Los pozos de petróleo y gas se abandonan cuando el depósito se agota, es decir, se dejan de utilizar cuando la cantidad de petróleo y gas producida no es la suficiente como para que la extracción de los hidrocarburos resulte rentable para la compañía. Estados Unidos tiene más de un siglo de historia de producción de gas y petróleo, y en lugares como Pennsylvania, Texas o California se estima que hay millones de instalaciones abandonadas y, en muchos casos, mal documentadas o no reconocidas.
Un reciente estudio de la Universidad de Standford, publicado por la revista científica PNAS, revela que el país norteamericano tiene más de 3 millones de pozos de petróleo y de gas abandonados que están expulsando metano, y sugiere que pueden ser éstos una de las fuentes de gases de efecto invernadero que están afectando a la atmósfera y causando el calentamiento global.
"Comencé esta investigación en 2013, estaba trabajando en el almacenamiento geológico de CO2 donde los pozos abandonados plantean un gran riesgo de fugas, pero estaba más interesada en las emisiones de metano de petróleo y gas" explica a EL MUNDO la investigadora y autora del estudio, Mary Kang. "Descubrí que los pozos abandonados no se contabilizaban en los inventarios de emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero). Así que conseguí un equipo para desarrollar un método de medición y hacer las mediciones" añade.
El equipo de Kang combinó datos de registros estatales, documentos históricos, publicaciones e investigaciones para evaluar el número de pozos abandonados que hay en Pennsylvania, el estado que más historia de explotación petrolífera y gaseosa tiene de América. De esta forma, podrían conocer aquellos pozos con los índices de metano más altos y que consecuencias desencadenan sus emisiones. El número de perforaciones en el estado de Pennsylvania se encontraba entre 470.000 y 750.000.
"El metano es un gas de efecto invernadero 86 veces más potente que el CO2. Por lo tanto, el aumento de las emisiones de metano tiene mucho impacto en el cambio climático. Además, estos pozos pueden vaciar otros fluidos, potencialmente dañinos, en las aguas subterráneas y en la atmósfera" lamenta Kang.
Durante el análisis de los índices de emisión de gases invernadero se examinaron 88 pozos abandonados en función de su tipo de explotación. Tanto las perforaciones de gas desconectadas como las que estaban en funcionamiento tenían las emisiones de metano más altas, mientras que los pozos de petróleo tenían emisiones más bajas.
En relación con los emisores más altos, se midieron los niveles de metano durante un periodo de dos años en los que se manifestó muy poca variación. Esto sugiere que los pozos han estado emitiendo el mismo flujo de metano a la atmósfera durante años y posiblemente durante décadas.
Los expertos han explicado que estos descubrimientos ayudarán a la creación de un método que determine qué pozos son los que expulsan la mayor parte de las emisiones y, asimismo, identificarlos servirá a Estados Unidos y a otros países productores de petróleo y de gas para crear estrategias rentables que mitiguen las emisiones de aquellas instalaciones abandonadas.
"Cada estado es responsable de su sector petrolífero y son conscientes de la problemática pero no cuentan con los fondos suficientes para conectar los pozos de los que son responsables. Poner las emisiones de metano de los pozos abandonados en el punto de mira, entre otras preocupaciones ambientales, fue gracias a mi estudio de 2014" asegura Kang. "Los yacimientos podrían ser reutilizados si el precio del gas o el petróleo sube. Sin embargo, si se trata de un nuevo desarrollo, se necesitan nuevos pozos" añade.