Los fondos especializados, que quedaron mal parados con el debilitamiento de la demanda china que antes alimentaba los mercados alcistas, se vieron afectados cuando los clientes llevaron su efectivo a otra parte, en tanto muchos cerraron. Galena Metals Fund, uno de los más grandes, cerró el año pasado.
Se sumó a otras empresas de recursos naturales que en un momento apostaron fuerte a los metales como Brevan Howard Commodities y Clive Capital LLP.
Michael Farmer, de 71 años, que ganó ese apodo a raíz de los años que pasó comercializando el metal antes de cofundar Red Kite Group en 2005, integró en su momento una próspera banda de innovadores en fondos especulativos en metales capaces de sacudir los mercados con una sola operación.
Ahora, el elenco de fondos exitosos prácticamente se evaporó, víctima de los superávits globales, de una menor demanda china del metal y de rendimientos flojos que llevaron a los inversores a retirar dinero.
Si bien Red Kite no aflojó, con US$2.200 millones, la firma investigadora eVestment enumera en su base de datos de más de 8.000 fondos de cobertura sólo tres actores dedicados a los metales base. Este éxodo ha contribuido a una negociación más floja en la principal bolsa de metales, en tanto la actividad en la Bolsa de Metales de Londres se apresta a experimentar su mayor caída anual desde al menos 2008, muestran cifras recopiladas por Bloomberg.
“El sector de fondos está desierto”, dijo Christoph Eibl, máximo responsable de Tiberius Asset Management AG, con US$750 millones en inversiones en materias primas. “La mayor parte de los grandes nombres de marca que se veían hace cinco años ya no están disponibles o no existen”.
Los fondos especializados, que quedaron mal parados con el debilitamiento de la demanda china que antes alimentaba los mercados alcistas, se vieron afectados cuando los clientes llevaron su efectivo a otra parte, en tanto muchos cerraron. Galena Metals Fund, uno de los más grandes, cerró el año pasado. Se sumó a otras empresas de recursos naturales que en un momento apostaron fuerte a los metales como Brevan Howard Commodities y Clive Capital LLP.
“Lo que hay es un vacío”, dijo Michael Lion, consultor de Lion Consulting Asia Ltd. que lleva casi medio siglo dedicado a los metales. “Los actores financieros, los fondos de cobertura ahora se alejaron de nuestro mercado”.
Si bien es difícil hacer un seguimiento del sector, Barclays Plc estima que los activos de metales base en fondos de cobertura, fondos cotizados e inversiones similares bajaron casi a la mitad desde 2010 hasta unos US$17.000 millones al mes de septiembre.
Blenheim Capital Management LLC, que llegó a ser el principal fondo de cobertura en materias primas y un importante actor en metales base, ha visto caer los activos administrados en un 80 por ciento desde un pico máximo en 2011 hasta unos US$1.500 millones este año a raíz de los reembolsos y de varios años de pérdidas.
“Si hacemos volver el reloj a 2008, teníamos múltiples fondos de cobertura de más de mil millones de dólares que ponían montones de dinero en metales base”, dijo Paul Crone, director de inversiones de Citrine Capital Management LLC, uno de los pocos fondos especulativos en metales que quedan. “Muchos por desgracia ya no están”.
Farmer, de Red Kite, dará una idea del futuro para el sector cuando pronuncie un discurso ante unos 2.000 productores, compradores, agentes e inversores en metales en la Cena de la Bolsa de Metales de Londres el 1 de noviembre.
Los fondos de cobertura se volcaron a los metales, así como también a otras materias primas, a comienzos de los años 2000 cuando las minas no podían seguir el ritmo de la demanda explosiva de China, lo cual hizo subir los precios hasta máximos récord. Los fuertes retornos, en tanto algunos duplicaron su dinero en un año, se desplomaron cuando el gasto chino en estímulo se frenó y los precios se desplomaron.
Desde el superciclo hasta ahora, la situación es diametralmente distinta para el sector que más recursos le reporta al fisco. Y el próximo año no se vaticina mejor.
Una drástica baja ha tenido el valor de las acciones de las principales mineras que operan en el país. Lo anterior está directamente relacionado con la caída del precio del cobre.
De esta manera, las empresas redujeron su valor promedio en 55,6%, desde enero de 2011 -en pleno superciclo del metal- a la fecha, al mismo tiempo que el precio del cobre pasó de US$ 4,41 por libra, a US$ 2,17 por libra, registrando una baja de 51%.
La más castigada fue AngloAmerican, que en Chile opera el yacimiento Los Bronces, El Soldado y la fundición Chagres. En el período mostró una disminución de 64,1%. Sin embargo, la matriz de la mayor minera de capitales chilenos le sigue de cerca: Antofagasta Plc -del grupo Luksic y matriz de Antofagasta Minerals, que a su vez opera Minera Los Pelambres, Centinela, Antucoya y Zaldívar-, que redujo el valor de sus acciones un 62,2%. Por otro lado, Glencore (Lomas Bayas, Altonorte y Altos de Punitaqui) y Teck (Quebrada Blanca y Carmen de Andacollo) muestran un descenso similar, de 53,6% y 53,5%, respectivamente. Por último, BHP Billiton, dueña de Minera Escondida, Cerro Colorado y Spence, mostró la menor baja entre las grandes mineras, pero aún así no deja de ser sorprendente: 44,5%.
No son solo las mineras que operan de forma mayoritaria en Chile las que atraviesan un panorama difícil. Río Tinto -dueña del 30% de Escondida- también muestra en el período una baja de 33,8% en el precio de sus papeles, mientras que la compañía Vale registra una reducción de 59%.
El precio del metal rojo es el principal factor que explica este fenómeno, y lo preocupante es que no se prevé una mejora para 2017. Aún así, las complejidades que enfrentan las firmas hoy van mucho más allá.
Las leyes de mineral -porcentaje de cobre extraído por tonelada de roca removida- han ido bajando de manera evidente, producto del envejecimiento de los yacimientos, lo que conlleva costos más altos para producir cobre, por la profundidad del mineral y todo lo que significa en términos de agua y de energía. Pero también la productividad laboral ha ido retrocediendo de forma enérgica, tema que preocupa a la industria y más aún al país.
La difícil situación también ha traído aparejada una ralentización -y muchas veces paralización- de las inversiones, lo que complica aún más el futuro de la industria para cuando el precio del cobre se recupere.
64,1% cayeron los papeles de AngloAmerican, dueña de Los Bronces en Chile, desde enero de 2011 a la fecha. Es la mayor merma entre las mineras.
US$ 2,17 por libra cerró el cobre el viernes, una cifra 51% más baja que el valor del último día de enero de 2011, cuando alcanzó los US$ 4,41 por libra de metal.