Algunas minas pagan más de 100 dólares por megavatio/hora en sus contratos más caros, mientras que productores eólicos han ofrecido energía por 24 horas con precios tan bajos como 38 dólares en una reciente licitación para la red pública de Chile.
Las mineras en Chile, mayor productor mundial de cobre, examinan sus contratos energéticos para ver si sus términos pueden renegociarse y además incorporar las ahora más baratas energías renovables, dijeron fuentes del sector.
Las operadoras mineras, que actualmente dependen en gran medida del carbón y el gas para sus procesos, buscan que productores eólicos y solares participen en las próximas subastas energéticas para reducir sus costos.
La industria chilena del cobre destina cerca de un 20 por ciento de sus gastos a energía.
En medio de este panorama, eléctricas tradicionales como Colbún, AES Gener y Engie Chile corren el riesgo de perder terreno y se están diversificando con fuentes renovables para seguir siendo competitivas.
"Los clientes industriales están revisando sus contratos, anticipando licitaciones, tratando de aprovechar el momento y el mercado", dijo Juan Francisco MacKenna, uno de los principales abogados de proyectos y regulación energética en Chile.
Empresas como las europeas Acciona Energía y Mainstream, con fuerte presencia en el negocio de energías renovables no convencionales, aseguran estar listas para beneficiarse de la creciente demanda energéticas de las mineras.
Algunas minas pagan más de 100 dólares por megavatio/hora en sus contratos más caros, mientras que productores eólicos han ofrecido energía por 24 horas con precios tan bajos como 38 dólares en una reciente licitación para la red pública de Chile.
La gigante cuprífera estatal Codelco, afectada por el descenso de los precios del cobre, está examinando los términos con los proveedores de energía, dijo Alvaro Aliaga, vicepresidente de su división norte, a Reuters el mes pasado.
Otros, como Antofagasta, también buscarían revisar contratos, algunos de los cuales expiran a fines de 2030, dijeron cuatro fuentes familiarizadas con la estrategia de contratación de energía de las mayores mineras de Chile.
Algunos contratos son más flexibles que otros, dijeron las fuentes, pero el objetivo sería hacer cambios previos a la expiración hacia energías renovables más baratas o presionar a los proveedores tradicionales para que bajen sus precios.
Sin embargo, algunos expertos de negociación energética dijeron que los procesos de arbitraje son una posibilidad para acuerdos particularmente rígidos y de largo plazo.
En medio de este panorama, la mina de cobre de Collahuasi, una empresa asociación entre Anglo American y Glencore , lanzó recientemente una licitación para una subasta de energía de 150 megavatios de potencia.
Antofagasta probablemente lanzará una licitación de suministro de energía para una planeada expansión de su mina Centinela el próximo año, mientras que Codelco espera una posible expansión en su mina Radomiro Tomic, dijeron dos de las fuentes familiarizadas con la estrategia de contratación energética de las empresas.
El Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Sergio Hernández explicó que hoy se necesita más energía para producir la misma cantidad de cobre fino que hace 15 años y que a futuro, dado los factores estructurales que enfrenta el sector como envejecimiento de las minas, y la mayor producción de concentrados de cobre, se incrementará sustancialmente el consumo de energía.
“Las principales áreas de consumo de energía en la minería del cobre son la mina rajo y concentradora, procesos que acentuarán su consumo al año 2026 debido a la mayor producción de concentrados de cobre que se prevé. A ello hay que sumar la desalinización e impulsión de agua cuya demanda de energía aumentará 5,6 veces, convirtiéndose en el segundo proceso luego de la concentración que más demandará energía eléctrica”, señaló Hernández.
En este contexto, el Vicepresidente Ejecutivo de Cochilco destacó el convenio que el Consejo Minero y el Ministerio de Energía firmaron en 2015 con el objetivo de impulsar un uso cada vez más eficiente de la energía y fomentar iniciativas que contribuyan a la innovación y la cultura en el buen uso de este insumo, siguiendo las mejores prácticas internacionales en la materia.
Añadió que para superar las barreras que existen en el sector para implementar más medidas eficiencia energética es preciso formar capital humano especializado en esta área, hacer diagnósticos energéticos oportunos y eficaces, implementar Sistemas de Gestión de Energía, fomentar e implementar la innovación tecnológica, y todo ello basado en una correcta medición y verificación de los indicadores de eficiencia energética.