Con una perspectiva optimista sobre el futuro del sector de minería y metales, las empresas del sector invertirán montos importantes en investigación y desarrollo (R&D, por sus siglas en inglés) en los próximos años, como un esfuerzo para crecer y penetrar en nuevos mercados.
De acuerdo con el estudio Panorama Global de Minería y Metales 2016 (Global Metals and Mining Outlook 2016: Making the best of a challenging environment) realizado por KPMG International, los tomadores de decisiones del sector esperan que las inversiones dirijan la nueva ola de crecimiento y mejora operativa. De acuerdo con los encuestados, 43% gastará más de 6% de sus ingresos en R&D, pero únicamente uno de cada seis espera invertir más de 10%. No obstante, con la alta presión en la reducción de costos es probable que los planes de inversión en este sector se vean afectados.
El 37% de los encuestados se ubica en las Américas y otro número igual en Asia, el resto en Europa y Oriente Medio.
Ese sondeo indica que menos de la mitad de los directivos metalúrgicos (26%) tienen algún grado de confianza en las perspectivas económicas de la economía mundial para los próximos dos años, sin embargo, casi dos terceras partes de ellos, están seguros de lograr un crecimiento, y 63% cree que la industria alcanzará cierto crecimiento durante el mismo periodo.
El 77% de los encuestados cree que el costo y la gestión del rendimiento son prioridades altas de cara al futuro, por ello, luego de realizar inversiones en nuevas capacidades durante los buenos tiempos, ahora buscan la oportunidad de crecimiento para ayudar a absorber parte de su capacidad de producción que se encuentra detenida.
Las inversiones serán en nuevas tecnologías enfocadas en el desarrollo e implementación de procesos de manufactura enfocados en mejorar la eficiencia:
+Impresión aditiva (3D)
+Inteligencia artificial (soluciones de computación cognoscitiva)
+Robótica
Mientras que hoy las empresas se enfocan en:
+Invertir en R&D para desarrollar productos más sofisticados y con mayor valor agregado
+Crear alianzas con clientes y competidores para compartir costos de desarrollo y crear nuevos productos que satisfagan las necesidades crecientes de los clientes
+Invertir en nuevas tecnologías para crear oportunidades que mejoren la eficiencia y flexibilidad del negocio, así como la automatización y la seguridad de la operación minera
+Evaluar las inversiones en tecnología para priorizar el flujo de efectivo y los márgenes de operación
En cuanto a inversiones a futuro, hay mucho trabajo por hacer por parte de productores y consumidores para mejorar la visibilidad de la cadena de suministro y compartir las señales de la demanda en la misma.
Muchos de los directivos están evaluando si sus cadenas están preparadas para soportar los objetivos de crecimiento de la organización. Dado el exceso de capacidad instalada en prácticamente todos los sectores mineros, la mayoría piensa que su organización se encuentra “muy preparada” para crecer.
Además, están haciendo todo lo posible por mantener esta capacidad lista para empezar a crecer nuevamente; sin embargo, los resultados de la encuesta muestran que las fallas en la cadena pueden impactar sus objetivos; de hecho, 82% de los directivos consideran que las fallas en la cadena son un riesgo alto, y más de una tercera parte señala que son un “riesgo significativo”.
Seguramente se verá un gran esfuerzo en reforzar la cadena de suministro y se buscará que esté alineada en diversos sentidos: económicos, geográficos y de mercado. Así mismo, la tecnología jugará un papel importante en este reforzamiento, llevando a que tanto las empresas como sus proveedores y clientes “hablen el mismo idioma tecnológico” y se puedan comunicar.
Mientras la confianza en el mercado esté baja y las empresas sigan buscando disminuir sus costos y mejorar su eficiencia, habrá únicamente dos maneras de que crezcan los resultados; primero, incrementar la participación de mercado con nuevos o innovadores productos, y segundo, aumentar la eficiencia y la productividad para garantizar la competitividad del sector.
Los próximos años seguirán siendo retadores para la industria y para seguir en el mercado no tan solo será suficiente con ser eficiente en los procesos productivos en donde cada vez habrá menos áreas de oportunidad. Se tendrá que ser innovador en la búsqueda y uso de tecnología para ser proactivo en la caza de nuevas oportunidades.
En un mercado competitivo, con productos pocos diferenciados y una economía global creciendo a ritmo lento, las mejoras en los productos y en los procesos tenderán a ser no solo una ventaja competitiva sino una necesidad creciente.