La sociedad, que busca desarrollar la iniciativa, pidió a la Comisión Chilena de Energía Nuclear ampliar por dos años más el pago del arriendo, ya que la iniciativa tardaría más de lo previsto en ser explotada por la baja en el valor del metal rojo.
Los tiempos no están fáciles para los futuros proyectos de cobre, esto incluso considerando el repunte que ha tenido el metal rojo en las últimas semana.
Prueba de ello es la solicitud realizada a la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChen) por el proyecto de cobre y oro Productora -join venture entre Compañía Minera del Pacífico (CAP) y la australiana Hot Chili, a través de la Sociedad Minera El Águila-, hoy en etapa de exploración; con la que buscan aplazar en al menos dos años su producción como consecuencia del difícil momento que vive el mundo de cobre.
Y es que según revela la plataforma del lobby, los ejecutivos del proyecto se reunieron -el pasado 7 de noviembre- con el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía Nuclear, Patricio Aguilera, con el fin de “extender el actual pago de arrendamiento de la propiedad minera por 2 años más”.
¿La razón? La baja que ha experimentado el cobre, situación que “no hace conveniente iniciar su explotación”, indica la misma plataforma.
La solicitud se debe a que parte del proyecto de cobre se encuentra en pertinencia de la CChen, y dentro del acuerdo de arrendamiento se estipula un tiempo definido en que el proyecto puede ser explotado. Una vez concluido este plazo -fijado en dos años, período que termina en julio de 2017- la iniciativa debería pasar a ser explotada, pasando a pagar un mayor fee y royalty, que consta de un porcentaje de la producción.
Sin embargo, y según explica el country manager de Hot Chili Chile, José Ignacio Silva, la situación del mercado no está para llegar a esos tiempos. “El ciclo a la baja hace que los proyectos se hagan más lento por su dificultad en el financiamiento”, explicó.
Y profundizó, indicando que “a mayor precio del cobre hay mayor financiamiento en los mercados y eso hace que sean los procesos más rápidos, y al revés, a menor precio del cobre hay menos financiamiento, lo que se traduce en que hay menos capacidad económica para hacer estudios y desarrollar la mina”.
Lo anterior, asegura, no hace que se detenga del todo del proyecto, incluso dentro de un mes ingresará una declaración de impacto ambiental (DIA) para continuar las exploraciones; pero sí lo “enlentecerá” e incluso retrasará la puesta en marcha del mismo, hasta que el mercado mejore.
Tras la petición del ejecutivo, ahora la decisión está en manos de la CChen, cuyo consejo deberá analizar si acepta o no dicha solicitud. Pero antes, el director ejecutivo de la CChen, Patricio Aguilera, ya les informó que se hará una visita a las faenas mineras actuales, a fin de tener los antecedentes para adoptar una resolución respecto de lo solicitado.
El proyecto Productora ubicado a 15 km al sur de la ciudad de Vallenar, en la Región de Atacama, y su estudio de prefactibilidad releva que una vez en producción generaría unas 66 mil toneladas al año de cobre y 25 mil onzas de oro en los primeros ocho años de su vida útil, de los diez que tendrá en total.
Esta requeriría una inversión de US$725 millones, y generaría ingresos por US$4.300 millones -considerando precios de largo plazo de US$3,00/libra en el caso del cobre y US$1.250/oz en el oro- y tendría un cash cost (C1) de US$1,47/libra.
Dentro de las ventajas del proyecto, indica, destaca que no requerirá agua fresca ni una planta de desalinización. Además se requerirá una línea de transmisión de 220 Kv de 25 kilómetros y su ubicación, cerca del puerto multipropósito Las Losas -de CAP-, ayudaría a transportar el mineral. A la fecha, en dicho proyecto se han invertido unos US$90 millones.