El grupo minero Hochschild dijo que su yacimiento de plata Pallancata en Perú suspendió temporalmente su producción, luego de que miembros de una comunidad local bloquearan una carretera y exigieran una renegociación de los acuerdos de compensación por uso de tierras.
La compensación ofrece a una parte el derecho de usar o ingresar a otra propiedad sin ser su propietario.
Las acciones de Hochschild cotizaban con una baja 5.3 por ciento a 230 peniques a las 1100 GMT en la bolsa de Londres.
La minera, que opera yacimientos en Perú, Chile y Argentina, dijo que sus previsiones de costos y producción del 2016 no serían afectadas por la detención de sus faenas de extracción.
Las conversaciones alentadas por el Gobierno siguen su curso con las partes relevantes, informó la compañía.
En octubre, Hochschild proyectó que su producción de plata alcanzaría 35 millones de onzas equivalentes a costos sostenibles —el costo total de mantener la producción y el gasto de capital— en el rango de entre 11 y 11.5 dólares por onza de plata equivalente.
Los precios de la plata se negociaban con una baja de 1.7 por ciento a 16.53 dólares por onza en la bolsa de metales de Londres.
El Gobierno del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, "ha subestimado los conflictos sociales por minería" que se presentan en el país, afirmaron hoy varias ONG durante la presentación del 19 Informe del Observatorio de Conflictos Mineros.
El documento, presentado por las Organizaciones No Gubernamentales CooperAcción, Fedepaz y Grufides, analiza los primeros meses del Gobierno de Kuczynski en temas mineros y de conflictividad social.
"La actuación del Gobierno arroja serias dudas sobre su estrategia en materia de conflictividad social", sostuvo CooperAcción en una nota de prensa.
El director del Observatorio de Conflictos Mineros, José de Echave, consideró que "ha llegado el momento de discutir en serio y a fondo sobre qué tipo de institucionalidad y políticas públicas" se necesitan en su país "para hacer frente a los conflictos sociales."
"No se puede seguir con la misma institucionalidad precaria", remarcó.
A decir del documento, "la gran apuesta" del Plan de Gobierno de Kuczynski, quien asumió la presidencia el 28 de julio pasado, era el "adelanto social", que consistía en hacer una inyección económica a las zonas donde ingresaría la minería para que la población pueda beneficiarse de la actividad.
"Sin embargo, el problema de este enfoque es que olvida y niega el carácter multidimensional de los conflictos sociales en Perú, donde se ponen en juego diversas variables: expectativas, preocupaciones ambientales, demandas sociales, económicas, y derechos culturales", agregó la nota.
Según el informe, la Defensoría del Pueblo reportó a octubre de 2016 la existencia de 212 conflictos sociales activos, de los cuales 149 son por razones socioambientales.
"Hasta ahora la estrategia social carece de prevención y la respuesta es de una elevada letalidad. Se hace necesario un sistema nacional de conflictos sociales con carácter preventivo, con capacidad de articulación multisectorial, con presencia en las regiones y un claro enfoque de derechos humanos", agregó De Echave.
El informe también alertó que el escenario minero estará marcado en los próximos años por una contracción de la inversión minera y "se consolida la nueva geografía" de la conflictividad social en el país.
En este tema, el sur del país concentra la conflictividad social y la inversión minera en las regiones de Apurímac, Arequipa, Moquegua, Ica, Puno, Tacna y Cuzco, donde se presentan más del 43 % de los conflictos.
Añadió que el escenario productivo minero que enfrentará Kuczynski pasará porque el "boom del cobre", que comenzó en 2015, continuará impulsando a ese sector, con un crecimiento que colocará al país como segundo productor mundial de ese metal, gracias a la puesta en marcha de proyectos como Toromocho, Constancia, Cerro Verde y Las Bambas.
El informe también alertó sobre el "imparable avance" de la minería ilegal, principalmente en la Amazonía del país, donde las regiones sureñas de Madre de Dios y Puno son "dos de sus principales bastiones".