Giro corpernicano. La prensa especula hoy sobre quienes de avizoran con los winnes y losers de la naciente Era Trump. Los mercados ya se mueven al compás de estas especulaciones, con acciones bursátiles que treparon en las pizarras. Mientras el precio del petróleo caía, el oil&gas de Estados Unidos confía en una nueva política que estimularía más producción, pero paradójicamente y a la postre, menores precios.
La prensa ya da nombres propios. Como los contratistas de la industria bélica Martin Corp., Northrop Grumman Corp. y Raytheon Co, que se anotaron las mayores subidas desde la crisis financiera. "El sector de defensa ofrece a los inversores un lugar un refugio seguro", dijo Richard Aboulafia, del Teal Group. Al igual que el carbón, al que Trump promete revivir de su maraña de deudas y la peor caída de precios en décadas. Robert Murray, dueño de la poderosa, Murray Energy Corp., subieron a máximos de 16 meses, dijo que el de ayer fue "gran día para Estados Unidos".
En ese contexto, los futuros del gas natural subieron durante la sesión de EE.U. En New York Mercantile Exchange, Los futuros del gas natural para entrega en Diciembre cotizaban a US$ 2,707 doláres/MBTU, hasta un 2,81%. Y buscaba apoyarse entre 2,557 y 2,875.
Por otra parte, en Nymex, el crudo de diciembre se elevó un 1,56% para cotizar a US$ 45,68 mientras que el combustible de calefacción de diciembre se elevó un 0,46% para cotizar a US$ 1,4478/ por galón.
El crudo de la OPEP seguía planchado: cotizó este jueves a 41,90 dólares por barril, un 0,75 por ciento menos que la jornada anterior.
IN TRUMP WE TRUST
Las Perforadoras de petróleo y gas natural confían en un ave fénix de la fracturación hidráulica, a partir del compromiso de Trump de derogar regulaciones y a abrir más tierras federales a las industrias extractivas.
Otros sectores que aparecen en la constelación de los gananciosos son las farmacéuticas, a las que los demócratas querían controlarle los precios (Pfizer tuvo un día muy bueno en la bolsa tras el resultado electoral), los bancos a los que Trump prometió reducir la regulación financiera (muy buena jornada del Bank of America), las siderúrgicas, debido a que la promesa republicana de que los precios del metal fabricado en Estados Unidos aumentarán. ( U.S. Steel Corp. y Nucor Corp. repuntaron)
En contraste, el gran perdedor fue el peso mexicano, xon su mayor caída en más de dos décadas, en medio de la incertidumbre de un país blanco de la dura retórica de campaña de Trump.
Los bonos del Tesoro de EE.UU. no subieron como se esperaba por la huida de los inversores hacia la seguridad: bajaron por la especulación de que los republicanos aumentarán el gasto para impulsar la economía.
Otra víctima del 9-N parecen ser las Energías Renovables: la danesa Vestas Wind Systems A/S, mayor fabricante de turbinas eólicas del mundo, cayó hasta 13%, y SunPower Corp., con sede en San José, llegó a caer hasta 14%.
Y también las fusiones y adquisiciones: Trump ha prometido bloquear la transacción de US 85.400 millones de AT&T Inc. Con Time Warner Inc. –la mayor de 2015. Una encuesta de Intralinks Holdings Inc. Antes de la elección reveló que el 56% de los ejecutivos globales responsables de M&A dijeron que Trump dañará el mercado de fusiones y adquisiciones.
PRIORIDADES ENERGÉTICAS
Trump ha dicho que dará prioridad a la producción de energía y revisará las leyes de protección del medio ambiente. Para ello, debería dejar de lado las moratorias de elevación en la producción de energía en las zonas federales, cancelar el acuerdo sobre COP21 y dejar de lado los impuestos por los programas de calentamiento global de las Naciones Unidas, dentro de sus primeros 100 días de gobierno.
Kevin Cramer, asesor de energía republicano, cree que esta política proporcionará una "diversidad de oportunidades para los productores". Pero para S & P Global Platts es "imposible de determinar" el impacto de las nuevas políticas en el suministro de petróleo y gas, especialmente por los precios de la commodities.
Trump desmontará o revisar drásticamente la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y cuestiona los informes sobre el cambio climático. Pretende que la EPA se centre en “el agua y aire limpios porque es tan restrictivo que pone a nuestras empresas de energía fuera del negocio".
Trump también ha dicho que va a apoyar la inversión y el crecimiento en el sector en infraestructura y el transporte.
Según S & P Global Platts, Trump ha dicho que aprovechar las tarifas de bajo interés y "al menos el doble" lo aspirante demócrata Hillary Clinton previsto en el gasto en infraestructura energética.
En esa línea, pretende que TransCanada debería oblar el doble para renovar su solicitud de permiso para el oleoducto Keystone XL, porque Estados Unidos debe ser compensada por el proyecto. Keystone, es para Trump, "un símbolo de todo lo malo con enfoque ideológico de la administración actual. Después de años de retraso, el Presidente lo mató para satisfacer a los extremistas ambientales. Tenemos la intención de terminar esa tubería y otros como parte de nuestro compromiso con la energía de América del Norte seguridad. Aquí, otro beneficiario que espera es Energy Transfer Partners busca construir el polémico oleoducto de crudos desde Dakota del Norte a Illinois. Sus acciones, aumentaron un 11% ayer.
Trump fuerte crítico del acuerdo nuclear Obama- Irán, ha prometido revisarlo y eventualmente dejarlo sin efecto.
HOMBRE CLAVE
Harold Hamm, director general de la petrolera Continental Ressources, una de las estrellas del fracking americano con núcleo en Eagle Ford, aparece en el posible dream team como secretario de Energía. El magnate de Oklahoma ha tenido una gran influencia en su plataforma energética.
El gabinete Trump podría incluir a Forest Lucas , director general de Lucas Oil, como secretario del Interior. Este tándem de petroleros en el gobierno abre la perspectiva en la toma de decisiones sobre tierras del gobierno federal, perforación y política ambiental, que por estas horas entusiasma al oil&gas y preocupa a los conservacionistas.
PARADOJA
La posible paradoja, de cara al futuro del mercado es que Trump, en su impulso al petróleo y el gas podría contribuir a la baja de precios en un mercado sobresaturado al lanzar más barriles a la oferta doméstica. Siempre bajo la consigna electoral de consolidar la independencia petrolera de la primera potencia mundial.
Por lo pronto, las compañías de exploración, producción y de servicios le están dando la bienvenida después de los dos últimos largos años de caída y zozobra. Entre ellos, los fabricantes de tuberías y las refinerías que estaban contenidas por los planes de energías limpias de Obama.
Pero Estados Unidos no está solo en el mundo. Lo que concierne a Irán, según los analistas es un ejemplo. Si se retira del acuerdo nuclear podría escalar más el conflicto bélico en Medio Oriente, lo que podría llevar a una carrera nuclear, con un endurecimiento de Arabia Saudita, la potencia petrolera que liberó la producción y desplomó los precios hasta los US$ 40, un escenario que todavía persiste.
COAL PROMESS
La otra gran promesa de Trump es "salvar a la industria del carbón”, aplastada por las normas de reducción de emisiones de los demócratas. Pero la mayor amenaza para este plan es la abundante oferta de gas natural desde el auge de esquisto que se verificó a partir de 2009.
Las acciones de Foresight, productor de Illinois del carbón para energía, aumentaron un 24 %. Peabody Energy, la mayor minera de carbón del mundo, aumentó un 50 % desde hace casi un año, a pesar de que entró en quiebra en abril.
La plataforma de GOP "arroja a un lado de una estructura de regulación ambiental integrada en la legislación del Congreso y resoluciones judiciales durante más de cuatro décadas, desde la creación de la Agencia de Protección Ambiental bajo Richard M. Nixon".
La plataforma llama a carbón "un recurso abundante energía limpia asequible fiable doméstica. Los que lo extraen y sus familias deben ser protegidos de la agenda anti-carbón radical del Partido Demócrata”.
“Una administración republicana se basará en dichas políticas para encontrar nuevas formas de almacenar la electricidad, un avance de importancia extraordinaria (…) Apoyamos la apertura de tierras públicas y la plataforma continental exterior a la exploración y producción responsable, incluso si no se desarrollarán inmediatamente estos recursos" (…) "creemos que los estados pueden promover mejor el crecimiento económico al tiempo que protege el medio ambiente, el Congreso debería dar autoridad a los reguladores estatales para gestionar los recursos energéticos en el federal tierras públicas dentro de sus respectivas fronteras" (…) "Estamos en contra de cualquier impuesto sobre el carbono".
Desde 2009, la industria se ha enfrentado al menos 72 nuevas regulaciones importantes de los gobiernos federales, estatales y locales, con 30 de ellas en 2016, había dicho Continental Resources.
"Lo que Obama ha hecho, lo que Hillary Clinton se comprometió a hacer, es continuar con más regulaciones e impuestos más altos. Simplemente no funciona", dijo Hamm
ExxonMobil, la mayor petrolera cotizada del mundo, que emitió un comunicado diciendo que tenía la intención de "trabajar de manera constructiva" con Trump. Exxon dijo que sus "áreas clave" incluyen impuestos, el libre comercio de energía, un mayor acceso a los recursos de petróleo y gas de Estados Unidos, y "que incluye científicos sólidos y análisis de rentabilidad económica en las iniciativas de regulación futuras".
La reacción inicial que tuvieron los precios de los principales activos del mundo es una muestra de lo que está por venir.
Incertidumbre. Esa es la condición que primó en los mercados en los últimos meses y que se verá exacerbada tras la victoria del candidato republicano Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. ¿Que a cuánto va a estar el dólar a fin de año? ¿Que si las exportaciones uruguayas se van a recuperar el año que viene? ¿Que si Uruguay va a poder seguir endeudándose a tasas bajas? El triunfo de Trump introduce una cuota adicional de imprevisibilidad a un mundo ya de por sí reticente a las proyecciones de economistas y politólogos.
En el corto plazo, esa incertidumbre recae por completo en los mercados financieros. La reacción inicial que tuvieron los precios de los principales activos del mundo es una muestra de lo que está por venir. Trump representa para los mercados una incógnita difícil de digerir. Las amenazas proteccionistas y su impronta confrontativa en el plano de las relaciones internacionales ponen en riesgo los frágiles equilibrios en los cuales descansan las expectativas de recuperación de la economía mundial.
Durante la campaña, Trump se presentó a sí mismo como un perro suelto que persigue sus instintos sin medir consecuencias, y esa lógica es contraria a la que domina al mundo de los inversores y las finanzas, que se alimenta de la estabilidad y la previsibilidad a la hora de hacer sus apuestas.
Esa mayor incertidumbre –antes de Trump, abonada por la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, la actividad del Estado Islámico y la crisis política en grandes países emergentes como Brasil–, tiene como respuesta una mayor sensibilidad de los inversores ante pequeñas decisiones o incluso cambios en el discurso de los que manejan la política mundial.
Los mercados financieros van a estar atentos a cada palabra del presidente electo de Estados Unidos. Toda reafirmación de sus posturas proteccionistas o cualquier exabrupto diplomático tendrán su correlato en las monedas y los demás activos financieros. Un giro más medido y conciliador de su discurso será visto como una bienvenida moderación que aliviará las tensiones. En todo caso, la volatilidad estará a la orden del día en los próximos meses.
El desafío para Uruguay será sortear una a una las olas que generen esos vaivenes en los mercados de capitales y no asumir como permanentes cambios transitorios en el ánimo de los inversores. Debe tener la flexibilidad para acompañar a los países de referencia en la evolución del tipo de cambio, estar atento a las amenazas y oportunidades que surjan de los mercados de deuda soberana, y no depender de la suerte de la moneda estadounidense y el precio de los commodities para mantener a raya la inflación.
En el mediano plazo, la incertidumbre pasará a cargarse sobre los flujos comerciales y de inversión. Es difícil pensar que el énfasis que puso Trump en su campaña en la defensa de medidas nacionalistas, proteccionistas y antiglobalización pueda ser abandonado sin más una vez que se asiente el polvo de la campaña, en aras de la gestión.
Quizás los países de América Latina, y en particular Uruguay, hayan llegado tarde en su reciente empeño por procurar nuevas alianzas más allá del Mercosur y los socios tradicionales. La región busca la apertura comercial en un momento en el cual el mundo, encabezado por las potencias anglosajonas, prefiere cerrarse. La incertidumbre no solo viene dada por las medidas concretas que pueda adoptar Estados Unidos sino también por la respuesta que esas políticas generen en el resto de los grandes mercados.
Ahí se juega Uruguay el partido para una verdadera reactivación del crecimiento económico y la estrategia que despliegue el gobierno va a ser fundamental para alcanzar el objetivo de mejorar la inserción externa. En un terreno cargado de obstáculos y reticencias desde el exterior, los pasos en falso y las desinteligencias domésticas se van a pagar muy caros.
Las cartas ya están echadas, pero poco nos dicen sobre lo que está por suceder.