“El mejor panorama para el cobre está elevando los precios y debería seguir respaldándolos en el corto plazo”, dijo el jefe de investigación de materias primas de Commerzbank, Eugen Weinberg.
El cobre subía hoy respaldado por pronósticos de un aumento de la demanda desde las economías más grandes del mundo y por una merma en los inventarios, aunque persistía la preocupación por el ritmo de avance del metal.
Los nuevos pedidos a fábricas en Estados Unidos registraron en octubre su mayor incremento en casi un año y medio, aportando más evidencias de que el sector manufacturero se está recuperando gradualmente tras una debilidad prolongada. Las señales acerca de la demanda desde China también mejoraron.
Ante el repunte de la demanda, los inventarios de cobre cayeron el miércoles a unas 230,000 toneladas, según datos de la Bolsa de Metales de Londres (LME), casi un 40% menos que el máximo de 2016 registrado en setiembre.
“El mejor panorama para el cobre está elevando los precios y debería seguir respaldándolos en el corto plazo”, dijo el jefe de investigación de materias primas de Commerzbank, Eugen Weinberg. “Pero a largo plazo definitivamente estamos preocupados por la sostenibilidad del alza”, agregó.
El cobre a tres meses en la LME subía 0.6% a 5.921 dólares por tonelada a las 1300 GMT. El metal ganó un 20% el último mes.
Los avances del cobre estuvieron alentados también por la esperanza de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, gastará más en infraestructura y que la actividad económica y el gasto especulativo de China continuarán, dijo Weinberg.
Los inversores minoristas de China se han inclinado por los metales ante un enfriamiento del mercado inmobiliario y porque muchos se vieron afectados por la brusca caída de las acciones en el país el año pasado.
Los precios del metal rojo han operado entre los 5,600 dólares y los 6,045 dólares desde fin de noviembre y alcanzaron la semana pasada un máximo desde mediados del 2015 de 6,045.50 dólares.
Una serie de datos de China que se conocerán en las próximas semanas mostrarían que la segunda economía más grande del mundo creció a paso firme en noviembre, con la inflación y el crédito expandiéndose a mayor ritmo, según un sondeo de Reuters.
El zinc, el metal de mejor desempeño este año, trepaba 1.5% a 2,841 dólares por tonelada.
Los futuros del aluminio subían un 0.9%, a 1,724 dólares por tonelada; los del plomo ganaban un 1.9%, a 2.382 dólares; mientras que los del estaño escalaban un 0.2%, a 21,175 dólares.
El níquel registraban muy pocos cambios respecto a la sesión previa y cotizaba en 11,600 dólares por tonelada, según estimaciones de Reuters.
Bank of America proyecta un precio promedio de US$ 2.72 la libra para el segundo trimestre de 2017, lo que debería ser un alivio para Hacienda. Las proyecciones que se usaron en la elaboración del presupuesto fueron con un precio promedio de US$ 2,56.
Como parte de sus proyecciones para el año próximo año, Bank of America dice que el metal rojo, habiendo sido el alumno rezagado entre los metales básicos, en 2017 podría ponerse al día. Ve mayor oferta y un aumento en la demanda por el estímulo fiscal de Trump y otras economías que seguirán ese ejemplo. Uno de los factores es que el ritmo de apertura de nuevas minas de cobre se ha estancado y eso presionará la oferta.
El informe dice que los metales básicos parecen tener buenos fundamentos y que eso se reflejará principalmente en la primera mitad del año.
Hasta 2016, el zinc ha sido el de mejor desempeño y es poco probable que eso cambie el próximo año, dice el informe. A eso agrega que “independientemente de las interrupciones del suministro en Filipinas, es probable que haya déficit en el mercado del níquel”.
El banco subió sus estimaciones promedio para el cobre, zinc y plomo. Sus estimaciones de precios para el aluminio y el níquel no han cambiado.
El mercado del acero seguirá volátil el año próximo, dice el informe, algunos factores serían el sentimiento anti globalización y anti libre comercio que está generando la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.