La Sociedad Nacional de Minería (SONAMI) presentó su último informe sobre la situación del empleo en la minería de Chile, donde se registró que en los últimos 12 meses la tasa de ocupación ha caído en 22.000 puestos de trabajo, pues en septiembre de 2015 alcanzaba 223.000, en tanto que en el mismo mes de 2016 registra 201.000, según INE, es decir muestra una disminución de 9,9%.
El empleo en este sector productivo respecto de la medición del mes anterior aumentó en 6.000 puestos de trabajo. Si comparamos el peak de ocupación, que se alcanzó en septiembre del 2012, con 261.00 trabajadores, se observa que la ocupación en la minería ha disminuido en 60.000 trabajadores, según registró el informe
La postergación de proyectos como Lomas Bayas III Sulfuros de Glencore (US$ 1.600 millones) y El Abra Mill Proyect de Freeport McMoran (US$5.000 millones) fueron sólo la antesala de lo que ocurriría este año.
En este último caso, la compañía además decidió -en octubre de 2015- bajar al 50% su producción y prescindir del mismo porcentaje de su dotación propia.
Ahora bien según los datos del INE conocidos este miércoles, la cifra es menor 0,6 puntos porcentuales respecto a igual periodo del año anterior y 0,4 por ciento más bajo que el trimestre anterior.
Por sectores económicos, los que más incidieron en la creación de empleo en 12 meses son Construcción, con un 25 por ciento, Transporte con un 11 y Administración Pública con un 10 por ciento.
Es importante destacar que el empleo a nivel nacional, en los últimos doce meses, crece 1,5%, esto es, aumenta en 118.000 trabajadores, en tanto las actividades económicas que muestran un retroceso en la generación de empleo son minería e intermediación financiera que disminuyen 9,9%, electricidad, gas y agua cae 3,9%, pesca 3,5% y construcción 0,3%, son estas actividades económicas precisamente las que muestran una baja en la ocupación.
El nivel de empleo en la minería hoy es exactamente igual al registrado en marzo del año 2010, pues en esa fecha había 201.000 ocupados en este sector productivo. El empleo a nivel nacional, en los últimos doce meses, crece 1,5%, esto es, aumenta en 118.000 trabajadores, en tanto las actividades económicas que muestran un retroceso en la generación de empleo son minería e intermediación financiera que disminuyen 9,9%, electricidad, gas y agua cae 3,9%, pesca 3,5% y construcción 0,3%, son estas actividades económicas precisamente las que muestran una baja en la ocupación
En términos interanuales, el aumento del desempleo respondió a un incremento de los ocupados (1,5 %) inferior al alza de la fuerza de trabajo (1,6 %), lo que implicó un aumento de los desocupados (3,2 %), mientras que las tasas de participación y ocupación se redujeron ambas en 0,1 puntos, alcanzando un 59,4 y un 55,6 % respectivamente.
La fuerza de trabajo totalizó en el último trimestre en Chile 8.699.410 personas, de las que 8.141.240 tienen empleo y 558.170 no lo tienen.
Por sexos, el desempleo afectó al 6 % de los hombres y al 7 % de las mujeres.
En la Región Metropolitana de Santiago, que concentra cerca del 40 % de la fuerza laboral de Chile, el desempleo se situó en el 6,6 %, que supone una subida interanual de 0,2 puntos porcentuales.
Las regiones con las mayores tasas de desempleo fueron Coquimbo, con un 8,2 %; Antofagasta, con un 8,1 %, y Atacama, con un 7,8 %, todas en el norte de Chile.
En tanto, las que tuvieron menores tasas fueron Los Lagos (2,3 %) Aysén (3,3) y Magallanes (4,1 %), todas en el sur del país.
Por sectores, los mayores aumentos interanuales del empleo correspondieron a Actividades Artísticas y de Entretenimiento (14,8 %), Actividades de Servicios Administrativos (14,1 %) y Suministro de Agua (13,9 %).
En efecto, mientras en el país, el último trimestre móvil agosto-octubre de 2016, registra una tasa de desocupación de 6,4%, en Tarapacá llega a 6,9%, en Antofagasta alcanza a 8.1% , en Atacama se eleva a 7,8% y en Coquimbo marca 8,2%, el más alto del país. Estas cuatro regiones del norte de Chile son eminentemente mineras, pues en Tarapacá el 45% del PIB es generado por la minería, en Antofagasta el 56%, en Atacama el 44% y en Coquimbo el 35%.
Son precisamente las regiones del norte las que registran las más altas tasas de desempleo en el país, argumentó Alvaro Merino, Gerente de Estudios de SONAMI
Al comparar la tasa de desocupación actual con lo que ocurría hace un año atrás en el país y particularmente en las regiones mineras, se observa que a nivel nacional la tasa de desempleo crece 0,1 puntos, en tanto que en Tarapacá disminuye en 0.4 puntos, desde 7.3% a 6,9%, en Antofagasta aumenta 2,8 puntos, pasando de 5,3% a 8,1%, en Atacama se incrementa 2,8 puntos, elevándose de 5,0 % a 7,8% y en Coquimbo aumenta 1,1 puntos, desde 7,1% a 8,2%.
En las regiones mineras, vale decir, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo, de acuerdo a estadísticas del INE, se registran 10.800 cesantes en el sector minero, 12.200 en el comercio y 11.600 en la construcción. Los cesantes de estas tres ramas productivas y de servicios representan el 47% de la totalidad de la cesantía de estas regiones.
Cabe destacar que todas estas actividades están muy relacionadas con el comportamiento del sector minero. Por ello cuando la minería progresa, arrastra virtuosamente a otras actividades económicas. Cuando la minería se detiene, impacta significativamente en otras actividades, particularmente en el comercio y en la construcción.
Por último Merino señaló que "la contratación de trabajadores se manifestará con fuerza en el sector minero una vez que se reactive la inversión. Por ello, considerando el efecto multiplicador de la inversión minera debemos dar un impulso robusto a esta importante variable, a través de la agilización de permisos y más importante aun despejando las incertidumbres".
En mayo pasado la estatal polaca KGHM oficializó su decisión de postergar de manera indefinida el desarrollo de la Fase II de Minera Sierra Gorda, basados en “nuevos antecedentes asociados a la mineralización del yacimiento y el considerable aumento de los gastos respecto de lo estimado en los planes iniciales del proyecto”.
Esta iniciativa aportaría unas 6 mil plazas laborales durante su peak de construcción y la contratación de unas 2.500 personas de manera permanente para su operación.
A lo sucedido en Sierra Gorda se sumó el anunció hecho por Codelco en octubre de este año.
Presionada por la fuerte caída en el precio del cobre y la escasa disposición de recursos frescos, la estatal pospuso hasta 2024 la ejecución de Radomiro Tomic Sulfuros Fase II, para la cual había calculado una inversión de US$5.400 millones. Esta iniciativa aportaría cerca de 15 mil puestos de trabajo en su etapa de construcción y otros 2.200 permanentes.
Desde el gobierno reconocen el complejo momento de la minería y apuestan por una estabilización hacia 2018.
“Cochilco y varios analistas importantes proyectaron que el precio del metal se estabilizará en torno a los US$2,20 la libra hacia 2018. Ese nivel de precios hace factible varios proyectos que están a la espera y ese puede ser el caso de la Fase II de Sierra Gorda y de los Sulfuros de Radomiro Tomic”, comentó el seremi de Minería, Cristian Montecinos.
“Lo de Codelco también va a pasar un poco por la voluntad política del gobierno de turno, sobre todo en lo que respecta a su capitalización. Si hay una buena inyección de recursos a la estatal, es posible que ésta agilice la materialización de sus proyectos estructurales y en específico de Radomiro Tomic”, dijo Montecinos.
Eso -según la autoridad- sería un gran impulso a la dinámica económica de la zona y también al alicaído empleo sectorial. Según el INE. 16.000 puestos de trabajo perdió la minería regional durante los últimos tres años,