Los gobernadores petroleros defienden el barril criollo con uñas y dientes. No es para menos: lo que está en juego son 293 millones de dólares en regalías para 2017, una cifra que en muchos casos oficiará como bálsamo para los crecientes déficits en los distintos distritos.
La cifra surge de una proyección realizada por “Río Negro Energía” en base a datos del Ministerio de Energía, tomando datos de regalías de 2016 y proyectando qué evolución tendrían si el barril local (de cualquiera de los tipos de crudo que produce el país) se empalmara con el Brent, suponiendo que éste se ubicará en torno a los 50 dólares. Por otro lado, se proyectó una caída promedio de la producción del 3%, un número que, sin embargo, es conservador para provincias como Chubut o Santa Cruz.
El resultado arroja que el precio de venta del crudo oscilaría entre los 50 dólares para el Medanito de la Cuenca Neuquina y los 42 para los crudos más pesados de las cuencas del sur, Mendoza y los del norte del país, con fletes más caros.
Con ese precio, las dos provincias más afectadas serían Neuquén y Santa Cruz, con pérdidas de alrededor de 80 millones de dólares anuales en el primer caso y casi 70 en el segundo. Mendoza y Chubut, en tanto cederían unos 52 millones en 2017, según estimó Roberto Aguirre en Río Negro.
El caso de esta última es especial. En teoría, el distrito que conduce Mario das Neves es el que más tiene para perder en este juego. El problema es que ya hay unos 45 millones de dólares en regalías que dejó de percibir en 2016, debido a la baja subterránea del Escalante a nivel interno, y sobre todo del tercio de producción provincial que debe exportarse a precios internacionales. En otras palabras, el crudo barato ya se le coló por la ventana a los campos de la Cuenca de Golfo.
Río Negro, en tanto, sufriría una merma de 24 millones de dólares. Mientras que La Pampa y Tierra del Fuego perderían 9,3 y 5,5 millones respectivamente. Cierran el cuadro Formosa, Salta y Jujuy con un millón, 643.000 y 140.000 dólares cada una.
Los gobernadores de Chubut y Santa Cruz no plantean una caída muy importante en el barril criollo del petróleo pesado, ya que la forma de sacar el valor para este tipo de producto por una cuestión de calidad es tomar el precio del Brent y restarle u$s 5. De esa manera, o estiman que el valor internacional subirá hasta los u$s 54 ó u$s 55 de los actuales u$s 48, o ya plantean una caída bastante menor a la que hubiesen preferido en la Casa Rosada.
Otro punto que puede ser que estén observando Alicia Kirchner y Das Neves es que, como asegura el titular del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut, Jorge Avila, las refinerías están comprando el Escalante a u$s 53 y no a 54,90 dólares.
El CEO de ROCH, Ricardo Chacra, indicó a Tiempo Sur que la problemática por el pago del precio del barril de crudo, muy por debajo incluso del precio internacional, obligará a esa compañía a tomar acciones inmediatas.
Esto se viene visualizando con mayor incidente en la cuenca del Golfo San Jorge, donde los despidos –desde que comenzó el año- llegarían a centenares. De hecho, ayer el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Sergio Isidro Bohe, que se ocupa del armado de la convocatoria en Casa de Gobierno, indicó que el temario “tiene el eje en un balance de la crisis en la cuenca del golfo San Jorge” y no descartó que haya presencia de funcionarios de otras provincias. Ayer, no había confirmación si estaría el presidente del Instituto de Energía de Santa Cruz, Jaime Alvarez.
Los que sí confirmaron que estarán son representantes de los gremios petroleros de Santa Cruz (de la Cuenca Austral viaja Pedro Gutiérrez), Mendoza, Salta y Tierra del Fuego, además de los anfitriones Jorge Avila, de convencionales, y José Llugdar, de jerárquicos. El gran ausente será el sindicato neuquino, cuyo líder Guillermo Pereyra firmó un ajuste de costos laborales para los yacimientos no convencionales.
Al igual que en Santa Cruz, el tema preocupante para Chubut es el formato de “Barril criollo”, por el cual el petróleo se vendía más caro en Argentina que el importado. En última instancia, este sistema beneficia a las empresas del sector que sostienen la rentabilidad y cambio de estabilidad laboral.
La forma en que los distritos petroleros palearán la eventual rebaja o desaparición del barril criollo disparó varias estrategias financieras.
La más extraña es la de Neuquén, que directamente proyectó un barril de crudo de 63 dólares, muy optimista en relación a los pronósticos tanto externos como internos. Por un lado, las mayorías de las consultoras internacionales esperan que el crudo promedie los 55 dólares en 2017. Y el barril interno verá su fin el año entrante. Aún se discute si ese epílogo será abrupto como pide el sector más liberal del gobierno o gradual, para atenuar el malestar de los gobernadores. Nadie quiere otra Patagonia Rebelde en año electoral.
Chubut optó por otro camino. Con buena parta de la sangría ya consumada y el presupuesto aún en etapa de discusión, proyectó un barril de entre 49 y 50 dólares, según explicó en un artículo el periodista comodorense Raúl Figueroa. Aunque más cerca de lo que indican los pronósticos, también se trata de un panorama optimista: en términos generales, el Escalante cotiza como el Brent menos un rango que va de los 6 a los 8 dólares.
La provincia de Río Negro tomó un camino distinto. El distrito que comanda Alberto Weretilneck calculó un barril promedio de 50 dólares, bastante a tono con lo que podría ocurrir el año entrante. Así, da por descontada en su presupuesto la pérdida eventual de los 24 millones.
Hay una tercera variable, sin embargo, que atenuará el impacto: el tipo de cambio. La mayoría de los presupuestos provinciales contemplan un precio promedio del dólar igual al que proyecta Nación en sus cuentas generales, de 17,92 pesos. La suba casi compensa en pesos la caída del precio, aunque en términos reales, todos los distritos perderán.
Aunque las regalías son una parte fundamental de la negociación, existe otra variable en juego difícil de medir como es el valor agregado local. Un precio del crudo liberado sacaría de juego a muchos yacimientos en distintas cuencas. Se trata en general de bloques viejos, con mucho trabajo en superficie, que genera a su vez puestos de trabajos estables que entrarían en riesgo.
Incluso yacimientos muy competitivos como Cerro Dragón de PAE –el más grande del país– quedaría con escaso margen encima de su costo de extracción si el Escalante cotizara unos 42 dólares, como podría ocurrir con un mercado desrregulado.
Pero no sólo el negocio actual se vería afectado. La capacidad de las petroleras para hacer caja o conseguir fondos el mercado se vería afectada, y con ella la posibilidad de invertir en exploración, una clave para sostener el negocio.
Algunas provincias como Neuquén y Río Negro encontrarán un bálsamo en el gas. Pero en el sur, el panorama se avisora complicado.
u$s 63 es el precio del barril de crudo que proyectó Neuquén para el 2017. En base a eso calculó las regalías petroleras.
u$s 50 El valor que tomó la provincia de Río Negro para elaborar su proyecto anual.
u$s 49 calculó Chubut que costará en promedio el crudo Escalante que produce sus yacimientos. Es una mirada optimista de lo que podría pasar en el 2017.
Los petroleros repasaron sus reclamos a la política petrolera del presidente Mauricio Macri, entre ellos la defensa del "Barril Criollo" y la estabilidad laboral. La convocatoria al congreso petrolero en Casa de Gobierno de Rawson contó con dirigentes sindicales de Santa Cruz, Mendoza y Tierra del Fuego, invitados por Chubut, pero sin políticos.
El principal pedido de este congreso fue que no haya "cuencas preferidas" y que una política de equidad cubra a las cinco que son productoras de hidrocarburos. El encuentro estuvo encabezado por el gobernador anfitrión, Mario Das Neves, y el sindicalista de petroleros, Jorge "Loma" Ávila.
"La prioridad nuestra son ejes que venimos discutiendo hace bastante tiempo: el precio del gas y del petróleo de exportación, el reembolso por puertos patagónicos y también esta ley que se toca hoy en el Senado a pedido también del gobernador, que es de abastecimiento de combustible propio y no comprar el de afuera", expresó Ávila.
"Rescatamos la figura del gobernador de la provincia que se ha puesto en el lugar de todos los trabajadores para hablar con los demás gobernadores para sentarnos en una mesa donde vayamos todas las provincias y sindicatos, los trabajadores y los gobernantes, a discutir una Argentina para todos y no sólo para algunos sectores", concluyó.
"La realidad es que ahora todas las operadoras quieren mostrar lo mal que le fue el último año y no lo bien que le fue los años anteriores. Por eso me parece que el mensaje que hay que bajar ahora es de unidad político-sindical contra un achique importante que quieren hacer las operadoras", dijo por su parte el intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares.
"Tenemos que reconocer que la actividad petrolera no es secundaria, sino la principal para el Chubut y de eso depende el destino de nuestra gente. Hoy más que nunca tenemos que estar en la defensa de nuestros compañeros y de la actividad", remarcó.
La reunión tuvo la presencia de los sindicalistas fueguino Julio Necul, el santracruceño Claudio Vidal y al cuyano Julián Matamala. La organización estuvo a cargo del chubutense Ávila y del referente de jerárquicos en Chubut y Santa Cruz, José Llugdar. Además de Das Neves, estuvieron el vicegobernador Mariano Arcioni y los ministros deCoordinación, Alberto Gilardino, y de Hidrocarburos, Sergio Bohe.
Una consecuencia del encuentro fue que los gremios optaron por la paciencia unos días más hasta concretar nuevas audiencias con Nación. De hecho, el sindicato mendocino desactivó un paro que tenía programado para hoy en esa provincia y que iba a hacer en conjunto con Camioneros, UOCRA y SUPE.
La ausencia destacada, aunque obvia, fue la del neuquino Guillermo Pereyra que negocia por fuera del bloque de sindicatos petroleros. Hasta firmó un ajuste de costos laborales en yacimientos no convencionales, muy cuestionado en el marco del congreso realizado en Rawson.
Ayer, Das Neves viajó a verlo a Macri y hoy estará con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. El objetivo es tener una mesa más amplia,con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, para retomar el diálogo varias veces estancado desde principios del año que incluye al gobierno nacional y a las operadoras petroleras.
No es la primera vez que el petróleo junta a los dirigentes en Rawson. El 11 de enero, el gobernador Das Neves recibió en Casa de Gobierno a “Loma” Avila, Llugdar y al intendente Carlos Linares. A la capital chubutense fueron entonces 30 camionetas y 16 colectivos para garantizar presencia de trabajadores del sector, en una movilización inédita.
En febrero, el tema lo tocaron con el diputado nacional Sergio Massa. Con el líder del Frente Renovador hasta plantearon la posibilidad de un Fondo Anticíclico con las retenciones a las exportaciones, aunque el proyecto quedó en stand by. También con el presidente Macri cuando llegó por primera vez con esa investidura a la provincia, para la inauguración del período de sesiones legislativas, en marzo.
Mendoza fue el otro destino con características similares. Aquella vez fue un plenario de secretarios generales en agosto. Avila y el jerárquico Llugdar participaron y coincidieron en que rechazarían cualquier tipo de avance en mecanismos de flexibilización y precarización laboral en los yacimientos. Esta reunión es a contrarreloj. El gobierno ya tiene decidido desmantelar el “Barril criollo” en diciembre y acoplar los precios internos a los externos en 2017.