El gerente general de la división Chuquicamata de Codelco, Sergio Parada, analizó el actual momento de la operación y de sus principales áreas de trabajo, en las que aseguró hay unidades que hoy no son un buen negocio para la cuprera estatal y la pone en “riesgo”, como es el caso de la Fundición y la Refinería.
“Chuquicamata ha perdido competitividad a lo largo del tiempo. Con los costos actuales hay unidades de negocio que no son rentables, lo que de no cambiar, pone en riesgo la viabilidad de la operación subterráneas en el largo plazo”, aseguró el ejecutivo de la segunda mina más antigua de la Corporación.
Parada especificó que “si hacemos una revisión por proceso en Chuquicamata, la Fundición es la más cara de la industria mundial y la Refinería tiene costos tres veces más altos que la refinería más competitiva de la industria”.
“Es por ello, añadió el timonel de la división, que estamos trabajando al interior de las áreas para buscar, en conjunto con los trabajadores y la dirigencia sindical, opciones técnicas que nos permitan hacerlas rentables en el corto plazo, adaptarlas a la realidad del mercado y a las exigencias de competitividad que poseen estos negocios”.
En este sentido, Parada dijo que la Refinería tiene que llegar a costos menores a los 7,5 centavos la libra (c/lb) y la Fundición debe mejorar su desempeño para igualar los estándares de la industria. Por su parte, la Concentradora ha avanzado en la estabilización de su operación y presenta costos en línea con el promedio de la industria.
“Sin embargo, existen grandes oportunidades de mejorar los estándares a través de la contabilidad de los procesos. Hemos observado avances notables con el modelo de gestión C+ (Lean) que se ha comenzado a implementar en esta área”, aseguró.
Codelco espera definir en un plazo de seis meses la inversión final de Chuquicamata, mientras busca contener los costos en medio de la transformación de la mayor mina de tajo abierto del mundo en una mina subterránea.
La estatal impulsa un ambicioso plan para extender la vida útil de los depósitos de la mina centenaria y mantener una producción de cobre fluida, pero la caída en los precios del metal rojo la han obligado a ajustar su programa.
El costo de convertir Chuquicamata en una mina subterránea podría elevarse hasta los US$4.700 millones, aunque la empresa busca optimizar la construcción y renegociar contratos para evitar mayores gastos, según indicó el jefe de operaciones de Codelco Norte, Álvaro Aliaga. La inversión en el proyecto, agregó, se estima actualmente en alrededor de US$3.500.
“Tenemos una proyección que está aumentando (…) tenemos identificado que el capex (inversión) podría aumentar alrededor de unos US$1.200 millones más. Estamos trabajando para tratar de contener y minimizar las necesidades de financiamiento del proyecto”, explicó el ejecutivo.
El proyecto –que ya está completado casi en un 40%– es clave para levantar la producción declinante de la emblemática mina. De la mina, Codelco extrajo 309.000 toneladas de cobre el año pasado, mientras que en 2014 logró extraer 340.000 toneladas.
Aunque el inicio de la producción de la mina subterránea está programado para 2019, se necesitarán ocho años antes de que complete su proceso de aceleración, comentó Aliaga. En ese momento, Chuquicamata alcanzará una producción de alrededor de 400.000 toneladas anuales.
La mina subterránea contará con una mayor automatización y eficiencia, lo que reducirá los costos directos a menos de US$1 por libra de cobre a 2025, según el ejecutivo de Codelco. Actualmente, esos costos son de US$1,287 por libra. En contraste, El Teniente (la mina más eficiente de la estatal) tiene costos directos de US$0,986 por libra.
Salvador, la faena más costosa de la cuprífera nacional, también verá una reducción en sus costos. Según Aliaga, éstos deberían caer a menos de US$1,8 por libra este año, frente a los US$1,859 por libra actuales.