Juan José Aranguren abre la puerta de su despacho a las dos de la tarde en punto. Si no se conociera quién ocupa esa oficina, sería difícil adivinarlo: hay pocos signos del ministro de Energía en ese amplio y aséptico espacio con vista al edificio Libertador.
Pero el ex-CEO de Shell Argentina, ahora funcionario gravitante del gobierno de Mauricio Macri, da poco tiempo para analizar el entorno. Ni bien recibe a Roberto Aguirre de Río Negro Energía se sienta en la punta de una mesa, pide café, mirá la hora y se dispone a arrancar la entrevista. En los calculados 56 minutos que duró la nota –los cuatro restantes para completar la hora prometida los usará luego para trasladarse a otra sala, donde lo esperaban gremialistas y empresarios– Aranguren trazó un panorama que puede resumirse en un objetivo central: la liberación del mercado energético y el retiro paulatino del Estado en políticas centrales como la fijación de precios de hidrocarburos.
A la pasada, el ministro defendió la suba de tarifas, negó que exista una transferencia de renta extraordinaria a las empresas y cuestionó el nivel de concentración del mercado petrolero en Argentina.
También adelantó dos políticas centrales para el sector: el reemplazo del Plan Gas por licitaciones para el 2018 y una nueva rebaja en el barril criollo para fin de año.
¿Qué cambió entre el 10 de diciembre y hoy en materia energética?
R- Primero reconocer que tenemos un problema. Somos un país con recursos pero sin reservas y tenemos que encontrar una solución. También estamos cumpliendo con la ley, algo que no se hizo en el pasado. Esto al final del día espanta la inversión, porque si se cambian las reglas del juego se pierde la confianza. ¿Qué hemos construido en los últimos 10 meses? Justamente eso, confianza.
P- Hablando de leyes, ¿cree que hay que volver a modificar la ley de hidrocarburos?
R- Tenemos que generar a una ley que responda a un consenso mayor, pero no creo que este sea el momento. Se podría dar dentro de un año. Hay cosas no consideradas desde el punto de vista ambiental o temas que se discutieron mucho como la participación por carry de las provincias que son detalles menores. Lo que necesitamos es más competencia y esta ley genera menos competencia.
P- La ley cristalizó el mapa petrolero en Argentina...
R- Pero no podemos ponernos a discutir esto antes del desarrollo de los proyectos. Hay que ver la gran cantidad de proyectos que hay y la poca capacidad económica que hay para desarrollarlos. Tenemos que lograr que los mercados se desconcentren. La mejor forma de que los precios bajen es que haya competencia. Hablo de petróleo, gas y combustible. Necesitamos una ley que englobe todo el sector.
P- ¿El desarrollo de Vaca Muerta y otras formaciones no convencionales es el camino?
R- Hay que poder recuperar de forma eficiente los recursos que tenemos para que sean reservas. Eso implica tener condiciones económicas para que se pueda recuperar la inversión. Vaca Muerta y las formaciones de Neuquén van a ser importantes para reemplazar el gas que estamos importando, un verdadero absurdo. Tenemos que trabajar para mejorar la productividad y eso estamos haciendo con los gremios y las empresas.
P-¿Y qué pone el Estado nacional en esa discusión?
R- Antes de discutir qué hace el Estado nacional hay que ver qué hace el dueño del recurso, que son las provincias. ¿Utiliza el recurso para aumentar niveles de impuestos, estabiliza a lo largo del tiempo, crea fondos específicos para algún tipo de actividad? En realidad más que qué pone cada uno la pregunta es qué deja de sacar cada uno. Es la historia de la sábana corta: hay que ampliarla.
P- ¿Pero está pensando en alguna rebaja impositiva?
R- Tenemos que tratar de ser todos lo más eficientes posible, las empresas, el gobierno provincial, el nacional y los sindicatos. Con ese objetivo todo está sobre la mesa.
P-¿Hasta cuándo va a durar el precio sostén del barril?
R- En el 2015 bajó 7 dólares el barril para la Cuenca Neuquina. En el 2016 se bajó un 10% más y ahora vendrá otro tipo de ajuste que nos va a acercar al precio internacional.
P- ¿Hay fecha para ese ajuste?
R- Hay dos posibilidades, o se hace abrupto o se hace con algún tipo de plazo. Pero todavía no tenemos fecha.
P-¿Fue exitosa la política del barril interno? Salvo YPF todas las grandes operadoras mantuvieron sus ganancias pero bajaron la actividad y se perdieron puestos de empleo.
R- Con el diario del lunes todos podemos juzgar. El problema es que en Argentina no hay capacidad de absorber una masa laboral despedida en otra actividad. Por eso el esfuerzo para preservar la actividad. Pero yo podría responder al revés: fue desastrosa la política de desacoplar precios del petróleo en la última década. Y particularmente fue criminal la decisión que tomaron en el 2007 con las retenciones móviles. Eso fue totalmente equivocado y fue lo que produjo lo que vivimos hoy en el mercado, porque en lugar de ajustar lentamente, logrando más competencia, el mercado se concentró.
P- ¿Qué va a pasar con el Plan Gas, que lleva con subsidios el millón de BTU a 7,5 dólares?
R- Sigue hasta el 2017. Para adelante vamos a llevar el mercado hacia un sistema donde recuperemos los contratos de largo plazo. Queremos que cada productor le venda a la distribuidora por su parte, y que no esté el Estado en el medio. Hay que llevar el gas a un precio de mercado. En el 2018 y el 2019 vamos a proponer una transición con licitaciones de bloques de oferta de gas, que un productor pueda ofrecer al distribuidor y a los grandes usuarios, con algún tipo de incentivo.
P-¿Quedó saldada la discusión del costo del gas en boca de pozo?
R- Nadie generó esa discusión. La Corte nunca habló del costo del gas, sino de precio del mercado.
P-¿Qué certeza tenemos de que con el precio de 7,5 dólares el millón de BTU, uno de los más altos del mundo, el país no está generando una renta extraordinaria para las empresas?
R- La mejor forma de verificar que no se está regalando renta es aumentar la competencia. Si no se cree en el mercado llegamos a lo que estamos hoy: importar un 30% del gas. Eso pasa cuando se dirige arbitrariamente. Nos podemos “hacer los rulos” con el tema de la renta extraordinaria pero lo que más importa es aumentar la competencia. Los gobiernos provinciales también tienen responsabilidad: cuando hay un inversor que no invierte hay que quitar la concesión.
P- Las críticas al primer tarifazo surgieron en la Patagonia. ¿Con el nuevo esquema cree que habrá aceptación en el sur del país?
R- No creo que las críticas hayan surgido en la Patagonia. La discusión fue política. Es más, la propia propuesta del tope del 500% vino de la Patagonia, donde el sector comercial estaba pagando tarifas irrisorias. Esa región tiene dos tipos de beneficios que impactan en las tarifas y eso no genera conducta en la población en el uso de un recurso que se agota.
P- Los topes del nuevo esquema tarifario tampoco dan señales de ahorro.
R- El tope es para evitar el ruido a partir de lo que aparece en un titular de un diario. Es coyuntural. No creo que dé una señal incorrecta, un 250% sigue siendo un número considerable para que se piense cuánto conviene consumir. Cuando uno se pasa de nivel de consumo salta a otra escala y sube su tarifa.
P- Eso fue lo ocurrió el invierno pasado.
R- Usted hizo referencia a la renta extraordinaria, lo que tenían antes los comerciantes de la Patagonia era una renta extraordinaria. Hay que preguntarse si está bien que sea la energía el elemento que le dé rentabilidad a una empresa. ¿Competitividad con energía regalada? ¿Por cuánto tiempo podemos hacerlo? Tenemos que terminar con el despilfarro de energía.
u$s 50 es el precio en el que ronda el Brent por estas horas. Nación apunta a empalmar los precios para fin de año.
2 años faltan para que el valor del gas quede completamente liberado, según el proyecto oficial.
2007 fue el año en que el gobierno kirchnerista implementó las retenciones móviles, una “decisión criminal”, según Aranguren.
El ministerio busca reemplazar el Plan Gas por licitaciones de bloques de fluido, que en principio serán acompañadas por el Estado Nacional.
“Vaca Muerta y las formaciones de Neuquén van a ser importantes para reemplazar el gas que importamos”, destacó Aranguren sobre el futuro del sector.
"Lo que tenían los comerciantes de la Patagonia antes del aumento del gas era una renta extraordinaria" remarcó sobre el nuevo esquema tarifario.