Los glaciares bolivianos retrocedieron un 43% entre 1986 y 2014, y continuarán haciéndolo si las temperaturas en la región siguen incrementándose, según un nuevo estudio.
"En 15 años, la temperatura subió entre 1,5 a 2 grados centígrados. Esto se siente en todo el país. Lo que sucede en los llanos tiene relación directa con las tierras altas, donde está la Cordillera. Una subida de esta magnitud generó el derretimiento de los glaciares que se reflejan en inundaciones en las tierras bajas o lluvias cada vez más torrenciales y concentradas en el lapso de días", dijo a Sputnik Miguel Ángel Crespo, director de Probioma.
Para Crespo, uno de los principales responsables de la situación es el "sistema agrícola de monocultivo". En Bolivia, la producción de alimentos se concentra en los llanos orientales de Santa Cruz, El Beni y el departamento de Pando, explicó. Según él, con el monocultivo de los agronegocios, especialmente la soja, se produjo un incremento de la deforestación que llevó a que Bolivia esté liderando el 'ranking' de los ocho países con más deforestación del mundo. En el país andino se talan "300.000 hectáreas anuales de bosques" para ampliar la frontera agrícola, agregó el director de la institución ambientalista, que hace 25 años que trabaja en áreas como la agroecología, el manejo de la biodiversidad y la biotecnología.
Las consecuencias del derretimiento de los glaciares tienen un efecto directo sobre las comunidades. Según el estudio 'Cambio glaciar y el riesgo de desbordes de lagunas glaciares en los Andes bolivianos', publicado en la revista científica The Cryosphere, el retroceso de los hielos pone en peligro el suministro de agua. Las aguas del deshielo glacial son importantes para el riego, el abastecimiento de agua potable y la energía hidroeléctrica, tanto para pueblos de montaña como para grandes ciudades.
El equipo de investigadores midió el cambio en el área glacial desde 1986 hasta 2014. Para ello, utilizó imágenes captadas por el satélite Landsat, parte del programa de observación de la tierra del Servicio Geológico de Estados Unidos y la NASA. Las imágenes permitieron comprobar que la superficie de los Andes bolivianos cubierta por glaciares disminuyó de 530 kilómetros cuadrados en 1986 a solo 300 kilómetros cuadrados en 2014. Una reducción del 43%.
"Hasta hace dos años hemos tenido fuertes inundaciones. Ahora las consecuencias son permanentes sequías. En los últimos meses sufrimos una sequía prolongada que echó abajo la producción agrícola y ganadera. Perdimos cerca de 50.000 unidades de ganado bovino y cerca de 300.000 hectáreas por los efectos de la sequía. Calculan que es una pérdida de más de 700 millones de dólares. Estas son las consecuencias", concluyó Crespo.