El buen ánimo inundó ayer la sala de conferencias de Codelco, donde la estatal anunció sus resultados a septiembre. Si bien las cifras dadas a conocer por el presidente ejecutivo de la corporación Nelson Pizarro, estuvieron lejos de las obtenidas en los años del “boom”, al menos fueron azules, mejorando las perspectivas de cara al término del año.
En el tercer trimestre de 2016 la empresa obtuvo excedentes por US$ 79 millones, sumando su segundo trimestre consecutivo en positivo tras las pérdidas obtenidas en el cuarto trimestre de 2015 y el primer trimestre de 2016. En el acumulado a septiembre, la corporación anota pérdidas por US$ 18 millones, pero con la confianza de que cerrarán el año lejos de los números rojos.
“Si seguimos así, lo daremos vuelta”, sostuvo el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, sobre las cifras entregadas. Respecto a las perspectivas del cierre de 2016, Pizarro señaló que “hoy día, estamos arriba”.
La estatal justificó sus resultados por una caída de 8% en sus costos directos o C1, superando la meta establecida a principios de año. Así, el indicador cerró en US$ 1,271 por libra, cifra 8% más baja que los US$ 1,382 registrados a septiembre de 2015. En el caso del costo neto a cátodo (C3), pasó de US$ 1,897 por libra de septiembre de 2015 a US$ 2,063 al noveno mes de este año. Esto, justificado por la diferencia de cambio, la depreciación y el menor precio del molibdeno, advirtieron desde la compañía.
Sin embargo, Pizarro es enfático ante este escenario. “Qué revirtiéramos los números no significa que hay plata”, dijo.
Pero no todo es positivo en el balance de la corporación. A septiembre, la caja de Codelco se redujo en 67% en comparación con el cierre del año pasado, pasando de los US$ 1.747 millones registrados en diciembre de 2015 a US$ 576 millones consignados al tercer trimestre. La cifra es mayor que la registrada al cierre del primer semestre, que era sólo de US$ 339 millones, pero la mejora se explica casi de manera íntegra por la colocación de un bono por US$ 400 millones en el mercado local, concretado a fines de agosto, según estimó La Tercera.
Un porcentaje menor de los recursos proviene de una liquidación de stock de concentrados, que involucran cerca de US$ 100 millones.
Esto fue puesto en evidencia por Nelson Pizarro, quien explicó que con el actual precio del cobre no alcanza para pagar las actuales obligaciones de la empresa. “El esfuerzo importante que Codelco viene repitiendo en los últimos dos o tres años, no es suficiente para cubrir las necesidades de caja”, señaló.
El presidente ejecutivo de la estatal explicó que el costo C1 sirve para pagar salarios, insumos, y todo lo que está directamente ligado a la producción. “Pero hay que pagar los gastos financieros, que se derivan del endeudamiento de Codelco para pagar los proyectos. A eso se suma los gastos de desarrollo de mina”, argumentó. Con todo, señaló que existe un delta en el precio a septiembre de US$ 2,143 “comparado con las necesidades de caja de US$ 2,233”. Lo anterior, sin incluir en los cálculos la Ley Reservada del Cobre y otros impuestos.
Respecto a este último punto, y de acuerdo con los cálculos de la empresa, durante el año se han pagado unos US$ 707 millones por concepto de la norma que obliga a la minera a traspasar recursos para las Fuerzas Armadas, los que principalmente han sido financiados con deuda. En otras palabras, Codelco ha debido endeudarse para cumplir con las obligaciones derivadas de la ley, que la ordena a entregar el 10% de sus ventas para Defensa.
Respecto al precio del cobre y sus expectativas, Pizarro dijo que habrá que ver si se concretan los planes de Donald Trump en infraestructura en EE.UU. Sin embargo, apuesta por el aumento de la demanda de China. “China supera la previsión de consumo de cobre que se había hecho para 2016, de 2,5 o 3%. Resulta que subió en 5%”, dijo.
De acuerdo con los estados financieros de la estatal, la división Chuquicamata registró a septiembre una pérdida de US$ 64,6 millones, comparado con la ganancia de US$ 1,5 millones de igual período de 2015. Otras divisiones que registraron pérdidas fueron Salvador (-US$ 42,6 millones); Andina -(US$ 87 millones); Ventanas (-US$ 16,3 millones); Gabriela Mistral (-US$ 10 millones); y Ministro Hales (-US$ 54 millones). Con números azules se contabilizaron dos divisiones: Radomiro Tomic (US$ 12,2 millones); y El Teniente (US$ 77,6 millones).
En cuanto a la producción, esta alcanzó en total 1.366.000 toneladas a septiembre, levemente menor a las 1.379.000 toneladas registradas en igual lapso de 2015. La baja se explica mayormente por la caída en los aportes de las participaciones que Codelco tiene en faenas privadas, contabilizándose un descenso tanto en minera en El Abra (de 56 mil toneladas a 38 mil toneladas) y en Anglo American (de 64 mil toneladas a 53 mil toneladas).
La producción de las divisiones de Codelco a septiembre registró 1.274.000 toneladas, levemente superior a las 1.259.000 toneladas a septiembre del año anterior, cifra que esconde una fuerte caída en la producción de Andina (de 161 mil toneladas a 141 mil toneladas), donde la estatal ya prevé que esta división cerrará con un déficit de producción.
Sobre la capitalización, Pizarro dijo entender los tiempos de Hacienda, y que espera que eso se solucione “ dentro de las próximas semanas”.
Un guiño le hizo la administración de Codelco al Ministerio de Hacienda el viernes en el marco de la última entrega de resultados, ad portas de cumplirse el plazo comprometido para que el Gobierno se pronuncie respecto a la capitalización de la estatal. Y es que a la usual presentación que realiza el presidente ejecutivo de Codelco, y en la que expone los resultados operacionales y financieros de la minera en el último trimestre, se sumó un nuevo ítem: las necesidades adicionales de caja a los costos directos, las que revelaron que la minera pierde flujo de caja por cada libra de cobre que produce, según informó Pulso.
En concreto, la minera indicó que si bien el costo de caja (C1) que llega a los US$1,27/libra, está bajo el precio del cobre en los primeros nueve meses del año (US$2,14 la libra), si se consideran los costos financieros, las inversiones y el desarrollo de las minas el costo de caja sube a US$2,23 por lo que queda sobre el precio del metal; diferencia que a la fecha ha sido financiada con endeudamiento a la espera de la capitalización.
En concreto, y considerando todos estos elementos, Codelco vendió cobre por encima de sus requerimientos de caja, lo que generó un flujo negativo.
“No obstante el esfuerzo positivo exitoso que Codelco viene repitiendo en los últimos años, no es suficiente para servir las necesidades de caja”, remarcó el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro en la entrega de resultados.
El sinceramiento de estos números se da en momentos en que, dentro de los próximos días, el directorio debiera fijar una fecha para una nueva junta de accionistas en donde se defina la capitalización de Codelco. Para la estatal dicha definición es gravitante, ya que hoy en día la estatal presenta altos niveles de endeudamiento y, sin una inyección de recursos frescos, le será difícil llevar adelante sus proyectos estructurales, los cuales están orientados a evitar que reduzca su producción drásticamente.
Desde la minera han solicitado la inyección de lo comprometido en 2014, es decir, de US$800 millones; sin embargo, en Hacienda no han sido claros si están esos recursos para inyectarlos, sobre todo considerando la apretada situación de la billetera fiscal.
“La plata tiene que llegar porque no hay más alternativas. La alternativa que hay es que se hundan todos los dineros que se han invertido y que se vea una Codelco drásticamente diferente a la Codelco actual, y eso para mí es una senda inimaginable”, recalcó el ejecutivo.
Más allá de lo anterior, aún hay esperanzas al interior de Codelco, ya que Pizarro asegura que los recursos eventualmente llegarán. “Nosotros entendemos el timing que tiene Hacienda para resolver este problema, y estamos convencidos que se va a resolver en las próximas semanas, o próximos meses”.
Un optimismo cauteloso tiene Diego Hernández, presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), ante el comportamiento al alza que ha tenido el cobre en las últimas semanas. En ese sentido, plantea que este movimiento obedece a las mejores expectativas de demanda del metal por parte de China, aunque la mayor preocupación del líder gremial es saber si el país está o no preparado para recibir las inversiones mineras cuando el sector se recupere.
-¿Por qué está subiendo el cobre?
Tiene que ver con las perspectivas. En el momento más bajo del precio, la expectativa sobre el consumo de China era negativa. Ahora hay una nueva expectativa de que la demanda de China va a subir. Si hace cinco meses se pensaba que China elevaría su consumo entre 2% y 3%, ahora se prevé que será en torno a 3% y 4% este año.
-¿Se mantendrá la tendencia al alza?
No creo. Hay un mayor optimismo, pero hay que ser cautelosos, porque si bien el precio será mejor el 2017, pensamos que estará en torno a US$ 2,30 la libra, lo que tampoco es demasiado bueno. Aunque sí generará una situación un poco más cómoda para las mineras.
-Entonces, ¿2017 será un mejor año para la industria?
Será mejor para la minería, pero tampoco es para cantar victoria.
-Codelco informó que está revertiendo sus cifras rojas y proyecta cerrar el año con excedentes. ¿Cómo toma esta noticia?
Son buenas noticias que Codelco esté equilibrando su costo operacional y que no se tenga que seguir endeudando para cubrir los compromisos de la Ley Reservada de Cobre.
-¿Complica que aún se mantenga la incertidumbre sobre su capitalización?
Aún hay trabajo por hacer porque una vez equilibrada la operación, hay que ver la real disponibilidad de fondos para financiar los proyectos de la minera y por eso es indispensable tener claro cuál será la capitalización porque hay que adecuar el gasto en proyectos a la disponibilidad de esos fondos.
-¿Hay espacio para que la compañía baje aún más sus costos?
La baja de costos que ha generado es importante, pero para seguir hay que abordar cambios estructurales en la organización y hacer innovación. Eso es lo más difícil y más lento de realizar.
-¿Hay algún riesgo de que cuando el sector se reactive, se vuelvan a paralizar proyectos?
Hubo algunos “supremazos”, interpretaciones del convenio 169 de la OIT y problemas con comunidades que resultaron en la no ejecución de algunos proyectos. Hoy no hay problemas porque no hay proyectos, pero lo que nosotros esperamos es que cuando la inversión se retome, ese tipo de riesgo esté controlado.
-¿Y cómo se puede controlar?
Esperamos que el país haga un esfuerzo para volver a atraer la inversión en minería, porque los proyectos que están en carpeta son competitivos y queremos que se concreten algunos. Es decir, si producimos el 30% del cobre mundial, ojalá por lo menos el 30% de los proyectos nuevos se hagan.
-¿En Sonami están trabajando en una propuesta en ese sentido?
Hemos señalado que es importante, pero lo que se está reactivando es la idea del gobierno de crear una agencia específica para los mega proyectos, de manera que haya una ventanilla única y se facilite la tramitación de todos los permisos que se requieren. Eso es algo que a nosotros nos parece bien y vamos a luchar para que se haga.
-¿En qué más se debería concentrar el gobierno?
La labor que deben realizar los ministerios de Hacienda y Trabajo ahora es ordenar y finalmente, hacer que las reformas que hicieron puedan funcionar, sobre todo la tributaria. Se creó un sistema mal pensado, que para que funcione requiere de varias aclaraciones y que el SII y Hacienda respondan relativamente rápido a todos los problemas que surjan.
-¿Y en lo laboral?
Ahí pasa algo parecido, porque se abre un campo grande para la judicialización y no se pueden solucionar todos los problemas en tribunales. Aquí la Dirección del Trabajo ha sido lenta en los dictámenes de aclaración.
Hay nombres que han surgido para reemplazar a Alberto Salas en la CPC en abril próximo, ¿por cuál se inclina Sonami?
La presidencia de la CPC dura dos años y es sin reelección. Es un período muy corto. Por eso, nuestra postura es que no corresponde anticiparse en este tema. Nosotros no vamos a tomar ninguna posición hasta que estemos más cerca de la elección. Es decir, en febrero o marzo recién vamos a estudiar el tema y apoyar al mejor candidato.
-¿No es muy cerca de la elección?
Es que más que una discusión de nombres, me parece mejor una discusión de programa. Es muy importante que la CPC pueda influir en los programas de los candidatos de manera que en el primer año del próximo gobierno se comience a materializar parte de ese programa.
-¿Le han preguntado si está disponible?
Podría estarlo, pero no está en mi agenda, sobre todo porque creo que es importante que en la presidencia de la CPC se vayan rotando las distintas ramas.