Bill Gates, Jeff Bezos, Jack Ma y otros millonarios lanzaron ayer un fondo de US$1.000 millones dedicado a invertir en energía verde para tratar de frenar la amenaza del cambio climático.
El capital del Breakthrough Energy Ventures (BEV), como denominaron al fondo, tiene como objetivo invertir en el diseño y comercialización de nuevas tecnologías en áreas como generación y almacenamiento de electricidad, transporte limpio, procesos industriales y agrícolas más eficientes y mejoras al sistema energético.
Para ello promete apoyar desde el nacimiento de startups hasta la colocación en el mercado de empresas o productos existentes.
‘Todo lo que conduce a una energía barata, limpia y confiable, estamos abiertos de mente’, dijo públicamente Gates, quien será el presidente de la iniciativa en la que también participan el príncipe Alwaleed bin Talal de Kingdom Holding; y el propietario de Virgin Galactic, Richard Branson. Según consignó Quartz, con una fortuna total combinada de US$170.000 millones de dólares, se trata del ‘grupo de inversionistas más rico que se haya creado’.
Si bien ya existe una iniciativa llamada Misión Innovación, donde 22 países y la Unión Europea pretenden duplicar la inversión en investigación sobre energía limpia durante cinco años (compromisos pactados en el Acuerdo de París), Gates destacó que el fondo BEV es complementario, pues ayudará a construir compañías basadas en tecnologías prometedoras cuya inversión está fuera del alcance de la investigación pública de las diferentes naciones.
‘Estamos invirtiendo nuestro propio capital y estamos trabajando con cerca de 20 países en todo el mundo que se han comprometido a aumentar significativamente sus inversiones en la investigación básica que conduce a avances en la innovación’, se lee en el sitio web del BEV.
De esta manera, los líderes del mundo de los negocios confrontan directamente al presidente electo de Estados Unidos, que designó a un petrolero al frente de la Agencia Federal del Ambiente (Epa), el fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt.
‘Los científicos siguen sin estar de acuerdo sobre el grado y la magnitud del calentamiento global, así como sus vínculos con las acciones del hombre’, señaló Pruitt previo a su nombramiento, ideas que coinciden con la visión de Donald Trump que ha cuestionado en varias oportunidades el respaldo científico del cambio climático.
