Proyecto involucra una inversión de hasta US$ 600 millones. Las nuevas condiciones podrían complicar su viabilidad, lo que preocuparía al Gobierno en un contexto de baja actividad.
La Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) habría excedido sus facultades en el marco de la aprobación del acuerdo entre Corfo y Rockwood Lithium. Lo anterior, por poner una serie de condiciones que harían prácticamente inviable la inversión que busca elevar la producción de litio en el Salar de Atacama por parte de la estadounidense, según abogados conocedores del tema.
Estas fuentes manifestaron que, además de establecer una serie de condiciones provisorias que agregarían incertidumbre al proyecto, se estableció que la autorización podría quedar sin efecto ante un eventual cambio de propiedad de la firma controlada por Albemarle.
Abogados conocedores del tema indicaron que Rockwood podría tomar acciones contra la entidad estatal, o al menos, pedir una reconsideración de lo establecido en la aprobación.
El acuerdo entre Rockwood y Corfo involucra un aumento en las ganancias del Estado y también beneficios para las comunidades y para la investigación.
US$ 100 mills.
anuales al fisco aportaría el acuerdo entre Rockwood Lithium y Corfo . Esta cifra es mucho mayor al contrato que tiene hoy la empresa y SQM en el Salar de Atacama.
70 mil
toneladas anuales es el volumen que produciría en unos años la filial de la estadounidense Albermarle si concreta el acuerdo con Corfo
EL MERCURIO
El monto entregado anualmente considera tanto impuesto a la renta como royalty minero y comisiones a la entidad que lidera Eduardo Bitran. También establece la entrega del 3% de los ingresos a las comunidades.
Entre ayer y hoy, la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) oficializaría tanto a Corfo como a los ministerios correspondientes la aprobación del acuerdo entre Corfo y Rockwood Lithium -filial de la estadounidense Albemarle-, que promete cambiar el panorama de la explotación de litio en Chile.
Según trascendió, el convenio, que involucra una inversión de entre US$ 400 millones y US$ 600 millones en los próximos cuatro años, fue aprobado por el directorio de la CChEN el 30 de septiembre, pero estaban pendientes algunas precisiones sobre ciertas condiciones que fueron recientemente visadas.
La entidad debía aprobar la cuota de explotación de litio, el plazo y las condiciones, en un proceso que no habría estado exento de polémica y diferencias. Esta autorización era decisiva para que el acuerdo viera la luz.
El contrato entre Corfo y Rockwood apunta a un aumento de la producción de carbonato de litio de grado batería de 44 mil a 70 mil toneladas anuales en el Salar de Atacama, gracias a procesos tecnológicos más eficientes y a la construcción de una tercera planta por parte de la estadounidense, según informó El Mercurio.
También busca producir unas cinco mil toneladas de hidróxido de litio.
Todo lo anterior implica que Rockwood le pagará al Estado recursos adicionales de entre US$ 70 millones y US$ 100 millones anuales, según establece el convenio. Ese monto considera tanto impuesto a la renta, royalty minero y pago de comisión a Corfo, entre otras, según explicó en febrero de este año el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes.
En ese entonces, dijo que estas son tasas progresivas sobre ventas totales certificadas a clientes no relacionados, que en el caso del litio llegarán a un 40% y del potasio a 20%.
Fuentes conocedoras del proceso comentan que esta sería la mayor tasa que paga una empresa de este tipo a nivel mundial y que reflejaría los mayores estándares que ahora se exigirán. Y eso no es todo, puesto que el convenio también considera que la firma entregue cerca del 3% de sus ingresos a las comunidades aledañas, principalmente atacameñas.
Entre otras cosas, el contrato también fija precios preferentes de productos de litio a productores nacionales con el objetivo de promover el establecimiento de industrias especializadas de alto valor agregado en el país; un aporte unilateral e irrevocable de US$ 2 millones anuales reajustables por IPC para la investigación y desarrollo en Chile orientados al aprovechamiento del potencial solar y de las sales del Salar, y otros beneficios.
Este contrato con Rockwood le inyecta un fuerte nivel de competencia al sector, en donde el principal operador es SQM. De hecho, la filial de Albemarle podría amenazar a la empresa ligada a Julio Ponce como el mayor productor local.
Corfo y SQM hoy están enfrentados en distintos arbitrajes por la operación del Salar de Atacama, donde la corporación solicita el término anticipado del contrato por graves y reiterados incumplimientos en el pago de las rentas de arrendamiento.
24 mil toneladas anuales produce hoy Rockwood Lithium en Chile. En enero de este año obtuvo el permiso ambiental para la expansión de su operación, a 44 mil toneladas. En paralelo, el acuerdo con Corfo les permite llegar a 70 mil toneladas anuales.
El doble produce actualmente SQM, que extrae cerca de 48 mil toneladas al año de carbonato de litio y cerca de dos millones de potasio.
US$ 600 millones de inversión en cuatro años considera la filial de la estadounidense Albemarle en el acuerdo con Corfo. El contrato tiene un plazo de 27 años e implica ingresos al fisco que oscilan entre US$ 70 millones y US$ 100 millones. Ahora falta que sea visado por el Consejo Corfo y la Contraloría.
La fragilidad ambiental del Salar de Atacama fue una de las razones que hicieron poner en duda qué tan probable era que la CChEN autorizara un aumento de producción de litio en la zona.
Esto, luego de que el presidente del organismo, Jaime Tohá, lo advirtiera en la comisión investigadora del litio de la Cámara de Diputados y dijera que estudiarían a fondo antes de autorizar nuevas producciones.
Pero un rechazo al convenio habría puesto en jaque un objetivo país: inyectar competencia al mercado del litio. Fuentes conocedoras explican que si la CChEN negaba el contrato con Rockwood, difícilmente podría después haber autorizado otros proyectos de este tipo.
Se estima que en unos siete años a SQM se le acabaría la cuota de litio disponible -que actualmente es muy superior a la de Rockwood- y que de no contar con más iniciativas, Chile quedaría rezagado en el mercado del litio. En paralelo, países como Argentina o Australia podrían ganar terreno.
En el directorio de la CChEN la decisión no habría sido fácil. Además de Tohá, figuran en la mesa Julio Baeza, en representación del Ejército; Juan Zolezzi, del Consejo de Rectores de Universidades; Francisco Mackay, de la Armada; Álvaro Aguirre, de la Fuerza Aérea; Jorge Zanelli, del Ministerio de Energía, y Tito Pizarro, del Ministerio de Salud.
Las fuentes indican que los militares se habrían opuesto al acuerdo varias veces, pero finalmente accedieron al contrato entre Rockwood y Corfo por los beneficios para el país y porque permitirá a Chile mantener su competitividad en el mercado del litio.