El aumento del gas, avalado por la Corte Suprema, llegó finalmente a las estadísticas. Por la fuerte suba de los servicios, la inflación de octubre mostró un alza del 2,4%, un valor por encima del registrado en los últimos meses. La inflación núcleo, que elimina precios regulados y estacionales, volvió a acelerarse.
En la Casa Rosada usan un dato que promedia indicadores oficiales del Indec, de la Ciudad de Buenos Aires y de San Luis para emular un índice nacional. Pese a eso, creen que la inflación cerrará el año con una suba del 35%. Ayer también se conoció el índice de precios de la Ciudad, que mostró un aumento del 2,9% en el mes, del 36,6% en el acumulado del año y del 44,7% en los últimos doce meses. Estos datos no pueden ser proporcionados por el Indec, ya que recién en mayo comenzó a medir la inflación luego del apagón estadístico que sobrevino a la falsificación de los datos kirchneristas.
La buena noticia para el Ministerio de Hacienda llegó de la mano de los alimentos, el rubro más sensible, sobre todo para aquellos que menos tienen y cuyos precios componen la canasta alimentaria con la que se mide la indigencia. Si bien en octubre subieron los precios, lo hicieron en menor medida que un mes atrás: 1,5% en octubre, contra el 2,3% calculado en septiembre.
Las tarifas marcaron a fuego la estadística del mes pasado. "El resultado del IPC-GBA correspondiente al mes de octubre refleja el cambio en los cuadros tarifarios de gas natural para el sector residencial, tomando en cuenta una vigencia de 25 días", afirmó el Indec en su informe. En noviembre, según explicó el instituto estadístico, el impacto de los nuevos cuadros tarifarios será bastante menor (6 días).
Los bienes, que representan el 61,5% de la canasta relevada, tuvieron una variación del 1,4%, mientras que los servicios, que representan el restante 38,5%, mostraron una variación del 3,9% con respecto al mes anterior, informó el Indec, explicitando el impacto tarifario.
Sin embargo, los datos oficiales de inflación reivindican en parte al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y su idea de contener la baja de las tasas de interés por un tiempo pese a la recesión (aunque el martes pasado volvió a recortarlas en 0,50 puntos). Es que la inflación núcleo, que mide los precios de mercado, mostró una leve aceleración de tres décimas con relación a septiembre. En octubre llegó al 1,8 por ciento.
Con relación a los rubros que más subieron en el mes, se destacan Indumentaria (3,6%), Atención médica y gastos para la salud (es decir, prepagas, 3,4%) y alimentos, el que mayor incidencia tiene en el índice de inflación.
Cada vez que surgen malas noticias, el Ministerio de Hacienda, que conduce Alfonso Prat-Gay, trata de enmarcarlas en una interpretación oficial. También emitió un comunicado. "Durante los últimos tres meses, el índice de precios al consumidor estuvo significativamente afectado por la redeterminación de la tarifa de gas", indicó. No obstante, Hacienda destacó que si se promedian los datos de agosto (0,2%), septiembre (1,1%) y octubre (2,4%), el promedio general muestra un resultado del 1,2%. Esto, dijeron cerca de Prat-Gay, "configura una tendencia limpia en la que se compensan aquellos vaivenes".
"En lo que va del segundo semestre, el IPC general alcanzó un promedio mensual del 1,4%, muy por debajo de los niveles observados durante la primera mitad del año, tal como lo había previsto el Gobierno. La inflación del segundo semestre ya está por debajo de la meta mensual del 1,5% anunciada por el Banco Central para los últimos meses del año", informó el Ministerio, cuya compulsa con el presidente del BCRA parece estar más vigente que nunca.
1,8% Inflación núcleo, con un leve aumento
La llamada inflación núcleo, que toma los precios de mercado (y descarta los regulados y los estacionales), mostró un aumento de tres décimas sobre el mes anterior. Se desaceleraron las subas de los alimentos
2,9% Aumento de precios en la Ciudad
Es el alza que registró en octubre el IPC que mide la Dirección de Estadística porteña. En el acumulado del año subió 36,6%, y en los últimos 12 meses, 44,7%
EZEQUIEL BURGO
El organismo elogió los avances del Gobierno. Y alertó por la situación fiscal, el impacto de los ajustes salariales en los precios y el riesgo de "una súbita devaluación". Ayer había levantado la sanción por las cifras del INDEC.
El Directorio Ejecutivo del FMI concluyó el artículo IV de la Argentina. En el documento elogia al Gobierno por las correcciones macroeconómicas encaradas desde principio de año. Además prevé un repunte para 2017 con una tasa de inflación más baja. Entre los riesgos, el Fondo señala la presión de las subas salariales sobre la tasa de inflación y "una súbita devaluación" por la apreciación del peso.
El artículo IV es una mirada sobre el estado de la economía que elaboraron los técnicos del organismo durante una misión que se llevó a cabo en septiembre pasado. Hoy se conocieron los resultados por primera vez en diez años. La Argentina es el único país del G-20 que no lo hizo en la última década.
Los directores del FMI, en una reunión que se llevó a cabo ayer, reconocieron que las medidas para corregir los desequilibrios macroeconómicos "han producido un impacto en el corto plazo negativo en la actividad económica".
Pero las perspectivas para el directorio sobre la marcha de la economía argentina son favorables. Creen que la economía repuntará en 2017 (2,7%) y que la inflación bajará (20,5%). Resulta una mejora respecto a este año: estiman que 2016 cerrará con una contracción de 1,8% y una tasa de inflación de 39,4%.
Los directores subrayaron que el recorte del déficit fiscal "es una prioridad importante". Advirtieron que el ritmo y la composición para volver a equilibrar las cuentas fiscales, deben tener en cuenta el impacto en el crecimiento y el empleo. Y que la reducción del déficit podría acelerarse sólo si la actividad repunta. El FMI estima un déficit más alto que el Gobierno (4,5%) porque piensa que la economía crecerá por debajo de lo estipulado en el Presupuesto (3,5%), según indicó Ezequiel Burgo en iEco.