El crecimiento explosivo que ha tenido la demanda en el mercado mundial del litio y sus derivados como consecuencia del bullante auge de las baterías está agilizando los planes de expansión de todos los actores del sector, particularmente la de los chinos.
Y es que el auge por el litio no ha dejado a nadie indiferente, con un crecimiento de la demanda cercana al 15% en 2016 y proyecciones de que las necesidades se duplicarán hacia fines de la década como consecuencia de la entrada masiva de los autos eléctricos. Esa alza podría ser incluyo mayor, advierten, si se considera el mercado de baterías estacionarias y de la industria solar térmica.
En este contexto, la chilena SQM -uno de los líderes de la industria con el 26% del mercado-, ya ha anunciado planes para hacer crecer su producción en Argentina por medio de un joint venture con Lithium Americas Corp., lo que le permitirá producir unas 50.000 toneladas métricas por año.
Esto, sumado a los 48 mil toneladas de litio que produce actualmente SQM en Chile y las 13.500 toneladas adicionales producto de la construcción de una nueva planta con fecha de operación para 2019, elevaría su producción sobre los 100 mil toneladas de litio y sus derivados hacia fines de la década.
Sin embargo, sus competidores chinos -que tienen el 40% del mercado- ya están haciendo sus apuestas, según indicó Pulso.
Por ejemplo, la mayor productora del país asiático, Jiangxi Ganfeng Lithiun adquirió el 43% del proyecto australiano Marion, al tiempo que anunció una expansión en la producción de hidróxido de litio en cerca de 20 kt; de estos 15 kt sería en grado batería y 5 kt en grado industria.
“Esto tiene el potencial para elevar a Ganfeng a uno de los cinco mayores productores del mundo”, detalla un informe de BCA Reserch.
En tanto, el tercer mayor productor del mundo, Tianqi Lithium, está interesado en el crecimiento inorgánico y ya ha tirado sus primeras fichas con SQM; primero a través de la compra del 2% a SailingStone Capital y luego participando en el proceso de enajenación de Pampa Calichera.
Por su parte, Albermarle -controladora de Rockwood- apuesta por capturar el 50% del crecimiento incremental de la industria del litio. ¿Cómo? A través de dos proyectos claves, uno ubicado en Chile y otro en Australia.
En el caso de Chile, la empresa invertirá dentro de los próximos cuatro años entre US$400 y US$600 millones, para aumentar su producción de Carbonato de Litio de grado de batería -subiendo de 24 mil toneladas a 70 mil toneladas-, además de implementar dos plantas denominadas La Negra 2 y 3. La primera de estas iniciaría su producción el próximo año para estar totalmente operativa en 2019, y la segunda comenzaría a operar en 2020.
En tanto, en Australia se duplicaría la capacidad a través de la mina Greenbushes y la adquisición de los activos de producción de la china Jiangxi Jiangli New Materials.
Por su parte, la firma de capitales australianos OroCobre tiene operando solo la mina Borax en Argentina -de 40 mil toneladas-, pero está pronta a lanzar un nuevo proyecto junto a Toyota Tsusho Corp en el mismo país con una capacidad 17,5 millones con planes para aumentarla a 25 mil. Según BCA Reserch, “producto de su estructura geológica, sería una de las operaciones con menores costos operaciones (US$3.500 por tonelada)”.
Con todo, para los próximos años la participación de Chile en el marcado internacional del Litio se espera disminuya fuertemente, pasando de un 33% en 2016 a un 24% al 2020, proyectándose incluso una disminución de participación más dramática de un 17% hacia el año 2025 de acuerdo a cifras de Corfo.