La Comisión Chilena de Energía Nuclear (Cchen) ratificó, en su última sesión, la autorización a la minera estadounidense Rockwood para la explotación de mineral de litio en el Salar de Atacama. La decisión fue tomada luego de que la empresa norteamericana y Corfo acordaran nuevas condiciones en el contrato que daba viabilidad a la operación, y que obligó a la Cchen a volver a revisar el pacto que ya había sido aprobado en octubre pasado.
Los consejeros de la Comisión reiteraron que “el proceder se ha hecho en base a las atribuciones y obligaciones que les otorga la legislación vigente. Asimismo, recalcaron la importancia de que el litio sea considerado como un mineral de carácter estratégico”, señaló un comunicado de la Cchen.
Asimismo, la entidad estimó que “la explotación de este mineral es una importante oportunidad para que el norte de Chile inicie una nueva etapa de desarrollo industrial, agregando valor en nuestro país”, destacando que la decisión fue tomada en forma unánime.
Con todo, la Comisión, dependiente del ministerio de Energía, hizo un llamado a “todos los actores de la sociedad chilena a asumir el valor estratégico del litio y a desarrollar todas las acciones necesarias para implementar la explotación y el desarrollo del litio de manera sustentable en beneficio del país.
Cabe destacar que entre otros aspectos el nuevo convenio considera la realización de un estudio de reservas de litio contenido en las pertenencias mineras. Sin embargo, respecto de la cuota de extracción, ésta se mantendrá sin modificaciones, permitiendo la explotación de una cuota adicional de 34.776 toneladas de litio metálico, lo que debe someterse a las autorizaciones respectivas de los organismos correspondientes.
“Estos estudios estaban pendientes desde hace años y permitirán planificar el desarrollo futuro de la producción del salar y su entorno, entregando antecedentes valiosos para evaluar futuras autorizaciones”, señaló Eduardo Bitran, vicepresidente ejecutivo de Corfo.
En el anterior contrato, la Cchen pedía a Rockwood que, al menos un año antes del agotamiento de litio autorizado, la empresa debía presentar nuevos estudios correspondientes a reservas de litio, entre otros aspectos, los que debían ser visados por la Cchen. Cercanos a la operación señalaron que este fue uno de los puntos que hacía inviable el anterior convenio.
Respecto de la cuota de extracción, esta se mantendrá sin modificaciones, permitiendo la explotación de una cuota adicional de 34.776 toneladas de litio metálico, lo que debe someterse a las autorizaciones respectivas de los organismos correspondientes.
Este acuerdo, implica una inversión de hasta US$ 600 millones. “Con esto, se generarán más recursos para el Estado y para invertir en I&D que superan los US$ 100 millones al año a partir de la próxima década, que reforzarán la inversión en innovación y en diversificar nuestra matriz productiva que está realizando el gobierno”, señalaron desde Corfo.
El 25 de octubre pasado se hizo oficial lo que en el mercado ya se sabía hacía, por lo menos, dos semanas: la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) había dado la luz verde al acuerdo firmado entre la Corfo y Rockwood.
El acuerdo tiene como objetivo inyectar competencia en el Salar de Atacama –donde hoy la producción y explotación de litio están mayormente concentradas en SQM, empresa que aún controla indirectamente Julio Ponce y con la cual Corfo está duramente enfrentada– y además promete aportar hasta US$ 100 millones anuales al fisco.