La petrolera provincial Gas y Petróleo de Neuquén puede convertirse en la mejor ventana para que las pequeñas operadoras se desarrollan en Neuquén. Y ya un caso testigo que comienza a ser exitoso: el del paquete de bloques conocido como Dorsal. Sobre todo, si se piensa que el año que viene la empresa podría licitar varios bloques más.
Dorsal está compuesto por siete áreas con una producción marginal que GyP recibió de YPF y que tienen un singular “maleficio”: la roca madre de Vaca Muerta es tan pobre que ni siquiera vale la pena perforarla. La opción que tomó la firma provincial fue acudir a Oilstone para exprimir estos campos maduros.
En el primer año de gestión, la producción de crudo se incrementó, mientras que la de gas bajó algunos metros cúbicos. Aquí no sólo es clave el trabajo en campo sino el precio del hidrocarburo.
Si bien primero firmaron un acuerdo de operación, a mediados de año GyP cedió un 40% de los bloques a Oilstone, que pagará con inversiones el paquete de activos.
La firma se comprometió a perforar 4 pozos y realizar 17 workovers con una inversión de 15 millones de dólares. Parece poco en la era de los grandes anuncios en Vaca Muerta, pero se trata de un monto enorme para yacimientos donde ya no había más nada para hacer. Como ejemplo, vale el de paquetes de bloques conocido como Dorsal, cedido a Oilstone.
Si de pequeñas empresas se trata, una de las pioneras en este tipo de desarrollo en el país fue Oilstone. Formada en 2010 por socios provenientes de otras compañías, se convirtió en un referente de los campos maduros en Argentina, con un modelo que multiplicó la producción en yacimientos que parecían vacíos.
“Nos dedicamos a lo nuestro, a lo que podemos hacer. De otro modo, sería como querer inventar un buscador que compita contra Google”, bromea Diego Garzón, presidente de la compañía. “El mundo funciona así: en la industria, los campos maduros los toman las pequeñas empresas, es un estándar”, detalla el empresario.
Oilstone opera en Neuquén en ocho bloques. Uno de ellos, Cerro Bandera es su área emblema. En realidad pertenece a YPF, que firmó en 2011 un contrato de operación compartida, toda una novedad en el país. El concepto es que la firma nacional le exige a Oilstone un piso de producción: de allí para arriba, todo el crudo y el gas queda en mano de la empresa pequeña.
“Llevamos 30 millones de dólares invertidos y el yacimiento mejoró en 5 años. Pasamos de 80 a 230 metros cúbicos día de petróleo de 50 a 150 en gas”, contó Diego Garzón, presidente de la compañía.
Los otros siete bloques componen una gran área conocida como Dorsal, donde tiene como socia a la petrolera provincial GyP
“Oilstone se constituyó con el ahorro del trabajo de los socios”, explica Garzón. Sostiene que una parte de la empresa se la vendieron a productores sojeros para conseguir dinero y que otra fuente central fueron los bancos.
Dorsal está compuesto por siete áreas con una producción marginal que GyP recibió de YPF y que la firma provincial cedió para que otra operadora pueda exprimir estos campos maduros. Las áreas se encuentran en la Amarga Chica y Bajada de Añelo, dos yacimientos con potencial no convencional. En concreto las tareas se concentrarán en Puesto Cortadera, Portezuelo Minas y Loma Negra NI (que junto a otras cuatro áreas integran la UTE Dorsal).
De allí la petrolera obtiene la mayor porción de su producción. Actualmente recupera unos 410.000 m³/d de gas y 40 m³/d de hidrocarburos líquidos (crudo y gasolina). A eso suma unos 200 m³/día de gas en Aguada del Chanar, que opera junto a Enarsa, y anota otras extracciones de los proyectos pilotos en los que tiene participación.
Según explicó el titular de GyP, Alberto Saggese, se encontraron como mucho trabajo por realizar en las áreas. Para algunos trabajos se planificaron trabajos de reparación y en otros casos fueron pozos que no estaban terminados. El plan de trabajo comenzó seis pozos y se extenderá a otras 11 perforaciones.
Se trata de campos que ya tienen muchos años de explotación, se los denomina maduros, y que necesitan de inversiones puntuales para sostener sus niveles de gas y petróleo. La apuesta de la firma provincial es elevar en un 40% los números de la UTE Dorsal.
En el primer año de gestión, la producción de crudo se incrementó, mientras que la de gas bajó algunos metros cúbicos. Aquí no sólo es clave el trabajo en campo sino el precio del hidrocarburo, según consigna la nota del diario "Río Negro."
Ambas petroleras firmaron primero un acuerdo de operación. A mediados de año GyP cedió un 40% de los bloques a Oilstone, que pagará con inversiones el paquete de activos.