las operaciones de la división Andina, con el objetivo de analizar las debilidades que han mostrado, por ejemplo, la línea de transporte de concentrado, como consecuencia de los problemas metodológicos y los ductos de transporte orientados a evitar nuevos derrames.
“Entre los días martes 13 y miércoles 21 de diciembre, de acuerdo al diagnóstico interno realizado a comienzos del segundo semestre, División Andina efectuó una mantención mayor de su línea de molienda SAG. Los trabajos se realizaron en ocho días, cumpliendo plazos, presupuestos y sin accidentes a las personas”, informaron desde Codelco.
En dicha detención la división también realizó mantenimientos específicos en correas y otros equipos, para ir reforzando su capacidad productiva de cara al 2017.
“Las obras en la línea SAG forman parte de la cartera de proyectos estratégicos definidos a mediados de este año 2016, y que buscan dar mayor continuidad y controlar riesgos en los procesos de Andina”.
En dicho periodo la planta concentradora estuvo operando a un 40% de capacidad, a través de la línea convencional, mientras que operaciones de la mina se mantuvieron sin alteración. Esto se suma al déficit que ya experimenta dicha división, que el tercer trimestre produjo unas 141 mil toneladas de cobre, lejos de las 167 mil producidas el año pasado.
Pese a ello, y según explicó Pizarro en su presentación, esto no tendrá efectos en los objetivos de la estatal para este año, ya que se espera que una mejor operación de las divisiones Chuquicamata y Ministro Hales, logren compensar la situación en Andina.