En el flujo de tensión y potencia activa del SADI se observa que la operación se inició el jueves 13 con una potencia media 822 MW y prosiguió el viernes 14, con una potencia media de 302 MW. Llamativamente las autoridades paraguayas de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) no informaron del hecho y solo cuando fueron consultadas sobre los informes en línea de Cammesa, confirmaron la operación.

En anteriores ocasiones la propia EBY remitía los informes incluso con copia a la Cancillería nacional para que tome cartas en el asunto, teniendo en cuenta que se trata de una abierta violación a lo establecido en el tratado binacional. Sin embargo, la Cancillería se limitó en todos los casos a requerir informes al Gobierno argentino, sin dejar sentada una postura firme.

Al respecto, la Asociación de Ingenieros del Sector Eléctrico Paraguayo (Aisep) manifestó en reiteradas ocasiones que tanto la Cancillería como nuestros representantes ante el Consejo de Administración de la EBY deben tomar conciencia de que “no importa si es o no una operación comercial la transferencia física de energía eléctrica de Yacyretá por parte de Argentina al Brasil, pues todo lo que no está expresa y taxativamente acordado, escrito y refrendado, no está permitido”.

En su artículo XIII el Tratado de Yacyretá establece que la energía producida por el aprovechamiento hidroeléctrico será dividida en partes iguales entre los dos países y reconoce a cada uno el “derecho preferente” de adquisición de la energía que no sea utilizada por el otro.

El derecho preferente implica que la energía generada en Yacyretá y que el Paraguay no utiliza para el consumo propio podría ofertarse a terceros países; sin embargo, esta cláusula es aprovechada únicamente por la Argentina, que se arroga el derecho exclusivo de disponer del excedente paraguayo para exportarlo al Brasil, como ahora.

Según los informes del Operador Nacional del Sistema Eléctrico del Brasil (ONS), aún le quedaría un remanente a favor de 275.360,87 MWh de energía emergencial, por lo que desde el SADI seguramente van a seguir con este tipo de operaciones, pese a que violenta lo establecido en el Tratado de Yacyretá. En abril pasado fue la última operación. Exportaron 64.750 MWh a Brasil, a modo de “devolución”.