Si bien es cierto que la plata logra avanzar en el año más de un 27,6%, su depreciación desde que tocara máximos de 2014 a comienzos de septiembre roza el 15%. Lo que significa un desplome que dobla al experimentado por el oro desde su mayor nivel, también desde 2014, alcanzado en julio.
En concreto, el metal precioso pierde en este periodo más de un 7,1%, lo que reduce sus ganancias anuales hasta el 19,7%. Esto significa romper con tres ejercicios consecutivos a la baja y cerrar su mejor año desde 2010, una marca que comparte con su hermana pequeña.
Uno de los motivos que explican los movimientos más bruscos de los metales preciosos se encuentra en la volatilidad que les acompaña. Hernán Sánchez, analista de CMC Markets señala que “si analizamos el último año veremos como la volatilidad del oro ha sido de un 15% y la de la plata ha superado el 25%”.
Algo que, para el experto, tiene mucho que ver con su liquidez. Según afirma “el oro esta visto como una divisa por parte del inversor y por tanto es más negociado mientras que la plata es más sensible a las variaciones de precio al tener menor liquidez y también estará más afectada ante las variaciones en su producción o en la posible escasez que pueda tener”.
Para Alejandro Núñez, analista de XTB, dicha volatilidad también está relacionada con que “el metal de la plata tiene más recursos para su utilización que el oro”. Algo que, por otro lado, es también la causa que lleva a la plata a sumar cerca de 10 puntos porcentuales más que el oro en el año. Y es que, además de para su tradicional uso en la joyería, la hermana pequeña del metal dorado se utiliza para diferentes industrias como electrónica, medicina, armamento e, incluso, la fotografía. Por esto, el banco de inversión Citigroup la denomina como “como un metal pseudo-industrial”. Con esta consideración, el precio de la plata también se ve afectado, además de por su condición de refugio, por el escenario que exista sobre las previsiones de aumento de producción y de consumo.
Sin embargo, la producción es uno de los factores a los que señala Citi ya que consideran que “en los últimos trimestres, los costes entre los productores de oro a nivel mundial se han reducido de forma continua debido, principalmente, a la depreciación de las monedas en África del Sur, América del Sur, Europa del Este y Australia”. Lo que provoca que las cotas productivas puedan ser mayores, empujando a la baja su cotización.
En 2016, los dos metales se han visto beneficiados de los temores de los inversores que han acabado por optar por activos refugio. En el arranque del año el temor lo provocaba China con motivo de una posible desaceleración más brusca de lo esperado que acabase extendiéndose a todo el mundo. Posteriormente, la salida de Reino Unido de la Unión Europea ganaba mayoritariamente en el referéndum celebrado el 23 de junio, lo que arrastró a las bolsas a unas caídas que en el caso del Ibex 35 fue la más pronunciada de su historia con más de un 12%.
Todo ello con dos aspectos como telón de fondo. Por un lado las dudas sobre la solvencia de la banca europea centrada principalmente en Italia así como en entidades sistémicas como el alemán Deutsche Bank. Por otro, la caída del precio del petróleo que llegó a cotizar por debajo de los 30 dólares. Algo de lo que parece recuperarse ya que el pasado septiembre la Organización de Países Exportadores de Petróleo acordó reducir su producción pese a que crecen las dudas sobre cómo va a llevarlo a cabo.
En la actualidad, “se ha reducido la preocupación por los tres factores más determinantes este año”, indica Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. Además, continúa el experto, “en EEUU el mercado celebra que, a falta de confirmación, las elecciones ya parezcan tener una clara ganadora”, en alusión a la primera mujer con posibilidades de habitar la Casa Blanca, Hilary Clinton. La media de encuestas que elabora RealClear Politics da a la demócrata una ventaja de casi 6 puntos sobre su adversario, el republicano Donald Trump.
Desde Goldman Sachs señalan que “el oro ha caído drásticamente en el último mes tras los duros comentarios por funcionarios de la Reserva Federal”. Y es que, la entidad apunta a diciembre como el momento en que volverá a incrementar las tasas después de hacerlo por primera vez en casi una década en diciembre de 2015. Algo que apoya el mercado ya que desde Bloomberg otorgan un 73,1% a posibilidades de que ocurra.
Ambos metales forman parte de la tabla de seguimiento de Ecotrader y la plata acumula una rentabilidad del 9,8% frente a la del 15,9% del oro. Con todo ello, el director de estrategia del portal, Joan Cabrero, señala que para la plata “el alcance de una zona de giro potencial tan importante como son los 17,10 dólares es muy probable que frene las caídas y provoque un intento de reanudación de la tendencia alcista de los últimos meses”, lo que le ha llevado a doblar su posición en el metal.
Decisión similar a la que ha tomado con el oro gracias al “alcance del punto de giro potencial de los 1,250 dólares”. Algo que corrobora Alejando Núñez, que señala que “somos partidarios de que la subida de estos dos metales preciosos seguirá subiendo a finales de año y a lo largo del 2017”.
La cuenta atrás para las elecciones de EEUU frena las subidas del dólar y relanza el interés de los inversores por el oro.
Los mercados comienzan a agitarse en los penúltimos ajustes de carteras antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Los comicios del próximo 8 de noviembre roban protagonismo incluso a la reunión que celebra hoy la Reserva Federal. La inminencia de las elecciones hace prácticamente inviable una subida de los tipos de interés, si la Fed cumple con su 'tradición' de evitar sobresaltos en la recta fina de la campaña.
El repunte de los tipos de interés queda aplazado, salvo sorpresas mayúsculas, a la reunión de diciembre. Para entonces los mercados, y la Fed, ya conocerán el nombre del nuevo presidente de Estados Unidos. Los inversores han venido descontando un triunfo de Hilarry Clinton. Pero las últimas encuestas reflejan que la candidata Demócrata habría perdido toda su ventaja respecto a Donald Trump.
Las firmas de inversión extreman la cautela de cara al resultado de las elecciones de la próxima semana, en mayor medida si cabe por el precedente del 'shock' que causó en los mercados el inesperado triunfo del Brexit en el referéndum de Reino Unido. Analistas como los de Barclays auguran un severo correctivo, superior a los dobles dígitos, en el caso de que las elecciones estadounidenses otorgaran la victoria a Donald Trump.
Los síntomas de debilidad en el dólar y los recelos previos a las elecciones estadounidenses impulsan la cotización del oro. El metal precioso ha remontado en las últimas semanas desde los 1.200 hasta el umbral de los 1.300 dólares la onza.
En la jornada de hoy el oro alcanza máximos de un mes, por encima de los 1.295 millones de dólares.
Junto al oro, las compras han regresado en las últimas fechas a otros activos refugio por excelencia. El bund alemán ha frenado la escalada en sus intereses, y el franco suizo ha alcanzado en la sesión de hoy máximos de cuatro meses frente al euro.
La firma británica considera que "si gana Donald Trump, el incremento de actividad global en la compraventa de todo tipo de activos, desde Bolsa a renta fija, divisas y materias primas, podría ser similar al del día del Brexit". Dentro de las divisas, augura que el dólar se depreciaría frente al yen y al euro.
Los inversores ajustan sus carteras al empate que reflejan los últimos sondeos electorales. De ahí el reciente freno que ha registrado la cotización del dólar. El euro no sólo ha superado el nivel de los 1,10 dólares. En su remontada roza los 1,11 dólares, sus niveles más elevados en cerca de un mes, después de iniciar la semana en los 1,09.
La libra también recupera parte del terreno perdido en semanas anteriores. La divisa británica supera claramente los 1,22 dólares, con máximos intradía próximos a los 1,23 dólares. Al inicio de la semana se situaba en los 1,214 dólares.