El ejecutivo reveló las empresas afectas al impuesto que grava las emisiones a las fuentes fijas que sumen una potencia térmica mayor o igual a 50 MWt. ¿Cuáles son? Compañías generadoras, cementeras, papeleras, metalúrgica, y alimenticia entre las seleccionadas.
Inicialmente serían 500; luego se habló de 150 y hace unos meses se dijo que bordearían las 90. Finalmente el Ministerio de Medio Ambiente acotó aún más el universo y el pasado 2 de diciembre dio a conocer las 85 compañías que se verán afectadas por el nuevo gravamen a la emisión de contaminantes de fuentes fijas.
El denominado impuesto verde, establece un tributo anual a beneficio fiscal sobre las emisiones al aire de material particulado, óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y dióxido de carbono, producidas por establecimientos cuyas fuentes fijas sumen una potencia térmica mayor o igual a 50 megavatios térmicos (MWt).
El gravamen, que fue introducido como parte de una ley general de reforma tributaria, está en su cuenta regresiva. De hecho, en 2017 se empezarán a considerar las emisiones generadas por las fuentes fijas, las que deberán ser pagadas por primera vez en abril de 2018. Dado ello, la cartera a cargo, publicó un listado de establecimientos cuyas fuentes fijas suman una potencia térmica mayor o igual a 50 MWt y, en consecuencia, se verán afectos al impuesto.
Si bien en un principio desde el ministerio habían apostado porque el 94% de los impuestos lo pagara la generación a carbón, lo cierto es que en el listado de establecimientos afectos al impuesto son menos de la mitad.
En concreto, 41 de las 85 sociedades que deberán cancelar el tributo son empresas de generación eléctrica, pero también están presentes la industria pesquera, agroalimentaria, maderera y papelera.
Dentro de las sociedades presentes en el listado, un porcentaje importante son de propiedad de los holding de generación AES Gener, Endesa -Enel Generación Chile-, Colbún y E-Cl -hoy Engie Energía Chile-.
Cabe destacar que AES Gener -con cerca del 30% de la generación en Chile- tiene el 54% de su matriz en base a carbón, 24% en base a gas natural y 1% a diesel, mientras que la segunda, Endesa Chile, tiene sobre el 50% de su parque en base a energía térmica.
En este sentido, las centrales termoeléctricas Angamos, la Sociedad Eléctrica Santiago, Nueva Tocopilla, Ventanas, Guacolda, Los vientos, Laguna Verde, Laja y Santa Lidia son las instalaciones de AES Gener que deberán desembolsar US$5 por cada tonelada emitida. En tanto, Endesa deberá pagar por nueve de sus unidades, entre las que destacan las termoeléctricas Bocamina, San Isidro I y II y la Central Quintero.
La mayor generadora del Norte Grande, Engie Energía Chile, y la firma ligada a la familia Matte, Colbún, no se quedan atrás, ya que cada una tiene a cuatro de sus sociedades aguas abajo afectas al llamado “impuesto verde”.
A esto se suman otras 13 centrales térmicas de diferentes empresas generadoras menores como IC Power, Enorchile y General Electric (GE).
Con lo anterior no es sorpresa que desde la industria eléctrica hayan hecho una dura crítica al impuesto, por considerar que la medida sólo busca recaudar dinero y no la reducción efectiva de las emisiones. Cabe recordar que el gerente general de la Asociación de Generadoras durante 2014, René Muga, en medio de la tramitación declaró a este medio que este impuesto significa un aumento de 8% a 9% en el costo de la generación.
Esto lo llevó a sentenciar que “el impuesto verde hará más difícil las inversiones en termoeléctricas”, proyección que si se analiza en la actualidad se ha cumplido, ya que hoy hay sólo una central de este tipo está en construcción, Infraestructura Eléctrica de Mejillones, de Engie.
Pero no son solo las generadoras eléctricas las que deberán cargar con este nuevo tributo, sino que existe una amplia gama de otras industrias, tales como fuentes fijas de empresas cementeras, papeles, celulosa (las centrales de biomasa estarán excluidas del pago), metalúrgica, y alimenticia.
Así es como dentro del listado se incluyen cuatro operaciones de Corpesca, pesquera ligada al Grupo Angelini, e instalaciones de su competidora Camanchaca. También aparece el mundo de la celulosa con CMPC Celulosa y Celulosa Arauco y Constitución.
En el listado están presente industriales como CAP, Methanex, Papeles Cordillera y la cervecera CCU.
Y las empresas estatales tampoco quedan fuera. En ese sentido, la más perjudicada será ENAP, la cual deberá desembolsar por sus operaciones en las refinerías ubicadas en Concón y Biobío.
En el documento publicado por el ministerio de Medio Ambiente también informa el listado de comunas que se encuentran declaradas como saturadas, es decir, aquellas que presenta una alta concentración de Material Particulado Fino (MP 2,5), que tienen como principal fuente de emisión las industrias y la combustión de la leña, utilizada para la calefacción domiciliaria por sobre la norma.
En el listado se encuentran una serie de comunas de entre la II y la XI Región, incluida la Región Metropolitana. Por lejos, la zona con más áreas afectas está en el centro sur del país.
Así, regiones como la Metropolitana tiene 51 de las 52 comunas que posee declaradas como saturadas, mientras que la VI Región 17 de sus 33 comunas en esta situación.
Biobío y Maule le siguen con 13 y ocho comunas, respectivamente.
Según el informe financiero de la Reforma Tributaria el Gobierno espera recaudar con este impuesto $89. 424 millones en 2018.